Hanyi iba caminando detrás de la pareja que andaba delante de él tomados de la mano. Su nuevo cuñado, aunque parecía elegante no paraba de restregarse contra su hermano, de cierta forma empalagosa pero posesiva a la vez. Tenía sentimientos encontrados y no podía comprender bien a este joven.
Había escuchado más rumores sobre Fujie, ahora Zhiyin de los que se pudiera imaginar alguien. Al punto que él mismo había creado una imagen mental que nada tenía que ver con el hombre que estaba colgado del brazo de su hermano. Ni siquiera la descripción que había dado Fengxiao la vez anterior que los había visitado había ayudado a difuminar esa imagen. Pero ahora, tener de frente al referente de esos rumores en carne y hueso como que era un gran golpe mental.
Zhiyin era totalmente contrario a todo lo que había oído. Empezando que a pesar de parecer una persona normal tenía una belleza inusual. Quizás en algunos momentos podía parecer una persona común, pero si lo mirabas detenidamente llegarías a la conclusión de que era alguien hermoso. Lo otro era su forma de ser. Hay si había sido el mayor impacto.
Tampoco era que hubiera tenido muchas referencias. Los rumore decían que era un puto, un vividor, un explotador y egoísta avaricioso. También su primo mayor Songhua había dicho horrores de este joven, debido a eso su hermano había tenido que pagar. Eso ayudó que lo odiara un poco más. Su hermano no debía sufrir por nadie, ya bastante trabajo había pasado en la vida y lo seguía dado los dolores de cabeza que provocaba la familia.
Tampoco era que pudiera hacerle mucho caso a Songhua. Conocía la enemistad de las ramas familiares, aunque él no se metía en eso. Había decidido irse a vivir con su hermano mayor desde muy joven y solo esperaba cumplir los 18 años para partir. Eso no quitaba que de vez en cuando lo inmiscuyeran en los problemas de la familia y Songhua no se quedaba detrás. No sabía por qué, pero lo había encontrado más de una vez mirándolo de una forma indecente y si no hubuiera sido gracias a la ayuda de Xiaocheng, quizás su integridad no hubiera sido salvada pero los recuerdos de ese día eran tan difusos que no podía asegurar que había ocurrido.
En resumen. Su mente era un caos total.
Esta persona delante de él no tenía nada que ver con quien imaginó. Más bien, parecía un loco, siendo todo lo contrario a su hermano. Pero de alguna forma y mirándolo de espalda, hacían muy buena pareja y la energía de Fengxiao era diferente con este alrededor. Era más genti. Y su hermano era feliz al lado de esa persona, él no era nadie para juzgar.
Los cuatro, llegaron a la sala del comedor donde Pinting esperaba junto a su esposo. Ambos se levantaron para recibirlos. Zhiyin tuvo que reconocer que tenían buenos modales a pesar de que la atmósfera era densa. Pinting no le quitaba los ojos de encima mientras que Xingyun estaba más enfocado en sus hijastros. Hanyi parecía llevarse muy bien con él. Quizás porque había ocupado el lugar de su padre mientras era muy joven.
-No estés tenso. No muerden- le murmuró Fengxiao a su oído con disimulo.
-¿Quién yo?- Zhiyin le sonrió alzando una ceja- Si me parece que me voy a divertir en grande.
Y Fengxiao sabía que cuando su esposo decía eso era porque tenía algo en mente y podía ser cualquier cosa. Nunca podía descifrar que era. Al final los anfitriones los invitaron a sentarse sin muchas palabras. Fengxiao ayudó a su esposo a sentarse algo que ya le resultaba complicado dado el estado avanzado de su embarazo.
Si hubo una cosa que Zhiyin percibió era que era una familia callada, al menos a la hora de la cena. No intercambiaron palabras. Incluso Yanhuan que estaba sentado del otro lado de la mesa estaba en silencio. Que aburrimiento. Prefería estar en la secta de Fengxiao donde solía contarle todo lo que había hecho en el día, hablando con los gemelos, riéndose, compartiéndole comida a todos. Ese ambiente le encantaba, no la sombría de ahora.
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Enamorado de un idiota (Novela original)
RomanceTransmigrar de un mundo donde el cultivo es ilegal a uno donde es el objetivo de tu vida, mejor imposible. Que lo hagas a un cuerpo diez años más joven, cuando en la vida anterior a los 31 años todavía es uno virgen. Nada mal. Donde todos te miren...