STAY BY ME

CAPÍTULO 59: ROJO 999

Ya eran cerca de las 11 de la noche, el departamento estaba de nuevo silencioso, casi se sentía como cualquier otro día. Jiang Cheng tenía un largo listado de pendientes de la oficina, tomó la tableta para revisar los documentos que le había enviado e hizo algunas llamadas, a pesar de su ausencia todo estaba en orden. Fue a ver a los niños, estaban dormidos, cerró la puerta con cuidado y revisó a Xuan Yu, estaba profundamente dormido abrazado a una almohada como siempre.

Fue a la cocina por una botella de vino y un par de copas y encendió el televisor con un volumen bajo para escuchar las noticias y continuar con la revisión de lo que le enviaron, debía esperar a que los hermanos Lan llegarán. Leyó solo un par de líneas del contrato sin llegar a las cláusulas, su mente estaba en otra parte, en Lan Xichen y Jin Guang Yao. Mencionar la seguridad  de la familia Jin solo fue una excusa, en algún momento Xuan Yu dejó de visitar la casa principal de su medio hermano. No hizo preguntas pero cada vez que Jin Ling mencionaba a Guang Yao el joven se ponía tenso, podía fácilmente suponer con seguridad que había algo mal detrás de todo.

Mo Xuan Yu era volátil, sin sentido de arraigo iba y venía de un lado a otro, desaparecía algunas semanas o meses porque se sumergia de lleno en la danza. Era un síntoma de no tener familia, Jiang Cheng, lo había visto antes en Wei Ying. De vez en cuando Xuan Yu caía en su puerta llorando porque lo había dejado, le recordaba un poco a las ocasiones en que Wei Ying se quedó en su dormitorio universitario porque se enfadó con Lan Wang Ji. Sin embargo su patético hermano prefería irse que terminar insultado al Lan, su bailarín en cambio hacía uso de toda clase de insultos antes de irse. Al final ambos querían ser amados, uno iba de persona en persona y el otro quería que solo uno lo correspondiera, quien diría que terminarían en brazos del mismo hombre.

Jiang Cheng sirvió el vino, el tener a Lan Wang Ji y a los hijos de Wei Wu Xian en su casa le hacía imposible no pensar en el pasado, en todas esas veces que encontró similitudes entre el bailarín y Wei Wu Xian. Recordó la última vez que Xuan Yu llegó a media noche con la nariz escurriendo y los ojos arruinados por llorar.

—Deberías avisar si vas a llegar—reprocho Jiang Cheng. Mo Xuan Yu agachó la cabeza, algunas lágrimas rodaron por sus mejillas, se limpió la nariz con la manga de su sudadera rosada con precaución de no ensuciar su chaqueta de piel.

—Lo siento mucho señor Jiang — murmuró apenado, sus ojos se encontraron con el  par de copas  una de ellas intacta sobre la mesa, era claro que llegó en un mal momento—me iré a un hotel señor.

—Ya, ven acá mi visita se ha ido, bebe conmigo—Ordenó Jiang

Jiang Cheng no lo entendió, jamás lo consolaba, algunas veces sus regaños eran más severos que el mismo rompimiento, la única conclusión a la que pudo llegar  en ese momento es que era un masoquista.

—¿Pero?

—Quiero terminar la botella, y la persona que vino no bebe, fue un desperdicio sacarla

—No conozco a muchas señoritas  que no beban—murmuro el joven haciendo que Jiang Cheng casi se ahoga con el vino. No había señorita, solo era Lan Xichen que pasó a saludar pero declinó el vino pues lo llamaron del trabajo.

—¿Señor está bien?!

—Si…

Luego de toser un poco, le sirvió el vino.  El muchacho se sentó a su lado, extendió la mano para recibir la copa pero en vez de probar el contenido se quedó mirándolo. Realmente a Jiang Cheng no le apetecía preguntar sobre lo ocurrido, se conformaba con que no hubiera golpes en el rostro Xuan Yu, pero estaba obligado a hacerlo.

—¿Te hizo daño, te golpeó? —Mo Xuan Yu negó y bebió de golpe el vino. No hubo golpes, pero lo hubiera  preferido.

—Dijo que solo me quería porque era bueno en la cama… que era un estupido por… yo creí que era el único, es un hijo de puta, un maldito mentiroso, viejo rabo verde.. pero si es muy bueno en la cama…