CAPÍTULO 7: QINGHENG JUN

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Lan XiChen se quedó en la casa toda la tarde para mirar películas con sus sobrinos, su hermano y el invitado. No hubo más coquetería por parte de Wei Ying luego de la transfusión, no molesto a Jingyi que parecía encantado mostrándole los videojuegos por que Wei Ying aseguraba no haberlos visto antes.

No fue un mal día, para nadie, solo hubo un par de pacientes más. A las 11 de la noche todos se había quedado dormidos en la sala salvo por Wei Ying. Sizhui quedó dormido a la mitad de la tercer película, recargado sobre el hombro de su padre, quien lentamente ajustó su postura y acomodo a su hijo contra su pecho. Wei Ying miró de reojo, Lan Zhan jugó con el cabello del muchacho como si se tratara de un hábito inconsciente.

En tanto Jingyi se durmió en la alfombra contra el brazo de su tío, poco a poco sus explicaciones sobre la trama se fueron agotando hasta que fue evidente que se quedó dormido. Lan Xichen sonrió mirando tiernamente al niño, antes acomodar su cabeza en una almohada sobre sus piernas y cubrirlo con una manta.

El solo pensar en estos hombres criando a dos niños era hilarante y dulce para Wei Ying. Hubiera sido pagado por ver a Lan Zhan o a su hermano cambiar pañales.

Al término de la última película bajo el volumen de la pantalla, solo para mirar la escena con más detenimiento, Lan Zhan a pesar de estar dormido aun acariciaba el cabello de su hijo, quizás era cierto que los padres siempre verían a sus hijos como bebés sin importar la edad que tuvieran.

Ahogó su risa pero aun así Lan Zhan despertó, lo miró adormilado reprimiendo su bostezo aun jugando con el cabello del niño. Se enderezó un poco, sacudió el hombro de su hermano que despertó de la misma manera que él.

— Quédate a dormir— dijo Lan Zhan, levantando en brazos a SiZhui.

— Mn...Gracias

Lan XiChen llevó a Jingyi. Mirándolos marcharse Wei Ying apago el televisor, al contrario de todos los Lan él no tenía sueño, le apetecía salir a tomar un poco de aire fresco, deshacerse de la presión que tenía en el pecho, el sentimiento que iba y venía como la marea humedeciendo sus ojos.

Pero Lan Zhan estuvo de vuelta antes que su hermano aunque eso fue simplemente porque Lan XiChen este decidió darles algunos minutos de privacidad.

En principio XiChen no tenía la intención de quedarse todo el día pero no era frecuente tener tiempo libre ni poder pasarlo con sus sobrinos, no pudo resistirse a pesar de que Jingyi parecía encantado con la falta de memoria de Yu al punto de no prestarle mucha atención.

Lan Zhan le tocó la frente de Wei Ying solo para corroborar si no había fiebre, completamente fresco. La cercanía le pareció un poco molesta a Wei Ying, Lan Zhan había cambiado tanto al punto de ser tan cercano a un extraño, le pareció injusto comparado con cómo lo trato en el pasado.

—No tienes hambre— preguntó Wei Ying negó con una sonrisa falsa.

—Estoy bien...—añadió

Sin embargo Lan Zhan no fue capaz de creerle conocía los matices en esa sonrisa. Sin más fue por el botiquín para retirarle la intravenosa, se arrodilló frente a él, tomó el brazo suavemente, fue minucioso, despego suavemente las tiras de tela adhesiva.

—¡Ay... duele duele Lan Zhan!

Lan Zhan lo miró, estaba seguro que no le había hecho daño, aún no retiraba la aguja de la vena, Wei Ying sonreía intentando no reírse. Esa expresión era mucho mejor, en un impulso Lan Zhan acomodó el cabello detrás de oreja de Wei Ying la sonrisa desapareció.

Saco la intravenosa y rápidamente presionó un algodón húmedo para la impedir el sangrado, solo uno una ligera queja de Wei Ying, puso rápidamente poner una banda encima.

STAY BY MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora