CAPÍTULO 19: UN CAMINO SIN RETORNO

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Lan Zhan lo levantó en brazos a Wei Ying para llevarlo a la habitación. La punta de la nariz de Wei Ying le hizo cosquillas sobre la piel del cuello, de hecho se frotó inconscientemente para percibir un poco más de su aroma ya era un hábito que incluso hacía dormido. Lo dejo en la cama con suavidad, tal y como hacía varías veces al día, porque se dormido en la sala, en el jardín o sobre la mesa. Otras ocasiones lo devolvía a la cama solo para para obligarlo a descansar luego de andar horas con las muletas por toda casa. Luego de dejarlo y acomodar sus almohadas fue enseguida al baño en busca de analgesico; tenía de todo en la gaveta del baño, en su mayoría todo era para niños.

-¡Lan Zhan!-llamó Wei Ying, luego de algunos minutos, lo ponía un poco ansioso no tenerlo cerca. Sin quererlo a causa del llamado de Wei Ying golpeó varios frascos y cajas de medicamento que cayeron en el lavamanos

-¿Lan Zhan estás bien?-preguntó Wei Ying

Lan Zhan se miró brevemente en el espejo, estaba sumamente nervioso, su rostro estaba tan pálido como el de Wei Ying y aún le esperaban días igual o más complicados, había un largo y doloroso camino para ambos.

-Lo estoy-respondió finalmente saliendo del baño. Wei Ying miro la tira de las cápsulas en la mano de Lan Zhan y sintió una repulsión involuntaria, al punto en que se pensó capaz de soportar el dolor, de hecho al compararlo con el de semanas atrás no era nada.

-Eso no es necesario, salvo por las costillas, la pierna rota y la anemia estoy perfecto-bromeo pero a Lan Zhan no le hizo gracia en absoluto

-Te traeré algo de fruta-informó caminado en dirección a la puerta.

El que Lan Zhan fuera tan meticuloso en el cuidado de Wei Ying no solo era porque se trataba de él sino que de verdad su estaba en mal estado. Estaba muy por debajo de su peso, no lo había podido subir más de tres kilos, su presión arterial era baja la mayor parte del tiempo lo que le provocaba dolores de cabeza sumamente intensos lo que terminaba en náuseas y menos comidas aprovechadas. Dejar pasar una comida era impensable, normalmente lo hacía comer varias veces en pequeñas porciones porque difícilmente tenía apetito, incluso cumplia sus capichos de unas cuantas golosinas. Pero los únicos que aumentaron en talla fueron los niños. Al girar la perilla Wei Ying lo detuvo.

-¡NO TE VAYAS!-gritó impulsivamente

Lan Zhan se detuvo de inmediato volteo a mirar al WeiYing

-No tardaré-prometió con voz suave, Wei Ying lucía un poco avergonzado por sonar como una niño asustado aun así extendió su mano para que Lan Zhan se acercara. Él no tardó ni un segundo, lo miro a los ojos llevando la mano hasta sus labios, besando los delicados dedos.

Por el momento Wei Ying no toleraba la imagen de Lan Zhan alejándose de él, pues en segundos lo abordaban dolorosas y vívidas imágenes de su separación y aún no podía con ello no en ese momento.

-Debes comer algo-Dijo como hacia todo el tiempo, pero para Wei Ying la idea de la comida, no fue lo mejor, su estómago se sintió revuelto, cualquier cosa que entrará en él terminaría afuera en un segundo

-No, vomitaré si como algo ahora-un suspiro de resignación salió de labios de Lan Zhan- abrázame y prometo comer después

-Mn

Lan Zhan dio la vuelta a la cama y subió a ella para ayudar a Wei Ying a que se acomoda contra su pecho y poder de esa forma rodearlo con sus brazos. Wei Ying dejó salir un suspiro apenas se recargo contra el pecho de Lan Zhan.

-Mucho mejor-murmuró Wei Ying - ¿Lan Zhan?

-¿Mn?

-Ese fue un buen beso ¿verdad?, un muy buen primer beso y esta vez estabas sobrio...

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