CAPÍTULO 101: HACER TIEMPO

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La manaña en la que se pronosticó la entrada del primer monzón la noticia que acaparó los canales de televisión fue el regreso del Patriarca de Yiling, Wei Wu Xian atacó un sitio clandestino de tráfico de personas, Heaven and Earth era el nombre del lugar, la policía encontró a los políticos criminales artistas todos dormidos, sedados y todos ellos asistente a una su asta de personas mujeres niños en su mayoría, había evidencia listas y listas de cliente de su más de victimas. Wei Ying casi dejó caer la taza al suelo, sus manos fueron envueltas por las de novio que lo abrazó por la espalda.

—Tranquilo—le consoló besando su cabeza-estoy aquí...

—Eso no debería estar en las noticias...Lan Zhan, es demasiado pronto...

Era cierto, debía parecer la noticia de la redada del Hotel Heaven and Earth, nombres de empresarios políticos, rumores sin un confirmación real de la policía. Lo habían filtrado, con el único objetivo de atormentar a Jin Guang Yao, obligarlo a tropezar y estaba funcionando. HuaiSang lo estaba conduciendo como un cordero al matadero. Gracias a la copia de la computadora personal de Jiang Cheng tuvo acceso a las conversaciones por textos que estos tenían, aunque los mensajes se borraban al cabo de una hora, se enteró de la entrega del primer traidor en la estación de policía, le llamaría para darle los detalles. HuaiSang se mantuvo cerca de Jin Guang Yao como se lo dijo a Lan Sizhui, también usó a la gente de Zi Xun para tenderle una emboscada.

Jin Guang Yao recibió la noticia de que el teléfono de Zi Xun estaba listo y podía ir por él durante la noche, por eso es que estaba tan despreocupado aquella mañana cuando se encontró con Lan Xichen y únicamente llevó al niño para tener motivo para visitar a su suegro más tarde directamente en su trabajo sin levantar sospechas.

HuaiSang pudo ver el terror apoderarse de Jin Guang Yao sin embargo, este último aún tenía varias cartas con que jugar para asegurar su supervivencia. Descartó la idea de que Wei Wu Xian hubiera vuelto de entre los muertos, camino al hotel, temblando en convido en el asiento trasero de auto,
su lado más racional le dijo que era imposible. Lo de Wei Wu Xian era un tema sepultado, no existían pruebas en su contra, los videos estaban destruidos, el libro perdido, el dicho de unos locos no era suficiente para culpar lo, de nuevo se dijo que no había pruebas.

Nada de eso tuvo sentido cuando en la mañana escuchó sobre el hotel. No sabía si Wang Lingjiao estaba detenida, llamó a su gente pero solo sabían que estaba desaparecida o mejor dicho secuestrada, el Patriarca de Yiling se llevó a la diosa roja para ajustar cuentas. El terror le invadió por completo, los rumores de Patriarca cortando las cabezas de los traidores eran ya como el filo de una espada contra su cuello. Y de pronto la luz se hizo en su mente, los desaparecidos, de los que recibió reporte todos eran miembros de Qishan Wen, todos ellos se aliaron con él para terminar su propio clan. Sus nombres nadie los conocía, el los omitió del listado de miembros inscrito en el libro que entregó a la policía. Por obvia y simple deducción el único que sabría sería el mismísimo Wei Wu Xian. La habitación dio vueltas, estaba aterrado seguía forzándose a no creerlo pero en el mejor de los casos si no iban a cortar su cabeza, sin lugar a dudas él era el siguiente. Y lo último de su lucidez apuntó al último Wen, el niño que jamás atrapó, que dejó de buscar pensando que solo era un niño insignificante. Perdió de vista que él también fue un niño insignificante que hizo absolutamente todo por una justa retribución en sus términos.

Un vivo o un muerto tenía que estar listo para defenderse. Todavía temblando alcanzó su teléfono y ordenó que empacar pues se marchaba a Ezou a recoger a Jin Ling para el funeral de su tío. Cuando HuaiSang apareció en las Suite las asistentes personales y las nanas iban de un lado a otro, mientras que Jin Guang Yao estaba sentado con una mirada perdida, pálido como un muerto sin prestar atención a nada ni a nadie.

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