Esposo mío, no es lo que piensas

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Zhiyin no pudo evitar soltar un gemido lastimero al sentir un fuerte dolor en el costado de su cuello. Estaba familiarizado con eso. Sabía bien que estaba siendo mordido, su esposo solía hacerlo en todo su cuerpo, le gustaba morderlo, pero nunca lo había hecho tan duro como para que sintiera el líquido caliente correr después.

-Umm, esposo mío, no me muerdas tan duro- dijo con la voz pastosa y abriendo los ojos lentamente.

La oscuridad se cernió sobre él y su mente en una brumosa nebulosa se fue difuminando llegando a él los últimos recuerdos de los sucesos, tanto de su desmayo como la irreal conversación con Fujie. Vio a la persona sobre él que recargaba de forma pesada su cuerpo aplastando su panza al punto de ser incómodo y sofocante. Soltó un quejido y empujó los hombros alejándolo de él para poder respirar. Supuso que era su esposo ¿no? Él que estaba con él ¿verdad? ¿Quién más se atrevería a tocarlo de aquella forma?

Alzó la vista y a pesar de la oscuridad definió el cabello largo y liso y el rostro anguloso de Fengxiao aunque sus ojos se notaban un poco más oscuros de lo habitual y era su idea o era por la iluminación pero sus rasgos eran más maduros y duros.

Zhiyin sacudió su cabeza. Le dolía y mucho. Sus músculos pesaban. Sintió como su esposo se volvía a recostar sobre él y volvía a morderlo mientras sus manos se filtraban por su túnica que estaba hecha un desastre sobre su cuerpo dejando a la vista gran parte de él.

Zhiyin se estremeció y volvió a intentar apartarlo.

-Esposo mío- jadeó frunciendo el ceño ante la nueva pulsada, su cuello de seguro era un desastre- Me encanta que me toques y todo lo que tú quieras pero necesito hablar contigo-

Empujó con más fuerza y logró apartarlo lo suficiente como para tomar una profunda bocanada de aire, sentía sus cotillas todas aplastadas entre su esposo y su bebé, podía jurar que podría desmayarse de nuevo. ¿Qué demonios le ocurría a Fengxiao? Él no era así de tosco con él.

Para su suerte este se separó por completo dejando que Zhiyin se pudiera levantar y se quedó sentado en el borde de la cama. Se secó el sudor de la frente e se levantó como pudo aunque se tambaleó al principio. Una vez que estaba más estable se dirigió a la puerta arreglándose la ropa.

-Busquemos a los gemelos, hay algo importante que debo decirte- lo miró por encima del hombro cubriendo con su palma las profundas mordidas sintiendo la piel ligeramente húmeda.

Notó que Fengxiao se había quedado sumido en la oscuridad, se veía extraño.

¿Esposo mío, estás bien?- le preguntó un poco preocupado cuando sintió la voz de Yanhuan que se acercaba  a la habitación donde estaba, al parecer después de perder el conocimiento su esposo lo había llevado allí. Agradecía que no se hubiera golpeado, además del dolor del su cuello su panza parecía estar en un buen estado.

-Espera aquí un momento, después seguimos ahora tenemos cosas más importante que atender-

Sin importarle su estado desaliñado abrió la puerta para llamar al gemelo antes de que este desapareciera cuando chocó contra algo duro que le hizo dar un paso atrás.

-Pero que…eso duele- se frotó la nariz que recibió todo el impacto cuando escuchó una voz que lo hizo quedarse congelado en el lugar.

-¿Zhiyin?-

El nombrado se quedó pestañeando y cuando alzó la cabeza al que vio fue precisamente a…su esposo y este no parecía muy contento.

-¿Feng…xiao?- tartamudeó confundido.

Este también parecía confundido sobre todo cuando repasó su imagen de arriba abajo viendo su estado. La túnica abierta y mal puesta. Varias marcas de besos que no parecían ser de la noche sino muy recientes, las mordidas en su cuello, los labios húmedos, el pelo desaliñado, parecía que acababa de ser follado ferozmente.

Enamorado de un idiota (Novela original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora