STAY BY ME

CAPÍTULO 2: EL ANIVERSARIO

Cada año Lan Zhan sin falta, después de que los niños se iban al colegio cerraba la clínica, compraba un ramo de flores de azahar, licor, pasteles de arroz y conducía al cementerio dos horas.

A pesar del tiempo transcurrido todavía podía sentir el cuerpo de Wei Ying contra el suyo completamente destrozado sin movimiento, sin aliento de vida. El recuerdo se mantenía fresco en su mente. La sangre fluyendo a raudales bajo la lluvia, lo llamó una y otra vez por su nombre, le suplicó que no lo dejara pero Wei Ying se había ido, su sonrisa se había disuelto y sus ojos brillantes se habían cerrado para siempre. Al final solo posó sus labios sobre los de él.

Nadie reclamó el cuerpo, así que él lo tomó, no hubo quien se opusiera a que él le diera un funeral sencillo, o que la tumba de Wei Ying llevará también su nombre. Al menos al final de su vida su cuerpo descansaría junto a él.

Ya habían pasado 13 años, las letras en negro y rojo habían sido retocadas como todos los años, las ofrendas fueron colocadas junto a las flores. A pesar de los años el dolor era tan profundo como el primer día, sabía que continuaría de esa forma hasta el último de sus días y pudiera compartir esa tumba con él. Sin embargo aún consciente de que su encuentro llegaría con la muerte por una extraña razón se mantenía esperando por él, como si un día fuera a cruzarse con el en la calle.

La visitas no eran nunca largas antes de las 10 de la mañana ya iba de regreso a la clínica, pensando en que hacer para cenar no podía seguir dejando la carga a su hijo mayor y la comida rápida no estaba en las opciones.

Tintoreria, compras de comestibles, se había terminado el detergente, había que reagendar la citas con el personal escolar y debía llamar a su hermano antes de que se presentara en su casa con un montón de obsequios para los niños o peor aún que su tío se presentará para persuadirlo de volver al hospital a su lado con más obsequios para los niños.

Sorpresivamente su teléfono sonó. Apenas colgó giro el volante y pisó el acelerador. Ese par no solía meterse en ningún problema, eran obedientes educados aunque Jingyi era todavía joven y caprichoso algunas veces pero solo tenía 13 años. Habitualmente era JingYi quien arrastraba a Sizhui a realizar travesuras, escaparse al cine o meterse en una pelea por defender a alguien, pero nunca era tan grave como para que Sizhui llamara diciéndole "papá"

Donde diablos se habían metido, reviso de nuevo la dirección, "habitación 8" decía el último mensaje. No estaba lejos, el lugar era un viejo edificio que rentaba habitaciones a bajo costo, el mismo se quedó ahí alguna vez cuando llegó a la ciudad con Jingyi aun en brazos y Sizhui con fiebre .

El edificio estaba prácticamente vació era extraño que hubiera personas, las pocas trabajaban casi todo el día además muchas de las habitaciones ya estaba en pésimas condiciones seguramente terminarían por demoler el edificio. Corrió por la escaleras, se sentio tan familiar, ya antes había corrido por esos pasillo estrechos buscando llegar a tiempo con Sizhui antes de que despertara llorando pidiendo a su mamá.

La puerta de la habitación 8 estaba abierta, la luz de las persianas bastaba para dar una imagen completa de la escena, Su estómago se revolvió, el estado de la cama las sábanas revueltas los objetos en ella la sangre. No parecía haber rastro de sus hijos por el lugar hasta que escucho la voz de su hijo.

—¡Padre por aquí!—Llamo Jingyi, lo que al menos le hizo tranquilizarse un poco.

No es que nunca hubiera estado frente a una escena tan atroz o en presencia de alguien tan herido, era doctor después de todo. No necesito pensar mucho, escenas como esas tenía siempre una historia parecida. Habían estado abusando de un chico, el espejo roto solo indicaba que el joven había decidido terminar con todo por su propia mano. No iba a llegar a un hospital, tal y como las condiciones del chico lo requería