Enamorado de un idiota (Novela original)

Hermano, ten cuidado

¿Pero qué demonios?

A Yanhuan casi se le quiso salir el corazón del pecho. Ese era Fengxiao, el mismo Fengxiao que le había dado dinero y medicamentos. Bueno, el único Fengxiao que conocía.

¿Pero cómo era que había sido secuestrado?

Se acordaba perfectamente de él a pesar de estar en un estado demacrado en su pasado encuentro. El chico podía ser solo un adolescente pero era realmente fuerte. El gemelo chasqueó los dientes.

-Hermano- Yanfeng se preocupó por la expresión sombría que estaba poniendo en su rostro y con la fuerza que apretaba su mano.

Ante esto el gemelo mayor reaccionó y besó los dedos arrugados de su hermano.

-Lo siento Yanfeng- se disculpó arrepentido por no haber medido su fuerza y lastimarlo.

El menor negó con la cabeza y giró su rostro hacia donde se habían ido aquellos hombres.

-Puedes ir a salvarlo. Estaré bien- apretó los labios- Hermano, ten cuidado-

Yanhuan lo miró con sorpresa en su rostro. Yanfeng sonrió.

-Me puedo imaginar lo que estás pensando. Somos gemelos después de todo-

Su hermano pestañeó para después asentir con la cabeza. Besó la frente de Yanfeng.

-Volveré pronto- le dio la bolsa con el dinero- Espérame donde siempre hasta que regrese. Si empieza a anochecer vuelve. Yo me reuniré contigo después-

Yanfeng asintió y soltó su mano dejando que su hermano comenzara a correr en aquella dirección. No sabía quién podría ser aquella persona pero parecía ser alguien significativo para Yanhuan, sino no hubiera reaccionado así. Yanhuan era muy indiferente con las demás personas. Así que como le negaría ir a ayudarlo. Despejó su cabeza. Él no era alguien celoso ni nada por el estilo. La vida de su hermano no le pertenecía por muy unidos que estuviera. Aun así se quedó preocupado esperaba que su hermano estuviera bien y no se arriesgara mucho.

Con eso en la cabeza dio media vuelta y escondió la bolsa en el pecho de su túnica y caminó tranquilamente sin meterse con nadie. Lo más recomendable era no llamar la atención.

Yanhuan corría por el estrecho callejón. Había perdido de vista a los tipos encapuchados pero eso no significaba que no tuviera su rastro. Él era un sobreviviente de la calle, si había algo que tenía muy arraigado a él era como seguir a alguien para robarle.

Por lo que casi diez minutos después y de haber doblado varias esquinas llegó a una zona donde el ruido antes era estruendoso. Ahora no había nada. Simplemente aquel chico que había conocido aquella vez, parado en el medio de los cuerpos desparramados por el suelo, inconscientes.

Fengxiao estaba ileso.

El mayor se sacudió las manos y se ajustó el traje como si nada hubiera pasado. Al oír a alguien acercarse detrás de él miró por encima del hombro y lanzó una ráfaga de energía espiritual que no golpeó al gemelo porque la difuminó antes de que impactara con el cuerpo más joven. El trasero de Yanhua quedó pegado al suelo y con los ojos abiertos.

-Tú- Fengxiao se giró hacia él- ¿Qué haces aquí?- su tono lo interrogaba.

El menor tragó en seco y supo que era recomendable no mentir. El brillo de esos dos orbes azules daba miedo y notando el estado de los hombres que por lo visto no habían podido hacer mucho contra él, no sería el que se pudiera la soga contra el cuello.

-Yo, pensé…que estaba en…peligro- su voz temblaba pero sus ojos no mentían estaba diciendo la verdad- pero me di…cuenta que…no fue necesario-