~Cinco Hargreeves.~

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Los pedidos están abiertos amoresss!!!

Este OneShot es un pedido de poeellaa  ,espero que te guste y que supere tus expectativas ♥️✨.

~Jamas iba a perdonarselo.~

Narrador Omnisciente.

Jamás me había sentido así, ese sentimiento horrible que te deja en el pecho, un nudo enorme que no sabes cómo desatar.

Elizabeth era la que sentía esto, la Número Ocho de los hermanos, la única hija de Reginald Hargreeves.
Se encontraba con Cinco, su novio y "hermano", con el que se había criado toda su vida, luego de sentir eso, ese recuerdo que no podía sacar de su mente.

Elizabeth y su padre habían sido muy unidos siempre, Reginald la trataba como a ninguno de sus, la consentida. Pero últimamente se habían distanciado, algo había pasado con ellos que ni Elizabeth entendía.

Fue en la cena, todos estaban sentados alrededor de la mesa comiendo la riquísima comida que su madre había hecho, pollo con arroz, la comida favorita de Elizabeth. Ella se encontraba sentada al lado de su padre mientras que emocionada le contaba como había vencido a Diego en la práctica de un duelo.

—Y el cayó al suelo! Y yo gane!— Su padre tomó un poco de agua y siguió con su mirada en el plato. —Pero sabes que es lo mejor?!— Pregunto emocionada y sin esperar a que su padre responda dijo. —Jamas le había ganado a Die...— Su padre chocó los cubiertos conta la mesa dando un estruendo interrumpiendo a su hija.

—Puedes callarte de una vez por todas!?— Elizabeth se encogió en si misma y bajo la mirada cuando sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas.

Si, eso fue lo que pasó, y había tocado el fondo de los sentimientos de Elizabeth.
Cinco estaba ahí para ella, para consolarla y para decirle que todo iba a estar bien. Se encontraban en la habitación de Cinco, acostados en la cama rodeados de cálculos. El azabache acariciaba el cabello de su novia y está dejaba que las lágrimas cayeran por efecto de la gravedad sobre la blanca camisa de su novio.

—Tal vez no tuvo un buen día cariño, no te preocupes.— Cinco beso la coronilla de su chica para seguir acariciando su cabello.

—Pero me grito.— Habló con la voz débil, eso encogió el corazón de Cinco, realmente le había lastimado.

—Lo se mí amor, pero a veces las personas tenemos días malos.— Elizabeth jugo con sus dedos, estaba muy triste. —Espera hasta mañana, quizás se le pasé y vuelvan a ser lo mismo de siempre.— La pelirroja subió su cabeza y conecto sus rojizos ojos con los de Cinco y beso sus labios suavemente. Luego de estar horas acostados la chica decidió volver a su habitación. Allí se recostó en su cama y se puso a pensar en lo que había estado corriendo por su cabeza todo ese tiempo.

Su padre la amaba? O quizás la había dejado de amar? Capaz no era lo que el quería.

Pensamientos horribles cruzaban por su cabeza, intentaba no hacerles caso pero esos pensamientos fueron más fuertes que ella. Tomó un papel y una lapicera donde comenzó a escribir una carta, para su amado, era demasiado cobarde como para ir a decírselo a la cara.

Al terminar de escribir se dirigió a su baño, donde lleno la tina de agua caliente. Se deshizo de su ropa y se metió en la bañera donde se relajo al 100%, luego de pensarlo varias veces, pensar si era lo correcto, tomo el cuchillo de Diego, el que se había ganado en la pelea e hizo un corte en su muñeca, seguido de varios más, seguido del llanto. Poco a poco comenzó a sentirse tranquila, en paz, ya no sentía presión encima, ya no sentía que debía mejorar para atraer la atención de su padre.

—Lo siento mí amor.— Dijo lo que había escrito en la carta, lo sentía tanto, pero ya no podía soportar ese dolor encima suyo.

A la mañana siguiente, Grace entro en la habitación buscando a su hija y ahí la encontró, en la tina, que tenía el agua teñida de rojo.

El funeral fue duro, tanto para su padre, que sentía una terrible culpa en su interior, y para sus hermanos, quienes adoraban a Elizabeth, que siempre les brindaba una sonrisa, al parecer lo menos que la chica sentía era felicidad.

La terminar el funeral, Cinco se dirigió a la habitación de su novia dónde es control la carta encima del escritorio. Atentamente comenzó a leerla.

Cinco.

Primero que nada, lo siento, lo siento tanto, pero ya no podía soportarlo. Tengo mucha presión dentro mío, que solo liberó al estar a tu lado, siempre fuiste el que mejor me escucho y dió buenos consejos. Ya no podía seguir llorando por las noches deseando que papá de una vez por todas vuelva a darme la misma atención que antes, que volvieramos a ser lo mismo de antes. Jamás fuiste tu, ni nuestros hermanos, fue papá, fue él el que me obligó a hacer esto. Quizás en otra vida sea lo suficiente para papá, quizás en otra vida si me escuché y me ame. Te amo y jamás dejaré de hacerlo, nos volveremos a ver, mientras tanto vive tu vida y se feliz, sal de ese lugar al que le hemos llamado casa, busca tu felicidad en otro lado, porque te aseguro que si yo no la encontré, nadie lo hará. "Espero encontrar la paz"

Elizabeth.

Cinco suspiro dejando que sus lágrimas mojen el papel, luego de unos minutos, se levantó y salió de la habitación, no sin antes darle un último vistazo. Fue a su cuarto dónde tomó una maleta y guardo su ropa, está vez, sin darle un vistazo a su habitación, bajo las escaleras y fue con su padre, donde dejó la carta que su chica había hecho antes de morir y se retiró de la mansión, a esa que, como había dicho Elizabeth, le había llamado casa.

Reginald leyó el papel a penas reconoció la letra de su hija, la culpa lo había terminado de invadir, se sentía roto, había matado a su propia hija y Cinco jamás iba a perdonarselo.

Los pedidos están abiertos amoresss!!!

Espero que les haya gustado ♥️ Voten y comenten que me ayudan un montón, cómo siempre gracias por el espacio 👑💪💜

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