CAPÍTULO 68: DAÑO COLATERAL

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PRESENTE

Jingyi estaba en su cama de nuevo, su padre lo puso de vuelta como últimas noches lo cubrió con la manta y le dio un beso en la frente. "Es hora de dormir Sizhui" añadió Lan WangJi antes de salir. Lan Sizhui no podía dormir, extrañaba su habitación, sus cosas y aunque confiaba en que su padre y Mo Xuan Yu solucionarían todo, se sentía intranquilo como si algo verdaderamente malo fuera a pasar de pronto.

Miró a su hermano parecía más muerto que dormido, como siempre, le parecía que  dormir era para novatos su hermano caía en coma. Luego dirigió sus ojos a la puerta y tuvo el deseo de ir a curiosear por la casa o buscar algo para leer en la biblioteca. Con la mano en el picaporte llamaron a su puerta. Abrió y la nariz húmeda de Hada se coló por el pequeño espacio aspirando con ansiedad  soltando un lloriqueo por querer entrar rápidamente a la habitación

—¡Hada espera!—ordenó su joven amo sosteniendo la correa, pero la perra se abrió paso a la habitación llevando al niño con él—¡No!  ¡siéntate!

—¿A-Ling qué haces aquí?

—No puedo dormir y traje galletas—respondió el niño cerrando la puerta dejando a su mascota correr a acostarse junto a la jaula de los conejos con aire protector pero A-Yuan no sabía si se trataba de protección porque era cariñosa o consideraba a Wang y Xian sus presas.

—No es cazadora… crío  dos patitos el año pasado—le aseguró Jin Ling

Jin Ling llevaba varios días emocionado con todas las fotos y videos de su madre, verlo de buen humor ya no se sentía tan extraño. El rostro de Jin Ling era más bonito cuando sonreía más parecido a su madre, sin duda le gustaba mucho más a Lan Sizhui. Pero el adolescente también sentía un poco de envidia  además había visto a su hermano entristecer, ellos no conocían ni en foto a su madre, aunque por fortuna Jingyi era fácil de distraer.

Jin Ling se subió a la cama de SiZhui con completa naturalidad, de su mochila sacó un libro, un álbum de fotos y dos bolsas de celofán con galletas caseras que robó de la cocina.

—Este es para ti—sonrió Jin Ling extendiendo el libro "Cisnes salvajes"  no era un título para niños, ni Sizhui debía haberlo leído, ni su padre sabía de él pero antes de formular una pregunta  el niño habló.

—Se lo pedí a mi tío Jin Guang Yao pero dijeron que  no tengo edad para él.  Y se lo pedí  Zizhen, ese chico es casi un criminal.

— Gracias…

—Ahora galletas—ofreció y se detuvo recordando el puñado de semillas de loto que pelo para que Sizhui probará—espera, estas son para ti apuesto a que nunca las has comido frescas. Vamos prueba

Sizhui sintió sus mejillas calientes, agradeció que estuviera oscuro que la lámpara en el buró no alumbrará demasiado. Se metió un par de semillas a la boca, el sabor era delicado, ligeramente dulce y fragante.

—Son buenas ¿verdad?

—Si mucho—se metió otra más a  la boca y alcanzó el álbum fotográfico. Había stickers  sobre el rostro de una persona en las fotos.

—Mo Xuan Yu—dijo Jin Ling dando una mordida a la galleta. Tal como prometió cubrió el rostro de Wei Wu Xian de las fotos. La graciosa cara amarilla pero una de ellas estaba despegada de un esquina, los dedos de SiZhui la despegaron por completo movido por la curiosidad. ¿Quién era Wei Wu Xian? Se llevó una sorpresa con el rostro sonriente.

—Da miedo verdad—dijo Jin Ling con la boca llena—sonríe como Xuan Yu, se ve igual que el… pero Xuan Yu no sonreía así

—¿No?

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