Esposo mío, qué tacaño eres

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AAAAhhhhhh

Zhiyin abrió los ojos de pronto. Su cuerpo estaba bañado en sudor y su cuerpo temblaba ligeramente.

-Zhiyin- la voz familiar a su lado hizo que la nebulosa frente a él se fuera esfumando dejando a la vista el rostro de su esposo junto a la habitación donde estaba durmiendo.

Verdad, ya no estaba en ese odioso lugar. Sin embargo, no sería algo fácil de superar.

-¿Una pesadilla?- la cálida palma de su esposo se posó en su mejilla con un poco de su poder para ayudar a calmarlo. Su pulgar limpió una lágrima que corría por el borde del ojo de Zhiyin.

-No pongas esa cara, estoy bien- dijo con la voz seca, sentía que su garganta era una lija.

-Te traeré agua- Fengxiao caminó hacia la mesa sirviendo un cuenco con agua con algunos ingredientes medicinales, mientras Zhiyin buscó a su hijo encontrando que la cuna estaba vacía.

-¿Dónde está mi ranita?- preguntó angustiado. Ahora que había estado con su bebé y compartido su tacto sentía que la conexión entre ellos era sumamente fuerte. Eso sería un problema si su esposo se enteraba. Los celos volarían por los aires.

-Dormiste toda la noche- le mencionó el líder levantando un poco a Zhiyin y sentándose detrás de él para ayudarlo a tomar el agua- En estos momentos él está siendo bañado por Suji y después Yanfeng le dará su leche. Son muy estrictos en la rutina de Xiaoyi, pero eso podrás hacerlo tú mismo cuando estés más estable.

Zhiyin tomó el agua a pequeños sorbos con ayuda de su esposo y recibió un beso en su sien al terminar.

-Lo haré, no quiero que mi ranita piense que soy un mal padre- Zhiyin tenía un puchero en sus labios.

-No lo eres- Fengxiao dejó el vaso a un lado y lo abrazo calentándolo entre sus brazos- Él sabe todo lo que te esforzaste para que él llegara a salvo a mí.

Zhiyin giró su rostro hacia él con una leve sonrisa en su rostro.

-Era lo menos que podía hacer por mi ranita.

Fengxiao le besó la mejilla y no pudo evitarlo, acercó un poco más sus labios y aunque debía ser delicado debido a que el estado de los de su esposo no era el mejor, dejó caer un pequeño beso sobre ellos. Eso... hizo que ambos temblaran ligeramente. Después de tanto tiempo al fin tenía un contacto de aquel tipo.

-Quiero más- soltó Zhiyin con un puchero tras su esposo separarse- Es que fue tan rápido.

-No debes esforzarte- Fengxiao fue tajante y aunque él más que nadie deseaba besar a su esposo más de lo que cualquiera se pudiera imaginar, formar el cuerpo débil de este podría ser contraproducente.

-Esposo mío, qué tacaño eres- el puchero de Zhiyin se hizo más grande.

-Cuando estés más estable te lo compensaré.

Los ojos de Zhiyin brillaron.

-¿En serio?- era como si en su cabeza comenzaran a danzar las miles de ideas que podría hacer con su esposo, ahora que ya no estaba embarazado- ¿Te imaginas las posibilidades?

Fengxiao cerró los ojos. No, mejor no pensaba en eso. Se imaginaba que ahora que su esposo no estaba con su hijo dentro... se lo devoraría completo cada vez que tuviera oportunidad. No estaba en contra de ello, pero con Zhiyin había que tener cuidado y precaución.

-Cambiando de tema- Fengxiao desvió la atención a la subida de temperatura entre ellos. Era increíble como aún Zhiyin con su estado era capaz de cambiar el ambiente para bien- Suji se ha encargado de mantener estables tus negocios en tu ausencia. Fue un apoyo importante junto a los gemelos mientras estaba confinado y tú no estabas. Incluso ha guiado en la crianza de Xiaoyi ya que ella estuvo durante el nacimiento de nuestro hermano menor

Zhiyin sonrió.

-Mi cuñada al inicio era realmente un asco conmigo, pero la comprendo. Le tendré que agradecer en grande por todo lo que ha hecho.

-No le digas nada, pero está enamorada de Rongyi- le comentó Fengxiao- hacía tiempo que no la veía sonreír de esa manera.

Zhiyin alzó una ceja.

-Mientras no lo malcríe mucho todo está bien.

Fengxiao estaba más seguro que sería su esposo el que consintiera a su hijo en muchas cosas.

Tras esto besó la sien de este para levantarse y dejarlo acostado nuevamente.

-Déjame limpiarte y cambiarte de ropa, la que tienes puesta está húmeda de sudor. Después de eso para que comas un poco y puedas jugar con Xiaoyi- le dijo Fengxiao recibiendo un asentimiento por parte de Zhiyin.

Poco después con una palangana con agua que calentó con su propio cultivo y unas toallas limpias que Yanhuan había dejado preparadas. Normalmente sería algo que harían los gemelos, pero él quería hacerlo, no quería separarse de su esposo, al menos no en esos momentos.

Se encontró con un Zhiyin con una expresión complicada y que parecía realmente nervioso. Sus manos apretaban la túnica, como si no quisiera que está fuera despojada de su cuerpo.

-¿Qué ocurre?- se sentó a su lado dejando las cosas sobre la mesita al costado de la cama.

Zhiyin apretó los labios.

-Esposo mío... no quiero que la veas- sus manos se desplazaron hacia donde descansaba la enorme herida de su vientre que en ese momento estaba vendada y en proceso de sanación.

-Zhiyin- Fengxiao suspiró- ya la he visto, y mucho peor de lo que está ahora- la expresión de amargura que encontró en el rostro de su esposo no le gustó para nada.

-Es muy fea, y está en esa zona. Debe parecerte desagradable-

Fengxiao negó y puso una mano sobre la de él.

-Es una herida por donde nuestro hijo salió al mundo. Si es linda, si es fea, es irrelevante, yo también tengo heridas y ¿te parecen feas?-

Zhiyin negó.

-Claro que no.

Fengxiao sonrió ligeramente.

-Es lo mismo para mí- se inclinó y le besó la frente- Así que no tienes que preocuparte. Ahora déjame limpiarte para que puedas jugar con tu ranita.

Zhiyin se emocionó ante la mención de precisamente su ranita y aunque estaba nervioso encontró tranquilidad al notar que su esposo no mostraba ninguna muestra de asco o repulsión ante todas las heridas de su cuerpo. Por poco vuelve a llorar de nuevo, pero no lo haría. Ya había derramado demasiadas lágrimas.

Enamorado de un idiota (Novela original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora