Esposo mío, como está Yanhuan

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Zhiyin estaba acostumbrado a los besos cálidos, profundos y pasionales de Fengxiao, de su esposo, de la persona que más amaba en este mundo, por lo que cuando recibió este beso las lágrimas no tuvieron fin. Era completamente diferente, lleno de anhelo, preocupación y, sobre todo, miedo. El cuerpo del gran líder de la secta Tongli estaba temblando. No por causa de sus enemigos, sino por lo que tendría que hacer para poder derrotarlos a ellos, y eso era… dejar a Zhiyin detrás, resguardado y a salvo.

-Esposo mío, esposo mío- las palabras de que se quedara a su lado querían salir de la boca del menor, pero era consciente que dada la situación no era algo que pudiera hacer. Solo lo pondría en una situación más difícil.

Fengxiao besó su frente y cerró los ojos manteniendo un leve control sobre su conciencia. Su espada estaba en efervescencia y estar allí incluso, junto con él podría ponerlo en peligro.

-Utilizaré una barrera alrededor de este lugar. Te esconderá por completo y ocultará tu presencia. Nadie puede entrar, pero tú puedes salir, pero no lo hagas a menos que Yanhuan o yo vengamos por ti- en su tono de voz no era un pedido, era una orden.

Zhiyin asintió con la cabeza. No le pondría las cosas más difíciles a su esposo.

-Esposo mío, como está Yanhuan y los demás.

La expresión de Fengxiao se oscureció aún más.

-Vivos- su respuesta le dio a entender a Zhiyin que el estado de ellos no era el mejor- Fuimos atacados de forma violenta bajo traición. Ellos… estarán bien.

Zhiyin se aferró más a él sin importar que su cuerpo se estuviera manchando de sangre, dado que sintió la ansiedad agregada de su esposo y él deseaba darle el mayor apoyo posible. Incluso su familia estaba en peligro y él lo había ido a buscar para protegerlo. El bebé en su vientre golpeó cada vez más y era tan doloroso que estaba sin aliento, pero lo ocultó. Aun así, Fengxiao pareció notar su incomodidad y pasó una mano por encima de su vientre abultado.

-Espera solo un poco más- le susurró a su hijo con voz grave- Vendré por ustedes pronto.

Zhiyin le sonrió mientras su esposo lo acomodaba, con la espalda contra una superficie áspera del tronco. Gimió levemente ante la incomodidad en su barriga, pero sonrió para no preocuparlo más.

Fengxiao se inclinó y dejó un beso rápido en su frente, nariz y luego boca, para después levantarse delante de él. Zhiyin apretó los labios al poder ver las diversas heridas sobre la piel de su esposo, muchas de ellas tan profundas que quedarían feas cicatrices. Algo que a él no le importaba, amaba y amaría a Fengxiao con todos sus defectos.

Lentamente y pareciendo renuente a irse, Fengxiao dio media vuelta y salió de su escondite. Con cada paso, la neblina tan negra que difuminaba su cuerpo de debajo comenzó a crecer desde sus pies hasta que su cabello ondeó sobre su espalda. En un último minuto se giró levemente y alzando la mano dejó que su cultivo, en ese momento oscuro creara una barrera alrededor del tronco ocultando por completo la presencia de Zhiyin.

Desde dentro, el menor podía ver todo desde afuera a través de la barrera con ondas negras que danzaba de un lado a otro. Desde afuera Fengxiao había dejado de ver a su esposo y un dolor en su pecho se instaló. Solo esperaba que realmente pudiera llegar a tiempo.

Segundos después los escuchó. Sus atacantes se habían multiplicado y estaban tan cerca que lo detectaron. Los ojos totalmente negros de Fengxiao se entrecerraron. Las venas marcándose en su rostro y pecho se hicieron más gruesas y sobre su piel comenzó a vislumbrarse la textura de escamas negras. Su cultivo se volvió agresivo a su alrededor volviendo cenizas la vegetación alrededor y bajo él. Su furia era tal que dejó que su espalda, materializándose en su mano de un lado, y del otro la cabeza del dragón cobrando forma, tomaran el control total de él.

Si era lo necesario para salvar a su familia y a la persona que más amaba, pues lo haría.

Todo pasó muy rápido. Zhiyin apenas pudo divisar cuando su esposo desapareció de delante de sus ojos, con una forma tan peligrosa que incluso tembló. Nunca había visto al hombre tan fuera de sí mismo. Y lo peor es que, aunque él era alguien fuerte, empezó a tener miedo al estar solo allí, sin la protección de Fengxiao. No se había dado cuenta de cuan dependiente era de él.

Se acurrucó como pudo en el lugar sobándose los brazos entumecidos. Debía quedarse allí tranquilo, espetando el regreso de su esposo. Así que aguantó todo lo que pudo. No supo cuando tiempo había pasado en aquel lugar, pero su cadera estaba tan adormecida que ya no sabía cómo sentarse.

Debían haber pasado alrededor de tres o cuatro horas y todavía ningún rastro de Fengxiao o de Yanhuan. Se preguntó si el gemelo estaría bien. Si le ocurría lo que no quería ni imaginar, Yanfeng se destruiría y podría terminar con su vida sin pensarlo. Ellos dos no podían vivir uno sin el otro. con las piernas dobladas y separadas para disminuir la presión sobre su barriga, pero eso no disminuyó el dolor. Y a través de la tela toda sudada y sucia que se pegaba a su estómago pudo ver como su renacuajo se movía, alzándola y estirándola. Una escena que lo aterró.

-Por favor, renacuajo, ahora no es el momento. Papis están en un problemón del que tienen que salir- sin embargo, sus palabras solo parecieron que agravaron la situación y ahora parecía que estaba golpeando.

Zhiyin tuvo que tragar un fuerte grito de dolor. Sentía como si su cuerpo se estuviera partiendo en dos. Las pulsadas de dolor se volvían más intensas a cada minuto. Zhiyin jadeaba con fuerza, apretaba sus ojos tanto que él era incómodo.

-Por favor, por favor- otra vez se encontró sollozando pasando su mano por su barriga.

No era momento de que su hijo viniera al mundo, faltaban días. No podía creer que su parte se estuviera adelantando, no en las condiciones en las que estaba. Se encontraba solo, en serio peligro, sin su esposo o sus gemelos para que lo cuidaran. Solo estaba con él su familiar Fengxin, pero no quería invocarlo dado que podría llamar la atención de sus atacantes ante el uso de cultivo.

Sin embargo, eso no parecieron ser las razones suficientes para que su hijo no hiciera lo que quisiera y Zhiyin se aterró cuando sintió un líquido caliente correr por entre sus muslos y supo que era sangre.

Lo peor… no sabía qué hacer.

Enamorado de un idiota (Novela original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora