CAPÍTULO 106: NIE MINGJUE

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Beijing

Wei Ying se detuvo, no, más bien sus pies se plantaron el suelo, su cuerpo fuera de su control se quedó inmóvil, luego sus ojos fueron establecimientos en la esquina al otro lado de la calle, sin carteles neón y acabados llamativas, no parecía tener gente, en contraste  al resto de la zona parecía un lugar tranquilo al que ir a tomar una copa luego del trabajo. Le resultaba muy familiar, lo conocía, estaba seguro, su pecho se llenó de algo que le humedeció los ojos, luego su cuerpo se movió solo en esa dirección, su pie bajo de la acera, y sorpresivamente fue jalado atrás. El semáforo estaba  en verde y un auto corrió a toda velocidad sonando el claxon en forma de protesta por el distraído peatón. Wei Ying levantó la vista, los penetrantes y fríos de Lan Zhan contenían el reproche por su falta de cuidado.

—¿Está bien?—preguntó Lan Zhan,Wei Ying solo asintió, sintiendo el cuerpo contra el suyo como si lo estuviera sosteniendo luego fue liberado pero en vez de continuar su camino fue en dirección contraria tomado la mano de su novio.

Wei Ying entró en el pequeño bar, era elegante con un aire tranquilo, enseguida un escalofrío le recorrió el cuerpo apenas reconoció la  barra y las docenas de botella las detrás y aunque el recuerdo no llegó a su mente el aroma del tabaco, la menta y el licor fue  le aseguro que estuvo antes en el lugar.

 Giro donde estaba, mirando cada rincón, acabado rústico, ladrillos rojos descubiertos, mesas pequeñas, asientos elegantes y sillones rojos  en el fondo en pequeños cubículos con cortinas rojas, luces bajas y amarillas, el hombre en la barra  sonrió para darles la bienvenida. Wei Ying devolvió la sonrisa y fue a sentarse  a una de las mesas, luego miró la carta, los precios y suspiró, tuvo deseos de beber una copa.

—¿Qué pasa?—Preguntó Lan Zhan, Wei Ying balanceó la cabeza todavía no muy seguro pero contestó 

—Creo que estuve aquí antes, no estoy seguro—sonrió  con ligera incomodidad—yo o Xuan Yu…. 

El lugar estaba vacío pero Wei Ying tuvo la sensación de estar siendo mirado, lo puso ligeramente nervioso un extraño  cosquilleo en el estómago, cercano a la emoción, luego se corrigió al mirar a Lan Zhan mirándolo con tanta intensidad como si nada más existiera o como ni no hubiera nada más digno que mirar, una mezcla de deseo, amor y ternura. El calor  le ruborizó las mejillas a Wei Ying, se sintió avergonzado y luego se rió. Miró atrás al fondo, en los sofás de piel, un hombre lo miraba con tal intensidad como si quisiera devorarlo, era muy apuesto, le sonrió con descaro y alguna clase de encantó que lo estremeció, luego el hombre se desvaneció, pues era solo un fantasma de su mente.

—Aquí se conocieron—sonrió con un dejo  de tristeza—MingJue y Xuan Yu

El recuerdo lo asaltó, rápidas sensación abordaron a Wei Ying, las reminiscencias de una noche de pasión lo encendieron por dentro y tan fácil como aquello llegó se evaporó dejando el desazón de la perdida, esa que dolía profundamente en el pecho de Wei Ying.  Lan Zhan posó su mano en la mejilla de su novio y acunó su rostro para consolar.

—¿Quieres quedarte un poco más?—preguntó Wei Ying negó con la cabeza,  era demasiado para él sin embargo sonrió divertido.

—Quién diría que el correcto Nie MingJue  era todo un jugador—se rió y luego recordó lo bueno que fue con él. Un tipo tan fuerte como el no muere de amor, es más de los que matan por amor, no se daría por  vencido tan fácilmente por Xuan Yu, se dijo—Salgamos de aquí Lan Zhan

 Se levantaron de la mesa y se dirigieron a la  salida cuando sorpresivamente el brazo de Wei Ying fue sujetado con fuerza, antes de que Wei Ying hubiera reaccionado Lan Zhan sometió al hombre contra un muro y el estaba liberado.

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