CAPÍTULO 107: THRON APPLE

108 12 5
                                    

La Damatura, específicamente esa a la que llamaban Thron Apple era de la que Wei Ying extrajo el alucinógeno para tortura a los traidores de Qishan Wen. La toxicidad de la pequeña flor blanca era impredecible, un ligero error en el cálculo de la dosis significaba la muerte. Acertar a la dosis significó años de prueba y error para Wen Xu y su gente, eventualmente dieron con la dosis y los mejores métodos de extracción para refinar el veneno.

Wei Ying recordaba cada paso de la extracción las dosis, las relaciones de sexo, edad y peso. La dosis que él usaba era tan pequeña que por lo que no era detectable en un examen toxicológico estándar y gran parte de su efecto era el resultado del terror que Wei Ying les provocaba.

Cuando vio a Fu Huan al fondo del bar, bebiendo junto a otros hombres mirando a la chica bailar para él intentando tocarla aunque ya tenía a una sentada sobre sus piernas quiso desenvainar su espada y cortarle la garganta.

-Deberías tranquilizarte-dijo Lan Zhan quien ni siquiera estaba a su lado, sino en el estacionamiento, el ligero cambio en la respiración de Wei Ying lo delató. A su vez Wei Ying se relajó, la voz del Lan Zhan contra su oído a través del auricular era como tenerlo sentado a su lado tomando su mano para calmarlo

Wei Ying tomó otro sorbo de la copa sintiendo como Lan Zhan se enfadaba un poco con él pero el alcohol era lo único capaz de relajarlo un poco luego de lo ocurrido en el bar, sus manos hormigueaban aun, sus piernas se sentían entumecidas y la sensación de que algo le faltaba aún persistía en su pecho, no podía acostumbrarse a ese malestar.

-Al fin se mueve-sonrió Wei Ying al ver a a su objetivo levantarse, terminó la copa y dejó el dinero sobre la barra-se está yendo-informó

-Te veo en la intercesión-Dijo Lan Zhan

Wei Ying salió, se puso el casco y montó su moto para seguir el auto blanco con vidrios polarizados, era un auto muy sencillo para un hombre como Fu Huan, incluso su escolta era limitada a dos hombres y ambos estaban ebrios, era una tarea fácil, se dijo rebasando el auto y el límite de velocidad. Al rebasar el punto de encuentro Lan Zhan se le unió, a una velocidad bastante cercana y lo escucho reprenderlo aunque por su tono Wei Ying no estuvo del todo seguro, hacía mucho tiempo que no era verdaderamente regañado

-Vas demasiado rápido- dijo pero Wei Ying se rió y aceleró

-¡Pero si es una carrera!-replicó dejándolo atrás

La casa de Fu Huan estaba en unos suburbios bastante elegantes pero no exclusivos y sin embargo la casa resaltaba pues era más grande que el resto. Wei Ying bajó la velocidad al acercarse al número 13 y se detuvo una casa antes. A los pocos minutos de bajar Lan Zhan llegó y lo alcanzó, naturalmente sus ojos se buscaron pero los cascos oscuros les impidieron verse, Wei Ying paso la mirada por la estilizada figura y se rió pensando en su su novio podría respirar, luego posó la mano en delicada cintura del médico, apenas un desliz.

-No te distraigas- reprendió, Wei Ying se rió ligeramente tomando la espada que le era ofrecida.

-Espera afuera-dijo adelantado se-seré rápido.

-Mmn

Wei Ying entró en la casa por la puerta principal, la cerradura electrónica ya no le significaba un problema, lanzó una mirada a la estancia ordenada con un aire hogareño por fotografías de la familia. Fu Huan se había casado por tercera vez, y no pretendía hacerlo una cuarta así que se había negado ya varias veces a firmar divorcio, además, tenía dos hijas que seguramente estarían dormidas en junto a su madre.

Normalmente lo que hacía Fu Huan al llevar era ir directamente a su oficina a tomar algo antes de ir a su habitación. En contraste la oficina tenía un gusto en la decoración más exagerado, parecía tener debilidad por el arte caro y llamativo que rompía con el estilo de la decoración, Wei Wu Xian entró sin encender la luz podía ver suficiente, además no podía llamar la atención, de pronto se detuvo en seco conteniendo el aliento, porque algo crujió bajo las suelas de sus zapatos vidrio. Entorno los ojos por la habitación forzando su vista, encontrándose con una figura femenina encogida debajo de la vitrina con los licores. El corazón de Wei Ying dio vuelco, esperaba que la esposa estuviera dormida, pues determinó usar un sedante con ella y las niñas pero sus planes cambiaron, suspiro dio un paso a su costado para no continuar pisando los restos de lo que parecía un vaso y se acercó a ella. Se quitó el casco, dejó la espada apoyada en la pared cercana y se inclinó apuntando la luz de su teléfono al rostro de la mujer. Reprimió su reacción al ver el rostro ensangrentado y puso su dedos debajo de la nariz para comprobar que respiraba. El que hubiera aliento solo lo tranquilizó a medias, pues tenía que despertarla lo que terminó cambiando sus planes originales.

STAY BY MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora