CAPÍTULO 16: CASTILLO DE NAIPES

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Wen Xu ya lo esperaba en la puerta aún no estaba vestido usaba una bata de seda oscura, el aroma a alcohol ya no era tan evidente, así que también su humor sería otro. No hubo preguntas solo una orden corta y concisa que ya había escuchado decenas de veces

—Prepárate.

Tomó un largo y extenuante baño incluso se afeito. Al salir de la ducha Xu estaba vestido y acomodaba la ropa que Wei Ying iba a usar. Wei Ying le dio una rápida mirada al traje. Le pareció que nada iba a entrar en bajo ese traje, no pensó más en ello, solo se trataba de ropa, siempre era de ese modo, usaba lo que se le daba sin replicar aunque fuera incómodo pesado o estúpido.

Wen Xu preparó todo para él, no solo la ropa, se ocupó de cada pequeño detalle por absurdo que esté fuera como los parches que usaba para cubrirse la quemadura del pecho, perfume y hasta maquillaje. Sin resistir la curiosidad Wei Ying comenzó a abrir los productos en seguida Xu se los quitó de las manos.

—¡No toques eso! ven vamos a vestirte

—¿Que soy una niño de 3 años?

—A veces... Toma ropa interior... date prisa cenicienta vamos tarde

—Solo tengo hasta medianoche hada madrina—Se burló Wei Ying quitándose la toalla de la cintura

—Te volveré una calabaza si no te das prisa—Advirtió su recibiendo una sonrisa como respuesta

La insistencia de Xu era debido a que no podía ir armado de forma que fuera evidente para el resto de los invitados en lo que respecta  al chico sería como un bonito adorno cerca de Rouhan. Sin embargo apenas lo miro curioseando se dio cuenta que era igual que bañar a un cachorro en menos de un minuto que estuviera fuera de su vista estaría sucio de nuevo.

Tuvo que pegarle la funda magnética del cuchillo al tobillo con tela adhesiva, Wei Ying parecía encantado con la hoja de doble filo, ya antes había llevado navajas de ese estilo en los tobillos y en la cintura pero eran cuchillos bastante burdos y de hoja aserrada, además siempre era obvia su presencia. Pero ese tenía una hoja hermosa lisa y delicada además era ligero y discreto, apenas lo sentía, y no se notaba a pesar de lo estrecho que era el pantalón.

Pero lo más interesante fue cuando Wen Xu le mostró la forma en que la hebilla del cinturón se desplazaba dejando al descubierto una pequeña punta de cuchillo.

—Es nuevo quiero saber que tan funcional es

—Saber si terminara en mi estomago o en la cara de alguien —Corrigió Wei Ying

Mientras Xu acomodaba su pantalón recordó su encuentro con Lan Xichen ese día, tenía que saber que decir en caso de que volviera a insistir y el unico que podia decirle que decir y que no estaba frente con sus manos alrededor de su cintura como si no fuera nada.

— Hoy hable con Lan Xichen... bueno hablar es ligeramente inexacto

—¿Donde terminó su cabeza?

—Sobre la mesa pero no es el punto....—Xu se alejó un par de paso para mirar el aspecto de la ropa de Wei Ying luego volvió a hablar

—Tranquilo, no es de problema la investigación está estancada, de todas formas su hermanito no dijo nada relevante y tu testimonial fue desechada...

—¿El no dijo nada?

—Nunca dice mucho de todas formas, nadie se enteró de los franco tiradores... ni de los hombres hombres que mataste ... ¿Cuantos fueron?... no recuerdo ya

—Cinco.

—No toquemos este tema, todo habría salido bien si no hubiera sido por el idiota de Chao...

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