Esposo mío, muérete

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Zhiyin apretó los dientes. Tanta frustración dentro de él. Estaba preocupado también por la condición de su hijo. La preocupación y el estrés hacían que apenas pudiera descansar y menos consumir alimento, si seguía así perjudicaría a su renacuajo y eso era lo que menos quería. Se removió y oyó el tintineo de los regalos carísimos que le habían regalado los líderes de secta y agarró la bolsa entregándosela a Xiaocheng.

-Puedes vender esto, necesitaré el dinero- le pidió serio.

Xiaocheng comenzó a molestarse. Tomó la bolsa pero apenas la miró, su atención estaba fija en el hombre frente a él.

-Sí, puedo- dijo renuente- Pero solo después de que me digas que es lo que pasa-

Zhiyin negó con la cabeza. Si no se lo había dicho a su esposo, menos se lo diría a él, que a pesar de haberlo sacado de la secta no tenían tanta confianza como si fueran buenos amigos. Oyó a Xiaocheng resoplar exasperado.

-No seas cabeza dura Zhiyin, te estás matando y algo es la razón de eso, habla de una puta vez- casi gritó.

El menos bajó la cabeza y los hombros. Se levantó y caminó unos pasos alejándose de él. Xiaocheng miró la delgada y vulnerable espalda del chico.

-Xiaocheng, qué pasaría si descubrieras que el hijo que lleva tu esposa en su vientre no es tuyo- su voz apenas era un murmullo.

El líder se pellizcó la barbilla.

-Bueno, en primera, necesito una esposa, empezando por ahí. En segundo, es una pregunta complicada pues...- entonces fue que cayó- Espera, espera, acaso estás insinuando- estaba conmocionado.

Zhiyin ni siquiera se giró, no quería ver su rostro acusador, pero lo que oyó fue una sonora carcajada.

-En serio eres increíble- esta vez Zhiyin no pudo evitar dar la vuelta y pestañear- Oye, no sé qué es lo que pasa por tu cabeza pero te puedo decir que Fengxiao, ese esposo tuyo es la persona más perceptiva que he conocido, el maldito sabe cada cosa que ocurre en su secta y no sé su maldito método pero lo necesito. Crees que no sabría si ese hijo es suyo- le sonrió.

En cambio Zhiyin no estaba muy convencido.

-Pero yo...Fujie, él- su lengua estaba trabada en su boca.

-Mira- Xiaocheng se levantó de la cama- Yo no soy la persona adecuada después de todo- pasó por al lado de Zhiyin- Mejor háblalo directamente con tu esposo-

Zhiyin abrió los ojos y tembló cuando en la puerta encontró la figura de Fengxiao y pudo jurar que nunca lo había visto tan molesto en su vida. Mordió su labio inferior y comenzó a retroceder con pasos lentos.

-Sé gentil con él, no quiero tener que enterrar a nadie ¿vale?-

Xiaocheng palmeó el hombro del otro líder antes de salir y cerrar la puerta, era mejor dejarlos solos, iba a ser una larga conversación.

La pared pronto se precipitó detrás de la espalda de Zhiyin y él se quedó atrapado como una presa viendo como el depredador se acercaba a él. Quería huir pero estaba paralizado. Nunca había sentido tanto miedo en su vida, la razón, no la sabía, tal vez el hecho de ser rechazado era lo que le daba tanto terror. Y no quería eso.

EL sonido de los pasos de Fengxiao pronto fuer una tortura para él. Apretó la tela de su pecho evitando contener el temblor de sus manos.

-No te acerques- apenas pudo decir- NO TE ACERQUES- gritó y un par de lágrimas se derramaron de sus ojos que los cerró con fuerza.

Pero su esposo no tenía intenciones de hacerlo. Sus manos se posaron con firmeza a cada lado del cuello de Zhiyin que se encorvaba ahogando un sollozo.

Enamorado de un idiota (Novela original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora