CAPÍTULO 82: FLOR DE MELOCOTÓN

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—Bien señores se preguntaran por que los he reunido—comenzó a hablar Wei Ying mirando a los niños, a las dos cocineras el mayordomo y a Wen Ning—necesito de su ayuda, mi futuro con el Doctor Lan está en sus manos

—¿Cómo es que nos arrastras a tus joterias? —gruño por lo bajo Jin Ling Wei Ying blandió el rollo de hojas contra la cabeza de su sobrino

—No fue gratis—dijo en un susurro SiZhui recordando el pago ofrecido momentos antes

—En realidad yo lo hago gratis—murmuró JingYi ya enterado de lo que pasaría

—Presten atención, A-Ling esto es importante un día me necesitaras de mi ayuda en las cuestiones amorosas y recordaré este día

—No gracias...

—Bueno a menos el señor Mo va a casarse, si sigues los consejos de tu tío Jiang morirás soltero—respingo JingYi pellizcando el brazo de Jin Ling que respondió de la misma forma acto seguido ambos niños fueron golpeados en la cabeza para que se comportan.

—Suficiente—ordenó Wei Ying, enseguida sacó de su bolsillo la caja con los anillos y la puso sobre el desayunador—Voy a proponerle matrimonio a Lan Zhan y debe ser perfecto para que acepte.

—Xuan Yu, dirá que sí, puedes pedirlo en pijama y aceptara—interrumpió Jiang Cheng con las manos en los bolsillos. Wei Ying se giró a mirarlo con una sonrisa. La sonrisa de Xuan Yu hizo a Jiang Cheng retroceder un par de pasos. Le pasaba todo el tiempo, desde que descubrió los vídeos la sonrisa de Xuan Yu le recordaba a la de Wei Wu Xian la mezcla de culpa, resentimiento odio y tristeza le apretaba el pecho.

No era Wei Ying sino Mo Xuan Yu, se dijo caminando hasta el grupo, tomó los anillos comprados semanas atrás tan sencillos y baratos en comparación con las argollas de matrimonio que Nie Qionglin le mostró. Enseguida se preguntó, sintiendo un poco de envidia, si una amnesia podía borrar al amor de tu vida con tal facilidad para poner una sonrisa como esa en su rostro.

—¿Estás bien con estos? —preguntó Jiang Cheng, considerando los gustos de Xuan Yu— Son muy simples, puedes comprar otros... yo

—¡NO! ¡Me gustan! —Salto Wei Ying tomando sus sortijas seguro de que su hermano las echaría con el lavavajillas

Jiang Cheng suspiro, no podía negarle la oportunidad a Xuan Yu de ser feliz, estaba seguro que las cosas se pondrían peor más adelante e incluso si no recordaba eventualmente su corazón terminaría roto cuando tuviera que conocer la verdad sobre Nie MingJue un poco de ilusión no le haría daño.

—Bien... entonces... ¿Qué hago yo? —dijo trabajosamente Jiang Cheng Wei Ying solo reprimió su risa, luego se dio cuenta que no tenía ni idea de cómo incluir a su hermano en su locura. Pensó que aún no tenía un lugar donde hacer la propuesta, el único que estaba en su mente tenía candado.

—¿Puedo usar el invernadero para proponérselo?

Jiang Cheng estaba por decir que no, era un lugar delicado, el único sitio de la casa al que ni él mismo ni Wei Ying se atrevieron a escabullirse. El mencionado sitio, era una pequeña estructura con paredes de cristal corredizas de piedras lisas y pálidas, una fuente con un diminuto estanque, las flores en aquel lugar fueron cultivadas en su mayoría por Jiang FengMian. La familia Jiang no siempre estuvo establecida en Ezhou, Jiang FengMian fue el hijo de un floricultor que decidió migrar para probar suerte junto a su mejor amigo, lo que un día fue su trabajo años más tarde se convirtió en un pasatiempo. Jiang Cheng lo pensó, recordó las horas que su padre se perdía en ese lugar cultivando orquídeas para su madre, el sabor de los melocotones al principio del verano, el aroma de las azaleas y de los arbustos de Osmanthus, sin lugar a dudas era el sitio perfecto para una propuesta de matrimonio.

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