Zhiyin cubrió con la colcha el cuerpo de su esposo que se había quedado dormido apenas habían tocado la cama. Le había tenido que quitar las botas y aflojar la túnica antes de que pudiera dejarlo completamente acostado pues este ni siquiera tenía fuerza para esto. La medicina le había hecho bastante efecto y estaría dormido por al menos las próximas siete u ocho horas.
Se dio cuenta que era la primera vez que veía a Fengxiao durmiendo y una sonrisa boca se dibujó en sus labios. Recostó su barbilla en su mano y se detuvo a contemplarlo. Su rostro se veía aún más joven y hermoso ahora sin toda la tensión referente a su puesto y todas sus responsabilidades. Sus pestañas eran tan largas y oscuras que hacían sombras en sus pómulos. Sus labios todavía estaban ligeramente hincados de ayer y eso le trajo otra vez los recuerdos de las coas muy pervertidas que habían hecho y que a Zhiyin le habían encantado.
Pasó los dedos por la mejilla palpando la piel lisa y suave que incluso él envidiaba, tenía un cutis de infarto, ni siquiera había rastro de textura de barba, necesitaba saber su secreto. Sus dedos llegaron a su cuello y rodeó una de las tantas marcas que le había dejado y que lo marcaban como suyo. Las mejillas de Zhiyin se sonrojaron marcadamente.
-Esposo mío, creo que me gustas-
Tener esos pensamientos hacía que llevara su relación a otro nivel y eso le preocupaba ¿Estaría preparado? Pero por alguna razón cada vez la presencia de Fengxiao se hacía más importante en su vida y se molestaba cuando no estaba cerca o alguien quisiera arrebatárselo, por eso reaccionaba tan mal cuando su invitada hacía movimientos de más contra él.
Tenía que concientizar que era su amiga de infancia. Si sus papeles fueran investidos, verdaderamente sería una posición incómoda, pero no podía evitarlo. Esa mujer estaba enamorada de Fengxiao y él podía verlo, por qué su esposo y todos en la secta eran tan ciegos para darse cuenta.
Suspiró. Sabía que no debía bajar la guardia pero tampoco le quería ocasionar problemas a ese hombre. No ahora.
Acomodó más la colcha asegurándose que lo cubría bien y se levantó con cuidado saliendo después de la habitación. Afuera Yanfeng lo esperaba y detrás venía su hermano después de dejar a la invitada en su respectivo lugar.
-No hagamos ruido, él está durmiendo profundamente, la medicina es muy fuerte pero se levantará completamente recuperado- Zhiyin les sonrió y les hizo seña para que lo siguieran a otro lugar.
-Oye- Yanhuan caminaba detrás de él- eso que preparaste, puedes hacerlo de nuevo-
Zhiyin pestañeó y se detuvo girándose.
-Te refieres al chocolate- una sonrisa pícara salió de sus labios -¿Qué? Quieres copiar lo que le hice ayer a mi esposo-
Yanhuan se sonrojó tanto recordando el momento que apenas si pudo hablar. El menor rompió en una sonora carcajada que le salieron lágrimas en sus ojos. Yanfeng por su lado no entendía que ocurría.
-Tú, tú- lo señaló con el dedo –No volveré a pedirte anda- pasó por su lado rápidamente avergonzado.
-Oye, ven acá, no te acomplejes- Zhiyin lo siguió todavía riéndose- Yanhuan no me ignores- no paraba de reir- Solo bromeaba-
-Tus bromas son de mal gusto- le gritó el gemelo indignado de que le hubiera tomado así el pelo.
Zhiyin siguió carcajeándose como un niño que hubiera hecho una travesura.
-Vamos, no seas así, te lo prepararé de nuevo cuando tenga mi pequeña plantación-
-Ya no me importa- agitó las manos sobre su cabeza.
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Enamorado de un idiota (Novela original)
RomanceTransmigrar de un mundo donde el cultivo es ilegal a uno donde es el objetivo de tu vida, mejor imposible. Que lo hagas a un cuerpo diez años más joven, cuando en la vida anterior a los 31 años todavía es uno virgen. Nada mal. Donde todos te miren...