Kagoshima

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***Advertencia*** 

Este capítulo pude contener lenguaje y narración explícita. (Sangre, sangre, tripas, tripas, malas groserías). Por favor, sean discretox y responsables con la lectura. c:

Disfruten. :)

**********


Ninguno de los dos se dio cuenta de cuándo había pasado todo eso. Pero era tan ameno que no se preocuparon por descifrarlo.

Rin solo decidió disfrutar de ese sentimiento tan agradable que quedaba en pecho cada que lo veía y lo escuchaba. Y Sesshomaru terminó cediendo ante la sonrisa de Rin, una sonrisa que solo le pertenecía a él; y se dejó llevar por la forma de vivir de la mujer que pasaría el resto de su vida junto a él.







El corazón de Rin latía a mil por hora al tener sobre ella las inamovibles miradas de Sesshomaru y Hakudoshi. A saber qué tanto habían hablado esos dos estando solos por tanto tiempo, solo esperaba que Sesshomaru no le haya dicho sobre el compromiso.

Hakudoshi lucía algo desaliñado y más pálido de lo normal, tenía rasguños y un par de moretones en el rostro, su respiración lucía agitada y sus ojos estaban inquietos. Ver a Rin a salvo lo llenaba de alivio a pesar de todo lo que le había dicho ese sujeto albino de apariencia intimidante, eso hacía que su pecho doliera de una manera extraña; era como un hiriente placebo, su corazón estaba hecho trizas, pero tal vez muy en el fondo sentía algo de alivio, por lo que corrió a ella para rodearla con sus brazos. La abrazó con fuerza, sin ganas de querer soltarla; Rin comenzó a llorar para cuando correspondió el abrazo.

Sesshomaru frunció el ceño al ver tal cosa y se dispuso a separarlos. Tal vez si Rin estaba cerca de ese chico se arrepentiría de casarse con él, pero... Ella estaba llorando, ella estaba asustada, preocupada y pasando por quién sabe qué cosas antes de que la encontrara en ese asqueroso bar. Además, ella le contaría todo después. Quizá debía dejarla. Solo por esta vez.

-¿Estás bien? –Le preguntó entre pucheros. –Yo tenía mucho miedo. Sekai me dijo que ya estabas bien muerto, Ryoga me cortó el cabello, Akira me dijo que me parezco a Aoi, y... Namura... él me miró igual que... igual que... Le apuntó a mi señor Sesshomaru con un arma, me corté la mano y me arrojó al piso. Yo creí... creí... -No podía ni siquiera terminar de hablar, todos sus sentimientos mezclados le habían cortado las palabras.

Y Sesshomaru... él se sintió desconcertado. ¿Por qué le contaba todo a ese Hakudoshi como si nada? Verla aferrarse tanto a ese chico, ver a Rin sin intenciones de soltarlo y desahogando todas sus preocupaciones con él lo hizo sentirse resentido.

¿Por qué no me cuentas todo a mí?

-¿Por qué? –Habló en automático llamando la atención de Rin y Hakudoshi. Y se sintió patético. –Yo... Te espero en el auto, no te tardes. Nos largaremos de aquí e iremos a casa. –Fulminó entrando a su auto cerrando la puerta con fuerza, para luego soltar un chasquido de reproche con la boca, viendo el desastre que ese estúpido niño había hecho con la ventanilla de su auto.

-Así que él es el señor Sesshomaru. –Suspiró separándose de la chica. –Es más intimidante y menos amable de lo que me contaste. –Rio. –Pero se preocupa por ti, eso es bueno.

-¿Qué fue lo que te hicieron? –Lo interrogó tocando su camiseta manchada con algo de sangre.

-Eso no importa, mírame, estoy bien. Sekai... tomó todo el dinero que me enviaste, fui descuidado y por eso no pude pagarle la mensualidad a Namura y... ya sabes cómo actúa él. Perdón por haberte preocupado. –La tranquilizó depositando un suave beso en su frente. –El señor Sesshomaru dijo que ya no habría nada de qué preocuparse.

Llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora