Cinco personas entraron por la puerta del burdel cubiertos con lustrosas túnicas de color rojo y adornos plateados que denotaban un alto estatus. Los que más resaltaban eran los dos que encabezaban el grupo con máscaras talladas que cubrían dos tercios de sus rostros y que no era algo anormal para el lugar. Mientras pagaran el dinero necesario y a las personas indicadas, la identidad no era algo importante. Razón por la que pudieron ingresar sin problemas.
El dinero podía hacer maravillas en ese bajo mundo. Solo moviendo unos hilos necesarios habían llegado ahí sin tanto lío. Y gracias a Jianwen llegar había sido más fácil de lo que pensaban. Sin embargo... sin información si se convertía en todo un reto.
-Mi señor, todo está listo- uno se detuvo al lado de los hombres más altos del grupo y habló murmurando- Cuando dé la orden todos se movilizarán.
Fengxiao asintió levemente apretando sus puños en su espalda sumamente tensa. Podría parecer relajado, pero era todo lo contrario. Solo con pensar que Zhiyin podría estar allí sufriendo, o siendo tocado por alguna de esas ratas le hacía hervir la sangre.
-Contrólate- la voz de Xiaocheng no era un alivio. El líder palmeó la espalda de Fengxiao a su lado como apoyo. Podía imaginarse cómo se sentía en ese momento.
-Estoy bien- le respondió Fengxiao cerrando sus ojos y suspirado. Debía controlarse o su espada podría arremeter contra todo y dado su estado no la detendría.
-Yanhuan, que se muevan en silencio y lo más rápido posible- le dijo y el gemelo asintió.
Él, junto al grupo detrás de él, con una agilidad peligrosa retrocedieron y se infiltraron fingiendo enredarse con algunos de los esclavos. Era el método más fácil para encontrar a Zhiyin. Fengxiao y Xiaochen querían hacer lo mismo, pero rápidamente una mujer elegante se acercó a ellos y les mostró una sonrisa. Ya sabía que habían sido detectados desde el puerto, después de todo fingían ser personas interesadas en esclavos.
-Buenas, soy la encargada de este lugar, qué les puedo ofrecer- su tono era agradable mas no el brillo de sus ojos.
Los dos hombres se miraron.
-Queremos ver que nos pueden ofrecer, somos personas exigentes- Xiaochen fue el primero en hablar dado que tenía más actitudes sociales que su amigo- ¿Nos puedes dar un recorrido por el lugar?- se quitó un anillo carísimo de su mano y se lo extendió a la mujer de forma coqueta.
La mujer sonrió sabiendo cómo se movía el negocio y les indicó que la siguieran. Si habían logrado entrar allí era porque solo querían una cosa: esclavos.
Los llevó por varios salones, pasillos donde podía escucharse risas, gemidos, gritos incluso el resonar de golpes, era un burdel después de todo y por donde los llevaban era por donde más se efectuaba la actividad para la que estaba diseñada la edificación, sin embargo, no era importante para los hombres.
Si Zhiyin hubiera hecho algún sonido Fengxiao lo hubiera identificado al momento y hubiera matado a quien lo estuviese tocando.
-He escuchado que también tiene menores aquí- la pregunta de Xiaochen hizo que la mujer mirara por encima del hombro con la ceja alzada.
Y era la pregunta clave, después de todo era un niño el que estaba cuidado a Zhiyin, si lograban dar con él encontrarían las respuestas que buscaban. La mujer se giró e inclinó la cabeza.
-Debo confesar que en estos momentos no tenemos nada así disponible. El menor que nos quedaba fue vendido a un hombre rico que se vio interesado en él. Estaba buscando a alguien para hacerlo pasar por su hijo, y eso fue la semana pasada. Siento la decepción, pero tenemos esclavos con una apariencia bastante juvenil que seguro les satisfarán todas sus demand...- se cayó cuando Xiaochen alzó la mano.
-Ni siquiera tiene algún chico, aunque no sea un esclavo sexual, sino de limpieza o cualquier cosa, no soy quisquilloso- insistió jugando con otro de los anillos en su mano.
Los ojos de la mujer brillaron para después apagarse.
-Precisamente teníamos a un niño en el área de limpieza, pero él fue el adoptado. Temo no poder cumplir con sus expectativas.
Xiaochen se sacudió el cabello con exasperación y rebuscó en su cabeza. Necesitaba algún tipo de información cuando escuchó a su lado a Fengxiao hablar.
