Enamorado de un idiota (Novela original)

Esposo mío, no podrás encontrarme

Fengxiao caminaba de vuelta a su habitación con paso apresurado, no era normal que su pecho se apretara de aquella forma. Lo había hecho desde que su esposo lo había ido a ver y había dicho cosas que no tenían sentido. Abrió la puerta y como sospechaba la habitación estaba vacía. Su corazón latió rápido en su pecho y respiró para calmarse, no era normal en él alterarse, a menos que Zhiyin estuviera involucrado. Había estado sumamente raro en los últimos días y eso era lo único que llenaba su cabeza al punto de casi no poder adelantar en su trabajo.

Oyó los pasos de los gemelos corriendo en su dirección y en cuanto llegaron ambos se arrodillaron posando sus frentes en el suelo.

-¿Dónde está Zhiyin?- el rostro de Fengxiao era sombrío.

-No está- respondió Yanfeng.

-Lo hemos buscado en toda la secta, pero no está- dijo Yanhuan con voz apretada- Él...él se fue-

Sintieron el cultivo de su líder manifestarse y una espesa nube negra rodeó su cuerpo. Los ojos del hombre se habían tornado totalmente blancos. Pocas veces lo veían tan molesto, muy pocas veces, pero acto seguido su energía se consumió y este dejó salir un profundo suspiro. Sus hombres no se relajaron en cambio, estaban tensos.

-Reúne a todos los discípulos y que se muevan por los alrededores de la secta y el pueblo, encuéntrenlo, quiero saber la razón por la que se fue con mi hijo- su orden fue fría y directa y ambos gemelos se encontraron corriendo a dar a conocer la situación.

Fengxiao entró un momento en la habitación y cerró la puerta dejando la espalda sobre ella, pesadamente. Llevó su mano al rostro.

-¿Por qué Zhiyin?- murmuró, había una orla de tristeza en su interior- ¿Por qué te fuiste? ¿Por qué no me dices and?, ¿por qué no confías más en mí? Acaso no decías que me querías- acaso le había mentido, otra vez.

Fengxiao apretó los dientes. Necesitaba encontrarlo y exigirle respuestas. Las necesitaba aunque se imaginaba la razón por la que su esposo se había ido. Todo hubiera sido más fácil si se hubieran sentado a hablar antes. Mucho más fácil.

Zhiyin entró a la posada y se dirigió al lugar dónde Suchao le había dicho que se reunieran. No le gustaba para nada el entorno. Había mucho bullicio y los hombres a su alrededor tomaban como si fueran unos animales indecentes, dejando que el vino empapara tanto su ropas como las barbas de algunos. Le dio ganas de vomitar.

A pesar de que le gustaban los hombres siempre había sido muy selectivo con sus gustos y después de casi devorar a su esposo que estaba bueno en cada parte de su cuerpo como que otros hombres no eran ya de su agrado. Dejó salir un suspiro. Ya ni siquiera podía sacarse a Fengxiao de la cabeza. Todavía se culpaba por irse sin ni siquiera dejarle una nota, al menos debía haber tenido la decencia de decirle que era un mentiroso en todo lo relacionado con él, pero se había ido en cuanto tuvo la oportunidad.

Se cubrió más el cuerpo con Fengxin. Su lobo, el regalo de su esposo era más especial de lo que se imaginaba. Para ser un familiar su nivel de cultivo era tan alto que podía cambiar su cuerpo a conveniencia, ya lo había demostrado volviéndose más grande y después transformándose en la capa que lo cubría y ocultaba su esencia totalmente. De esa forma aun si Fengxiao estuviera allí dentro no podría encontrarlo. Sería un desastre total si lo llevaba de vuelta, no sabría cómo enfrentarlo.

-Esposo mio, no podrás encontrarme- murmuro para si mismo

El mesero le sirvió un vaso de agua y se fue después de que Zhiyin no pidiera nada más. Llevó el líquido a sus labios y se dio cuenta que le era imposible tragarlo. Tenía un nudo en la garganta y su pecho dolía, dolía mucho. Hubiera preferido estar ahora en los brazos de su esposo y que lo malcriara como hacía siempre, fastidiando a sus adorados gemelos que estar allí pensando en cómo se ganaría la vida para él y su renacuajo. Pero ya no había vuelta atrás. Lo había decidido. Fengxiao sufriría un tiempo y después volvería a retomar su vida, él no era tan importante como para que lo recordara toda la vida.