Si no fuera por el ardiente dolor de su estómago podría sentirse avergonzado de ser cargado como una damisela frágil, cuando él no tenía ni un pelo de eso. Pero solo su mente pudo pensar cuando se encontró recostado en la cama donde había despertado con las piernas abiertas y su supuesto esposo entre ellas. Cualquiera que entrara y los viera podría pensar cualquier cosa obscena, más él estaba intentando controlar el dolor y no sentirse asqueado con la túnica húmeda de sudor. Ya ni le quedaba fuerza para pelearle a aquel hombre, al menos había tenido a decencia de cargarlo y llevarlo con cuidado a pesar de sus palabras fuertes.
FengXiao se inclinó poniendo una mano al lado de la cadera y apartó la túnica de su esposo dejando al descubierto su pecho y la pancita que se veía cómica en aquel cuerpo delgado, pero que solo había dado dolores de cabeza hasta la fecha. Concentró su cultivo en su palma muy parecido a su pareja y la acercó al vientre sin tocarla.
El dolor en el cuerpo de Han Zhiyin desapareció tan pronto que pareciera que nunca hubiera está ahí, pero también había algo. No solo el cultivo estaba aliviando su cuerpo se estaba filtrando hacia sus canales espirituales invadiendo sus líneas de energía. Así que ese era el cultivo que estaba en su cuerpo y que no dejaba desarrollar el propio como es debido, si seguía así no saldría de los números bajos. Por su parte su esposo debía estar en un nivel 8 de los 10 niveles de cultivo. Incluso se podía ver un leve destello plateado alrededor de su cuerpo que ondeaba su largo cabello mientras sus ojos se veían aún más azules.
En la actualidad donde el cultivo era ilegal, ver a alguien por encima de un nivel 5 era algo raro, él mismo había logrado llegar en secreto a un 6, casi llegando al 7, algo ya muy considerable. Con este cuerpo aún no sabía bien que había con él. Tendría que indagar a fondo y purificarlo para saber si nivel realmente.
Zhiyin le tomó la muñeca y habló soltando el aire en sus pulmones.
-¿Qué haces?-
La pregunta pareció desenfocar otra vez a Fengxiao arqueando una ceja aunque no dejó de pasar energía.
-Lo de siempre, metabolizar tu cultivo a partir del mío, así mi hijo se estabiliza y tú obtienes tu parte, no fue ese acaso el trato para que lo mantuvieras vivo-
Vaya, había un trato de por medio. Pensó Zhiyin, aquí había cosas que tenía que investigar referente a su nuevo receptor. Al parecer la situación con el buenaso de su esposo no era color de rosa. Por esta vez lo dejo pasar. Ahora que ni se sentía tan molesto y podía pensar con claridad se dio cuenta que no debía actuar tan impulsivo o la situación que hubiera poseído el cuerpo sería muy evidente y a saber tú su futuro.
Soltó la mano y se acomodó en sus antebrazos dejando que el cálido cultivo se filtrara en su cuerpo. Era realmente relajante y estimulaba muchas áreas internas de él sin dañarlo haciendo que sus muslos temblaran ligeramente pero se abstuvo de apretarlos, no quería darle indicios de que le gustaba. Disfrutaría de la sensación por ahora pues sería la última vez. Esta era su nueva vida, su segunda oportunidad y no importara como hubiera sido este cuerpo, él tendría que tonar las riendas.
Cuando Fengxiao terminó se incorporó admirando la imagen relajada de su esposo, que con su pelo desparramado por las sábanas, su túnica abierta indecentemente, y las piernas invitando a estar más profundo entre ellas. Si fuera en otros momentos, más específicamente al inicio de su relación, antes de su matrimonio, antes de conocer su verdadero carácter no se negaría a tomarlo, pero a esa altura no era una opción.
-¿Deseas algo más?- su voz siempre se mantenía tranquila y clara, con razón era el líder de la secta, con un control total sobre él mismo, además de ignorar su trato poco respetuoso hacia él cuando había entrado en la oficina.
Zhiyin se dejó caer hacia atrás con un suspiro agotado.
-Tengo hambre, estoy cochino, quiero dormir- dejó salir todas sus peticiones juntas.