-¿Y no tiene a nadie que se haya relacionado con él antes de su adopción?
Xiaochen se estremeció. Sabía que su amigo era sumamente inteligente pero la desesperación podría llevar a la locura a cualquiera. Si era tan explícito en su pregunta podrían sospechar y eso lo vio en el rostro de la mujer cuando Fengxiao volvió a hablar.
-Verá, tengo una sensibilidad ante el olor de las personas y las sensaciones, es parte de mi habilidad- mintió el líder sonriendo falsamente- Si el niño estuvo relacionado con alguien aún lo sentiré y será suficiente para poder alzar mi lívido- en sus palabras se tragaba el asco ante mencionar un tema como aquel.
La mujer pasó de un rostro ensombrecido a una sonrisa rápidamente.
-La verdad es que antes de ser adoptado el niño cuidaba a un esclavo recién llegado- habló sin pelos en la lengua- pero hubo ciertos inconvenientes y esa persona fue trasladada a la cantera. Lo último que debe quedar de él es el olor del niño sobre él, si es que aún está ahí.
Xiaochen tuvo que aguantar con fuerza la muñeca de Fengxiao pensando que iba a desgarrar el cuello de la mujer. Y ya sabían dónde estaba Zhiyin, confirmado. Bajo sus dedos notó además la impaciencia de su amigo por querer dar la vuelta y salir volando en dirección a él. Mas se mantuvo en su lugar. Si salían de buenas a primeras levantarían sospechas.
-¿Tienen algún gusto además de lo que me pidieron?- la mujer aún preguntó notándose algo nerviosa.
Xiaochen habló rápido.
-Sorpréndanos, ya sabe lo que nos gusta- sonrió y se dejó guiar en dirección a una habitación iluminada, con una mesa en el medio y una cama grande. Supuso que ellos habían pensado que compartirían pareja.
Mejor así, separarse en ese momento no era bueno.
Los dos se sentaron, pero no tocaron ninguno de los platillos ni bebidas de la mesa. Estos olían a que tenían afrodisiacos y alzando la mano Fengxiao apagó los inciensos del lugar.
No intercambiaron palabras. Eso sería peligroso. Fengxiao solo hizo unos toques en la mesa con su dedo provocando tres sonidos. No tenía que quitarse la máscara para que alguien se diera cuenta que su rostro estaba desfigurado en una expresión que mataría al que estuviese delante.
-Aguanta- le dijo Xiaochen en un tono tranquilo, aunque era todo lo contrario, solo estaba fingiendo pues ambos sabían que las paredes tenían ojos y oídos- Seguro que todo estará bien dentro de muy poco, no tienes que estar ansiosos.
Fengxiao lo miró por el rabillo del ojo, pero no dijo nada hasta que la puerta se abrió y entró la mujer junto a dos chicos delgados cubiertos por túnicas transparentes que poco cubrían. Sus cabezas estaban bajas en sumisión.
-Espero que ellos sean de su agrado. Es de lo mejor que tenemos- hizo señas a los chicos mostrando en uno de sus dedos el anillo dado por Xiaochen.
Los jóvenes se acercaron para sentarse en el regazo de cada uno de ellos. Xiaochen al momento envolvió la cintura de uno mientras Fengxiao no se movió.
-Son hermosos, muchas gracias, pero...- Xiaochen inclinó la cabeza y entonces alzó la mano, mano que tenía el cuchillo que le había arrebatado al chico junto a él y que lanzó al suelo con un sonido sordo.
Fengxiao a su lado parecía que no se había movido pero sus dedos estaban agarrando mortalmente la nuca del chico entre sus dedos, un movimiento en falso y este no contaría un segundo más. Parecía una hoja temblando en su regazo.
La mujer no pareció nerviosa por aquello y alzó la mano para anunciar a los guardias del lugar que se movieran, pero nadie respondió. Por el contrario, un cuchillo fue puesto en el cuello de la mujer y Yanhuan apareció detrás de ella.
-Usted y nosotros tenemos mucho de qué hablar.
Actualización doble
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Enamorado de un idiota (Novela original)
RomanceTransmigrar de un mundo donde el cultivo es ilegal a uno donde es el objetivo de tu vida, mejor imposible. Que lo hagas a un cuerpo diez años más joven, cuando en la vida anterior a los 31 años todavía es uno virgen. Nada mal. Donde todos te miren...