Hermano, por qué me alejas

6.2K 1.1K 231
                                    

-feng…Yang…feng…Yanfeng-

La voz de Fengxiao se escuchó entre la nebulosa que el gemelo tenía en su mente y el calor se filtró por su piel. La tetera de jade en sus manos cayó al suelo rompiéndose en varios pedazos cuando la soltó al quemarse con el té caliente.

Los ojos de él se abrieron ante lo que acababa de ocurrir ante su descuido.

-Señor Fengxiao lo siento- dijo arrodillándose para recoger los pedazos.

Fengxiao se levantó y lo agarró rápido de las muñecas y lo arrastró hacia una palangana de agua fresca y metió la mano que se tornaba roja. El gemelo bajó la cabeza y su expresión se tornó aún más sombría.

-¿Qué ocurre?- Fengxiao repasó levemente la quemada bajo el agua estimulando la zona con su cultivo para disminuir el dolor- ¿Continúan los problemas con tu hermano?- lo miró enfocándolo con sus orbes azules.

-Disculpe señor Fengxiao pero no quiero incomodarlo aún más con mis cosas, ya es suficiente con que esté pendiente a mi salud-

-No me molesta estar pendiente a ustedes, si lo hiciera no los hubiera tomado bajo mi tutela, y es algo que no me arrepiento. Me preocupa aún más que las relaciones entre ustedes no estén bien-

Ante esas palabras los ojos de Yanfeng se humedecieron.

-Mi señor- frunció los labios- Mi hermano me lleva ignorando toda una semana. Pensé que sería solo aquella vez que volvió y evitó mi toque, pero- se demoró en seguir- ya ni siquiera duerme en el cuarto conmigo. Extraño su calor- soltó un sollozo.

Se cubrió los ojos con la mano sana pero no pudo evitar llorar. La angustia y ansiedad de todos esos días solos explotaron. Fengxiao suspiró y rodeó su noca y lo atrajo hasta él. El rostro del menor quedó sobre su pecho y lloró hasta desahogarse.

-Ese hermano tuyo es todo un cabeza dura- la acarició la espalda para reconfortarlo.

Aquel día le había hecho aquella pregunta para que de una vez por todas se liberara del peso que sabía que llevaba en sus hombros, pero al parecer el resultado había sido el contrario. Realmente se ahogaba en un vaso de agua. Tendría que volver a hablar con él y esta vez muy seriamente.

Yanfeng pronto comenzó a toser entre sollozos y el mayor lo apartó con cuidado. Pequeñas gotas de sangre manchaban su oscura túnica. Esta vez fueron los ojos de Fengxiao los que se abrieron.

-Yanfeng tú…- le limpió rápido la sangre de la comisura de su boca con el borde de sus mangas.

El puño del menor apretaba el borde de su túnica.

-Por favor…no le diga a mi hermano- tosió otra vez más fuerte, su pecho comenzaba a doler como todas las noches en que su Yanhuan no estaba. Debido a que pasaba tantas horas tosiendo su garganta era un total desastre junto a sus pulmones- Señor Fengxiao no nos engañemos. Mi salud solo mejora cuando tomo la medicina pero sé que me falta poco. Lo escuché el otro día del doctor. Que esté tosiendo sangre es prueba de ello. Después de todo, quizás es mejor que mi hermano no pase las noches conmigo o me vería de esta forma-

Fengxiao recordó aquella tarde cuando el doctor de la secta lo había llevado hacia una esquina y le había contado sobre el deterioro tanto de su energía interna así como de sus órganos. El tiempo de vida del gemelo se acortaba considerablemente cada día.

-No tienes que ser tan negativo- le dijo- Estoy buscando una solución para curarte, y la encontraré. Sé fuerte y dame un poco de tiempo- le secó las lágrimas de su rostro- Ahora sonríe, siempre lo haces por tu hermano y por mí-

Enamorado de un idiota (Novela original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora