Enamorado de un idiota (Novela original)

Esposo mío, dame de comer

Zhiyin estaba sentado en una mesa baja rodeado de libros. Delante de él estaba extendido una hoja llena de preguntas y un pincel y un contenedor de tinta a su derecha. Frunció el ceño cuando su estómago crujió. No había desayunado y él era una persona que tenía que comer por dos, pero aquella mujer le había dicho que debía haberse levantado más temprano porque el horario de estudio no se podía violar. Suerte para él que todo lo que estaba escrito en el papel se lo sabía, podía decir que había sido un buen alumno.

-Espero que esta vez escribas bien las respuestas- Li Suji se paró delante de él, no hagas perder el tiempo a mi hermano cada vez que las revisa y las encuentra mal o hechas por cualquier hombre al que se la mames-

Por favor, pensaba Zhiyin y él creía que su boca era una cloaca, entonces la de ella ya había perdido categoría. Respirando profundo levantó la cabeza y le dio una sonrisa sínica antes de tirarle el pisapapeles de mármol que tenía delante de él. Y si ella supiera, él nunca le había hecho sexo oral a nadie, al menos su alma, en cuanto al cuerpo, lo dejaría ahí. La loca idea de haber tenido en su boca esa parte de la anatomía de su esposo le hizo tener un ligero sonrojo.

-No te preocupes cuñada- utilizó un tono que la hizo entrecerrar los ojos –no le haré perder el tiempo a mi esposo, pero ahora tengo a alguien que me molesta y me dificulta cumplir con mis deberes-

-Tú- levantó la mano que contenía una fusta y la apuntó hacia Zhiyin.

-Mi señora- Yanfeng se arrodilló delante de ella y él fue el que recibió el golpe en el brazo, una mueca de dolor cruzó su rostro- por favor no lo golpee, recuerde que está esperando un hijo de mi señor, tuvo un accidente hace poco y su cuerpo está muy delicado-

-Entonces recibe el castigo tú- levantó nuevamente la fusta para golpearlo pero fue detenida en el aire.

Yanfeng levantó la cabeza al no sentir el golpe para en su lugar ver como el largo cabello de su señor caía sobre su muslo mientras este estaba delante de él aguantando la mano de la mujer. Ni en sus sueños más locos se hubiera imaginado que su señor, aquel que no movía un dedo para ayudar a alguien y que solo pensaba en él, lo estuviera protegiendo ahora.

-Yanfeng es mío, no tienes el derecho de ponerle un dedo encima, ni tú, ni nadie, ni siquiera mi esposo- no sabía si eso era verdad pero mientras más intimidante mejor.

-Él asumió el castigo por ti-

-¿Qué castigo? Acaso he hecho algo para recibirlo-

-Tú- el rostro de la mujer que a pesar de no ser tan hermoso con el de su esposo compartía similitudes con él cambió de varios colores- Desde cuando tienes el valor para replicarme- se sacudió soltándose- Esto lo reportaré a mi hermano- y salió de la habitación.

-¿Qué mierda le pasa a ella?- hizo una mueca.

-A pesar de su carácter, usted siempre ha sentido miedo por la señora Suji, y era intimidado y golpeado constantemente por ella cuando no hacía sus deberes como era correcto, así que es normal que reaccione así ahora que usted la enfrentó- Yanfeng se incorporó sobándose la zona que había sido goleada.

-Así que me intimidaba- Zhiyin repitió alzando una ceja- Olvídalo- se giró y vio al chico- Ve para que alguien te atienda eso, yo estaré aquí haciendo mis deberes-

-Fujie, no puedo-

-Y tráeme algo de comer- lo interrumpió pasándole por el lado.

Yanfeng solo pudo sonreír disimuladamente antes de salir. Definitivamente le gustaba más este Fujie.

Una hora más tarde Zhiyin ya había terminado todas las preguntas y al ver que su supuesta maestra no había vuelto, las criadas no pudieron indicarle que más tenía que hacer. Yanfeng tampoco había vuelto y su estómago tenía un parecido muy grande a un dragón gruñendo.