Si Zhiyin tenía miedo antes, ahora era mucho más. Estaba indefenso, podían tratarlo como un muñeco de trapo y él solo podría aguantar sin poder mover un dedo. No tenía sensibilidad en ninguno de sus miembros. Todo el vello de su cuerpo se erizó y lágrimas de la impotencia quisieron aparecer en sus ojos.
«Esposo mío» no pude proteger mi cuerpo.
De solo pensar eso un sollozo amenazó con salir de su garganta y sus ojos se pusieron rojos. En todo ese momento el hombre frente a él no dijo nada. Simplemente lo mirada. La túnica interior blanca cubierta por una más gruesa color turquesa y su cabello húmedo suelto cayendo sobre su hombro mostraba que hacía poco que se había bañado... se había preparado para el momento.
En ese este miró por encima del hombro y habló en voz alta.
-Dalai, ven, ya lo trajeron.
-¿YA ESTÁ AQUÍ?-
Zhiyin reconoció la voz como también a la joven persona que apareció corriendo y se estrechó contra el hombre más grande. Apenas le llegaba al hombro y su cuerpo esbelto y delgado le recordó el de su hermano. La diferencia de tamaño era marcada, aunque pasaba de los veinte.
Los orbes verdes lo miraron de lado a lado con impresión marcada en su rostro y luego con una sonrisa.
-Wao- exclamó abrazando el brazo de Jianwen contra su pecho- Vaya es impresionante verlo con mis propios ojos. Antes fue una locura, pero ahora si puedo verlo detenidamente.
-Cálmate- el hombre le habló con calma y le revolvió el cabello también húmedo con la otra mano.
El joven tenía solo una túnica blanca alrededor de su cuerpo, mal puesta dejando ver su níveo hombro, que desprendía una fragancia limpia similar al mayor. Ellos se habían bañado juntos. Zhiyin se preguntó si eran pareja, aunque no lo notó en la forma de ellos mirarse, como ocurría cuando sus gemelos se comían con la vista, o él mismo con su esposo. Y aunque la atmósfera entre ellos parecía íntima no llegaba a la altura de una pareja enamorada.
Ahora se preocupaba si lo que harían sería un trío. Como que todo se estaba volviendo más turbio.
-¿Puedo verlo?- Dalai le pidió con emoción en su rostro a Jianwen.
El hombre inclinó la cabeza.
-Primero cúbrete mejor y después te dejaré hacerlo.
-Si, perfecto- Dalai se soltó y fue a agarrar una de las túnicas del hombre mayor para ponérsela por encima amarrándola de forma dispareja delante. Parecía cómico como le quedaba la ropa de grande, aunque Zhiyin no tenía ni energía ni humor para reírse.
Después se giró hacia él y notó que se acercaba, eso lo estremeció. Quería huir. Hubiera preferido verlos a ellos en su burbuja toda la noche en vez de que lo incluyeran, pero... aquello era un burdel, y que se hacía en un burdel... follar. Solo era cuestión de tiempo antes que lo llevaran a cumplir esos cometidos.
Gruñó en su garganta con molestia cuando Dalai se sentó en el borde de la cama con una sonrisa. Sonrisa que Zhiyin hubiera desaparecido de su rostro de una patada si pudiera
-Oye tranquilo pequeño tigre- Dalai se inclinó hacia él y... comenzó a olfatearlo.
Zhiyin se quedó anonadado. Acaso estaba oliendo su próximo bocado. Tragó en seco. Frente a él, el hombre solo miraba agudamente con los brazos cruzados sobre su pecho. Y antes que sus miradas se entrelazaran su cuerpo fue girado boca abajo.
Zhiyin comenzó a temblar internamente. Estaba en una posición muy vulnerable y más cuando sintió que la túnica era corrida mostrando su torso y toda su espalda. Esta vez las lágrimas no pudi contenerlas y se derramaron de sus ojos.
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Enamorado de un idiota (Novela original)
Storie d'amoreTransmigrar de un mundo donde el cultivo es ilegal a uno donde es el objetivo de tu vida, mejor imposible. Que lo hagas a un cuerpo diez años más joven, cuando en la vida anterior a los 31 años todavía es uno virgen. Nada mal. Donde todos te miren...