CAPÍTULO 69: PUNTO MUERTO (Parte 1)

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TRECE AÑOS ATRÁS

12 de febrero
2:40

La policía de Ezhou buscó toda la mañana a los familiares de  Jin Zi Xuan pero no tuvieron éxito al contactar a su esposa, el contacto de emergencia y en su domicilio nadie atendió. Madam Jin llamó a su esposo a los pocos minutos de que la noticia se hizo pública. Los gritos eran tan claros como su llanto así que no hizo falta el altavoz para saber lo que la devastada mujer decía.  Sin embargo, Jin Guang Shan mantuvo una expresión vacía a pesar de las maldiciones  y los reclamos escuchó todo sin decir palabra, pensando únicamente en cómo  matar a Wei Wu Xian y hacerlo sufrir en la misma medida en la que él lo hacía.  Luego cuando la mujer no pudo decir más por el llanto él cortó la llama y se desplomó en el sillón.

Guang Yao sirvió una taza  de  té luego de varios minutos en silencio, esperando que algo más se dijera o hiciera pero Jin Zi Xun únicamente volvió  hacer sus llamadas. Dejó la taza se alejó de nuevo pero en vez de volver a su rincón se quedó frente al televisor, subió el volumen, era una trasmisión en vivo desde Yiling, su estómago hormigueo por la incertidumbre de lo que fueran informar.

Fu Huan estaba en la pantalla,  hablando sobre la huida de Wei Wu Xian. El temible criminal hirió a varios agentes de tránsito desarmados y elementos de la policía, entre los que estaba el detective Wang Jin. Luego escapó a un alejado domicilio en las afueras  donde varios miembros de QiShan Wen  fueron abatidos en el intentó  por capturar al Patriarca de Yiling. En el domicilio fueron encontradas armas de uso ilegal y contenedores con sustancias ilegales  las cuales suponían iban ser traficadas en los dos camiones de mudanza que resguardaban la casa. De las bajas entre las que se encontraban la de esposa del criminal Wen Qing y la señora Jiang Yan Li quien lastimosamete quedó en medio del fuego cruzado mientras Wei Wu Xian escapaba con ayuda  de un  con ayuda de un joven cuya vaga  descripción  no decía mucho, cabello oscuro y ojos de color dorado, sin embargo eso basto para que algunos supieran quien era entre ellos Guang Yao.  Se exhortó a la población a no salir de casa de ser posible y de notificar al departamento de policía si llegaban a ver al criminal recalcando que era peligroso.

La temblorosa mano de Jin Guang Shan dejó caer la taza con el té al suelo, miró a su sobrino completamente pálido que ya tenía listo el viaje a Ezhou y la escala a Yiling por la noche. De los labios secos de Guang Shan salió el nombre del pequeño niño ahora ya un huérfano, su nieto. No fue capaz de reconocer que tenía responsabilidad en la muerte de Jiang Yan Li por iniciar una cacería contra Wei Wu Xian. Se negó a siquiera pensarlo, aplasto la idea culpando a Wei Wu Xian, sí, él tenía toda la culpa, de un pupilo y amante  de Wen Rouhan se podía esperar cualquier cosa, se convenció de que seguramente poco le importó Jian Yan Li pues se atrevió a asesinar a Zi Xuan

Jin Zi Xun se estremeció, no tenía sentido que ella estuviera en ese lugar,  ni para  Guang Yao lo tuvo, pues justo era lo que quiso evitar ocurrió. Pensó que luego de la noticia de Zi Xuan, Jiang Yan Li o Wan Yin lo llamarían, tenía ya  su actuación bien pensada, no le importaba ser en algún punto el mediador entre Guang Shan  y los Jiang. Sin embargo a partir de ese punto nada fue como lo supuso, simplemente tuvo suerte al final del día de no haber sido atrapado.

Guang Yao estuvo de vuelta en el hospital, el chófer de su padre lo dejó y antes de salir de la casa a caminos distintos por primera vez Jin Guang Shan lo llamó hijo.

"Gracias hijo" fueron exactamente sus palabras mientras la robusta mano se posó sobre su hombro. Pero la mirada de Guang Shan  estaba vacía, nunca lo iba a considerar su hijo sin importar qué pasará. Lo único real fue el agradecimiento por darle la oportunidad de vengarse. La frase se  sintió como si le hubieran dado un golpe en la entrepierna, al fin estaba en la situación que tanto deseo, por la que tanto peleó y sin embargo sentía un gran vacío, no le fue suficiente, la culpa era insoportable y el miedo de ser atrapado era asfixiante, miedo era lo que más tenía.

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