Enamorado de un idiota (Novela original)

Esposo mío, quién te gusta más?

Fengxiao montó en la espada a su esposo emocionado de regresar a la secta a pesar de que su rostro no lo mostrara. Las palabras de Zhiyin aun resonaban en su cabeza y como anteriormente había sido frustrado en pleno acto esperaba con ansias lo que el menor iba a hacer.

Por su parte Zhiyin tenía su mente en otro lado. Él también recapitulaba sus palabras y un poco más atrás, precisamente cuando Fengxiao y él casi se devoraban en público como si aquello fuera lo más normal del mundo. Había bromeado respecto al tamaño de su esposo pero fue solo para opacar su vergüenza ¿Cómo demonios su cuerpo había albergado algo así anteriormente, porque si estaba embarazado quería decir que lo que estaba allá abajo había estado dentro de él.

Tragó de la ansiedad. Al ser virgen, al menos su conciencia, no tenía idea de cómo reaccionaría si en algún momento llegara a tener sexo con su esposo, y como se estaba desarrollando su relación últimamente ese era un futuro muy venidero. Quizás podía fingir como si no fuera virgen para no delatarse tan abiertamente, o tal vez decir que le duele solo porque hacía mucho que no lo hacía.

Se llevó las manos a la cabeza. Se rompía el cráneo con todo aquello pero sabiendo que a la hora de la verdad solo le abriría las piernas a su esposo y dejaría que el hiciera maravillas. Todavía se avergonzaba de cómo le pedía más en aquel lugar y de la forma en que movía sus caderas sobre Fengxiao buscando potenciar aquella deliciosa sensación.

-No te muevas tanto, o te puedes caer- Fengxiao apretó el agarre presionándolo contra él -¿Ocurre algo? Estás inquieto-

Zhiyin negó enérgicamente con la cabeza. Quien es su sano juicio diría que tenía una disertación propia de cómo tener relaciones con su esposo, pues él no sería.

-Esposo mío, qué querías decirme antes- cambió el tema.

-¿Cuándo?- puso su mentón sobre su hombro acomodándose ya que el menor estaba bastante dócil con la cercanía y el aprovecharía el momento.

-No te hagas el bobo, antes de que nos interrumpieran- todavía quería saber, su instinto le decía que no debía dejarlo pasar.

-Eh estado pensando estos últimos días mucho respecto a ti-

-Vaya esposo mío, me siento importante- bromeó Zhiyin soltando una carcajada.

-Hablo en serio- la otra mano de Fengxiao se puso encima de la panza –Has cambiado mucho, te estás esforzando todos los días. He revisado todas tus tareas y están mejor que perfectas. Has ayudado a los discípulos nuevos a entrenar. Te estás ganando un lugar importante como dijiste que lo harías-

Eso hizo que Zhiyin recordara la pelea que habían tenido y que le había dicho que no podría expulsarlo de la secta tan fácilmente. Se había metido de lleno en ello.

-Te lo dije, soy hombre de palabra y puedo ser muy terco cuando quiero- se rio complacido.

-No te expulsaré- soltó de golpe Fengxiao y esto hizo que el cuerpo de su esposo se volviera inestable entre sus brazos.

-¿Qué acabas de decir?-

-Que no te expulsaré. Además eres la madre de mi hijo. No quiero que él se críe sin ti-

Zhiyin todavía estaba conmocionado pero como siempre abrió su boca.

-Eso de que me llames madre está un poco fuerte para mí, dejémoslo con papi, vale- se rio con vergüenza para después cubrir su boca con el dorso de la mano.

-Entonces por qué en aquel tiempo siempre decías que me ibas a echar, sabes la ansiedad que eso me creo, que demonios creías que iba a hacer sin saber a dónde ir y dejando a mi hijo detrás- solo de pensarlo le puso la piel de gallina. Otros quizás se hubieran callado aquello pero a Zhiyin le gustaba dejar todo claro, así era mejor en vez de enredar todo.