CAPÍTULO 75: CABEZA DE SERPIENTE

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VERANO, UN AÑO ATRÁS


El dolor era tan agudo como para gritar pero estaba tan drogado que apenas era capaz de mover la boca. Su boca estaba seca y su garganta dolía, Mo Xuan Yu recordó claramente el eco de sus gritos de dolor en la bodega,  el filo  de la hoja metálica contra la piel de su talón y sonrisa de su hermano educada conteniendo la irá cuando ordenó que lo cortarán que lo arruinaran para siempre, que no volviera a bailar. Xuan Yu abrió los ojos, pero la ausencia de luz era igual al mantener los ojos cerrados sus manos seguían atadas y no forcejeó para liberarse. Cerró los ojos, no sabía cuánto tiempo había pasado, las lágrimas fluyeron apenas pensó en Nie MingJue. No le importaba si nunca más volvía a pisar un escenario, tampoco tenía miedo de que Jin Guang Yao le hiciera daño, ni siquiera temía por su vida, pero ¿Cuánto podría soportar?.

Luego de un rato percibió el olor salino del mar y su lejano sonido, sin embargo estaba seguro de que no iban a matarlo tenía una garantía incluso sin saber cuál era. Pronto escucho voces risas palabras en inglés, el sonido de maquinaría y al cabo de unos minutos la cajuela del auto se abrió. Las luces del iluminado parecieron más brillantes y cegadoras  que los reflectores de un escenario. El aire fresco lleno sus pulmones a topé, despertando su cuerpo, estremeciendolo.  Lo sacaron del auto y lo pusieron sobre sus pies, se dobló de dolor  sin embargo lo sostuvieron solo para torturarlo un poco más. No fue capaz de dar un paso así que lo arrastraron se mordió los adoloridos labios para no gritar  mientras el metal de la pistola se apretaba contra su cuerpo, la advertencia silenciosa para no atreverse a  gritar.

Pasó los ojos alrededor, solo grandes contenedores de metal, nunca antes había visto algo parecido en persona, solo en videos o películas, enseguida sus ojos bajaron al pie que tenía vendado, dolía pero por no era la primera vez que una de sus piernas estaba dañada, por otro lado no tenía ya miedo de no volver a pisar un escenario, hacía mucho que estaba conforme con ese hecho.

—¿Ahora hablarás?—preguntó Guang Yao caminando frente a él con una gabardina ligera y clara sobre los hombres. Su aspecto descansado y aseado demostró que desde su último encuentro transcurrió mucho más de dos días; ya no parecería perturbado o enfadado sino confiado de que diría la verdad. Guang Yao buscó la mirada de Xuan Yu, solo necesitaba una confesión sencilla y todo quedaría listo.

—Yo no tengo nada—murmuró Xuan Yu con voz débil levantando apenas la cabeza para mirar a su hermano

—Ábranla—ordenó con tono bajo y monótono Jin Guang Yao

Las compuertas de metal  rechinaron y el miedo volvió a extenderse por el cuerpo de Mo Xuan Yu. El hedor fétido golpeó de lleno a los presentes revolviendo el contenido en sus estómagos, salvo por el Mo Xuan Yu que estaba vacío. La luz blanca de una lámpara de mano  paso por el interior del contenedor, dentro había una pila pequeña de botellas de agua y varias cajas junto a ellas algunos edredones y frazadas.
—Veo que necesitas tiempo para pensar, nos veremos en China.

El cuerpo de Mo Xuan Yu fue empujado dentro del contenedor de metal, su cuerpo de desplomó con facilidad pero  a penas las puerta se cerraron reaccionó de un salto para impedirlo.

PRESENTE

Jiang Cheng se había vuelto loco por completo, según las palabras del niño de doce años. Sin embargo cuando Lan Wang Ji llegó la situación estaba mucho peor para ese momento. Jiang Wan Yin sacó a todos de la casa, al descubrir a sus empleados intentando sacar a Mo Xuan Yu. Muchas horas habían pasado Wei Ying había dejado de pedir ayuda y en la entrada principal de la casa solo quedaba, el niño de doce años junto al viejo mayordomo en espera de que la ayuda llegará  

Jin Ling estaba pálido, sus ojos solo estaban rojos, no había llorado pero por primera vez en mucho tiempo estaba asustado, preocupado por sus tíos e imposibilitado para elegir un lado.

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