CAPÍTULO 60: INCULPADO

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Wei Ying salto de su asiento a causa de los gritos, solo era una película, pero de pronto la oscuridad de la sala  lo sumergió en una sensación de desesperación que no tenía sentido, casi no podía respirar,  sin poder soportarlo más salió de la sala directo al baño. Se sostuvo del lavamanos, su tobillo punzó de dolor  pero no había nada en él, su frente estaba llena de sudor frío. Cerró los ojos, pudo sentir claramente el filo del cuchillo contra su piel mientras su sangre brotaba. Era un recuerdo borroso en el que solo había sensaciones. Se sentía atado y sin importar cuánto folcejeara, suplicara y llorará estaba por completo sometido.

Las rodillas de Wei Ying golpearon el suelo, abrió los ojos sin salir de esa pesadilla. Logró arrastrarse hasta la pared, apretó sus piernas contra su pecho y respiró profundamente antes de comenzar a hiperventilar. Poco a poco la sensación se evaporó pero su cuerpo quedó sin fuerzas.

La puerta del baño se abrió de nuevo, Jiang Cheng estaba ahí con la preocupación escrita en el rostro. Wei Ying intentó mover sus labios para burlarse de la situación pero su voz no salió. Jiang Cheng acercó y ofreció su mano sin burlarse, pero la mano de Wei Ying se levantó y retrocedió. Al mirarlo desde abajo le recordó a Wei Ying  esa vez en el departamento de Rouhan cuando le dijo que esperaba se pudiera en el infierno. Se dio cuenta que estaba tomando la amabilidad que era para Xuan Yu no para él.  Se apoyó en sus brazos y se puso de pie por sí mismo. Fue directamente a lavarse la cara  para terminar de salir del recuerdo.

—¿Estás bien?

—Dame un segundo—jadeó mirándose al espejo. Ver el rostro de Xuan Yu lo enfureció,  ese niño no se merecía tanta crueldad Se giró a mirar  a su hermano—No volveré a bailar ¿verdad?

—Recordaste algo

Wei Ying se miró el pie recordando los gritos salir de sus labios.

—Los cortaron...

Cortaron los tendones, se hizo una reconstrucción pero acortó el rango de movilidad en el pie.

—Xuan Yu

—Estsre bien—repuso sacudiéndose la mano de Jiang Cheng del hombro—regresemos

La vista de Wei Ying se encontró  con su novio mirando el nuevo teléfono. Lan Zhan se debatía en si enviar un mensaje e interrumpir la película para pedirle a Wei Ying que saliera o esperar a que la película terminara.

—¡Lan Zhan!

El médico se giró a ver el hermoso rostro iluminado por una sonrisa llamándolo como en antaño, su corazón latió fuertemente reconfortado. Se apresuró a su encuentro para no hacerlo correr. Wei Ying lo abrazó y él aspiró con fuerza el aroma de su cuello.

—Te extrañe Lan Zhan—murmuró buscando un rápido beso para no incomodar  al personal de seguridad de Jiang Cheng. Sin embargo, Lan Zhan profundizó el beso.

—Lan Zhan nos verán—jadeo Wei Ying, Lan Zhan sonrio deteniéndose

—No importa—aclaró volviendo a besarlo. No se detuvo hasta que escuchó las pisadas de alguien aproximándose

Wei Ying se llevó las manos a sus mejillas,  estaba sofocado y ruborizado, le pareció que cada vez más Lan Zhan era mejor besando.

—¿Cómo te fue? —pregunto Jiang Cheng al médico con un tono incómodo.

—No estuvo mal, el seguro va a encargarse de algunas cosas.

—Me informaron de tu parada en “esa” tienda. ¿Lo conseguiste?

—Mn

Wei Ying apretó los labios para contener la risa, ambos hombres estaban siendo  civilizados y educados aunque era obvio que se detestaban. Al ver la incómoda situación tuvo que intervenir.

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