CAPÍTULO 70: INCERTIDUMBRE

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PASADO

HACE TRECE AÑOS

12 de febrero  al mediodía día

El destino de los niños quedó en manos de otros dos niños uno de 12  años y otro de 17 casi invidente. 

—¡Suficiente! ¡Detente! —grito Xiao Xing Chen  

Los disparos ya no eran audibles, perdieron un neumático, de seguir de esa forma dañara severamente el auto. Sin embargo Xue Yang no lo estaba escuchando, el niño temblaba, el sudor se escurría de su frente a su barbilla, estaba tan asustado que no podía detenerse. Era capaz de imaginar toda la clase de cosas que eran capaces de hacer personas a las que no les importaría matar a un par de niños. Sabía de primera mano cuán crueles podían ser los adultos con un niño solo por beneficio propio, cuanto más lejos mejor.

Wei Yuan dejó de llorar a gritos reduciendo su llanto a silenciosas lágrimas. Estaba pálido apretando la oreja de su conejo nejro, mientras era  sostenido por Xiao XingCen que intenta sostenerlos mientras el auto se sacudía

—¡Xue Yang! —grito con todas sus fuerza

El auto se detuvo de golpe, la defensa del auto se estrelló contra un árbol. El impacto empujo a Xue Yang contra el asiento del piloto y a los pasajeros los hizo caer al suelo del auto los bebe reanudaron su llanto a gritos completamente. Xue Yang reaccionó saltó de inmediato a la parte trasera, levantó al niño de dos años que comenzó a llorar más fuerte asustado,  su mejilla tenía una marca roja producto de la caída. Xiao XingChen se levantó ignorando el dolor pero aliviado de que YiJie estaba completamente ileso solo asustado, extendió el brazo a A-Yuan que se apresuró a ir con él, apretó a ambos niños con tra su cuerpo buscando calmarlos  

 –Ven—pidió a Xue Yang se lanzó sobre él y los niños.

 Xiao XingChen no tenía que ser capaz de ver para saber qué Xue Yang estaba asustado, era un niño, uno asustado, podría ser el más alto y estar al final de la final de los niños del internado, ser valiente  y un loco temerario pero  al final solo era un niño  que había pasado por tantas cosas que aún tenía pesadillas cada noche lo atormentaban. Xue Yang era un niño y el en cambio pronto tendría 18 años era un adulto, ciego o no estaba a cargo de los niños.

—Tenemos que volver al camino—musito el cuerpo de Xue Yang se estremeció pero no se atrevió a negarse iban sin destino.

 La camioneta  dejo un rastro sobre el terreno desde la casa podían seguirlos y encontrarlos fácilmente  salir a la carretera les brindaba la oportunidad de  ponerse a salvo pero también existía la posibilidad de que la policía los detuviera. 

 Se movieron rápido, pusieron a los niños en sus  sillas y cambiaron  la llanta por la refacción en el maletero. Pero fue Xiao XingChen quien subió al asiento del conductor. Sabía conducir lo suficiente como para no estrellarse pero no tenía práctica. Baoshan Sanren dejó de enseñarle cuando su visión empeoró, pero no le resultó  una sorpresa que Xue Yang tuviera idea de cómo conducir. Más de una vez el tío Dao Ren sorprendió a Bao Shan instruyendo al niño  como si fuera algo divertido. La anciana ponía varios libros, volúmenes de una vieja enciclopedia , en el asiento para que el niño alcanzará a ver.    Sin embargo Xiao XingChen no iba a dejar a su hermano menor conducir.  Xue Yang lo detuvo cuando estaba por subir. 

— Ni siquiera ves por donde vas—dijo Xiao XingChen  subiendo poniéndose el cinturón esperando a qué su hermano cerrará la puerta y subiera de una vez

—Si tú tampoco ves nada—murmuró malhumorado Xue Yang cerrando la puerta con una azotón que hizo saltar a A-Yuan de su silla. 

Fue directamente al asiento del copiloto, evitó mirar la sonrisa de su hermano. Xiao XingChen  hizo el auto de reversa, golpeó un árbol, hizo una mueca y avanzó correctamente.

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