-¿Qué quieres hacer primero- Fengxiao estaba acostumbrado a los caprichos de su esposo y aunque lo mantenía a raya, ahora que esperaba su hijo intentaba complacerlo en la medida de lo posible por tal de que su criatura estuviera bien.
Zhiyin se quedó mirándolo por un momento desde la cama y después hizo una mueca pensando.
-¿Puedo pedir dátiles?- la boca se le hizo agua nada más pensarlo, ese era un fruto difícil de encontrar en su anterior vida.
-A ti no te gustan los dátiles- esas palabras le tumbaron los ánimos.
Se incorporó de golpe abriendo los ojos desilusionado y haciendo un puchero, si el anterior dueño de aquel cuerpo no los comía entonces él no podía de buenas a primeras empezarlos a comer sin levantar sospechas. Vida cruel, odiaba al dueño anterior.
-Yanhuan- escuchó la voz de su esposo haciéndolo estremecerse nuevamente, nombrando a uno de los dos gemelos, específicamente el de cabello recogido y que entró arrodillándose no sin antes darle una mirada de odio a Zhiyin- Trae un plato de dátiles para Fujie-
El joven levantó la cabeza pestañeando.
-¿Dátiles, él?, pero si no le-
-Yanhuan- Fengxiao levantó su voz una octava y este se cayó bajando la cabeza- en el embarazo hay antojos que pueden tomar por sorpresa-
-Sí, mi señor, lo traigo ahora- y salió nuevamente.
-A él no le caigo ni una pizca de bien- Zhiyin se había girado de lado y recostaba la cabeza sobre la mano mordiéndose la uña- si al menos cambiara ese ceño fruncido se vería mejor-
Un gruñido bajo inundó la habitación y Zhiyin miró impresionado a su esposo. Los ojos de este se habían vuelto, profundos y amenazadores.
-Solo fue un comentario, no tienes que estar celoso- no comprendía su reacción.
Acaso se había casado con un hombre controlador que no lo dejaba mirar ni para el lado. Esperaba que no porque era el tipo que más odiaba.
-Estás diferente hoy- Fengxiao le habló entrecerrando los ojos.
Zhiyin rio nervioso y dejó de mirarlo cogiendo una almohada y abrazándola.
-Tú mismo lo dijiste, el embarazo hace que las personas cambiemos, puede que me haya golpeado la cabeza y algo esté mal dentro de mí, no me prestes mucha atención-
No recibió respuesta por parte de su esposo. Tampoco insistiría en que le respondiera como estaba embarazado, si estaba sospechando algo, eso solo haría que estuviera más alerta. Por el momento tendría que aprender a lidiar con los nuevos problemas delante de él y ya después averiguaría su pasado, aunque necesitaría interrogar a alguien sino quería meter la pata.
-Deberías cambiarte mientras Yanhuan busca los aperitivos-
Zhiyin miró hacia abajo y recordó que su ropa seguía algo húmeda y parecía una maraña de tela mal puesta. Arrastrándose por la cama se incorporó soltándose la tira de la túnica antes de darse cuenta que no se acordaba de donde, en aquel enorme cuarto estaba guardada la ropa. Guardándose el orgullo se giró hacia su esposo con las manos en la cintura intentando parecer normal, si aquel era su cónyuge lo que le pediría no sería una petición descabellada.
-Esposo mío, me duele el cuerpo, me puedes ayudar a cambiarme- otra vez lo vio fruncir el ceño y el ruido de un cántaro en el piso le llamó la atención a ambos.
Yangfen, el gemelo de cabello suelto, se quedó estático delante de ellos con las manos congeladas en la posición de cuando agarraba una jarra con agua que se esparcía debajo de él. Zhiyin giró la cabeza confundido y pestañeó ¿Se había comportado tan extraño? Al parecer si por la expresión de ambos hombres además de él.
Entonces ¿qué tipo de relación matrimonial tenía con ese hombre para que reaccionara así?
ESTÁS LEYENDO
Enamorado de un idiota (Novela original)
RomanceTransmigrar de un mundo donde el cultivo es ilegal a uno donde es el objetivo de tu vida, mejor imposible. Que lo hagas a un cuerpo diez años más joven, cuando en la vida anterior a los 31 años todavía es uno virgen. Nada mal. Donde todos te miren...