Contrato

391 41 170
                                    

🌟Antes de leer, recuerden que actualizo los sábados y los martes, ya que últimamente, el pinche Wattpad no manda notificación. Y también recuerden que si no me despido de ustedes, no ha terminado el capítulo; si no aparece mi "Nos leemos luego 💖", intenten recargar el capítulo o abrirlo de nuevo, ya que también Wattpad anda cortando los capítulos de repente. U.U🌟


Yue miraba aquella aberración con los ojos vidriosos, las mejillas rojas y una lóbrega decepción ensombreciendo su rostro. Algo muy feo le estrujaba el pecho, un horrible sentimiento le corrió por las venas de su cuerpo a toda velocidad... Era como... Se sentía cómo despertar de un bonito sueño para darse cuenta de que la realidad era horrible y dolorosa.




Sesshomaru no podía terminar de asimilar lo que estaba escuchando, incluso desconocía a la pequeña mujer frente a él a pesar de estar acostumbrado a despertar a su lado todos los días. Ella no parecía sentir nada, su frialdad e indiferencia eran casi tan graves como la que él lucía todos los días; completamente diferente a la calidez que ella reflejaba a diario.

-¿De qué estás hablando, Rin? –Consiguió preguntar apenas pudo salir del asombro.

-Creí que entendías de negocios. –Dijo con calma. –No nos divorciaremos, sería bueno para mis hijos tener tu apellido, pero habrá condiciones.

-Lo que sea. –Habló un tanto desesperado acercándose a ella para tomarla de los hombros. Lo bastante esperanzado al escuchar que no se separaría de él. –Pídeme lo que quieras y te lo concederé. Haré lo que sea por ti, amor.

-Primero. –Decretó seria. –No porque vayamos a seguir casados significa que seguiremos juntos, si sabes a lo que me refiero. –Ordenó soltándose de su agarre. –Estaremos casados legalmente, pero no creas que seguiremos con nuestras vidas como si nada.

-Eso no... -Sopló con amargura. –No me hagas esto, por favor.

-Segundo. –Siguió despiadada. –Frente a los demás fingiremos que vivimos bien como marido y mujer, es importante mantener las apariencias para las cosas de la empresa, negocios, los eventos y la prensa. –Enumeraba sin consideración alguna en lo que Sesshomaru estuviera sintiendo en ese momento. –Pero en las noches o cuando estemos a solas olvídate de acercarte a mí.

-Pero te amo, no puedes pedirme estar cerca de ti sin querer tocarte, sin besarte... Rin...

-Justo por eso. –Vociferó esta vez denotando su molestia. –No sé qué tan cierto sea que me amas, no sé hasta dónde creerte ya; pero si es verdad que me amas tanto como yo te amo a ti, entonces ese será nuestro castigo. Si sufres por amarme y no poder tocarme, entonces sopórtalo, así como yo tuve que soportar que me usaras. –Dijo con desdén.

Sesshomaru se sentía débil mentalmente, no sabía si podría soportar algo así; tener a la mujer que ama tan cerca y tan lejos, a su lado y sin poder tocarla, besarla, recibir ni una tierna mirada de ella... Iba a ser una tortura. Aunque al menos sonaba mejor que no volver a verla.

-Tercero. –Una vez que nuestros hijos cumplan un año, me voy. –Condenó desviando su mirada. Decir eso teniendo que ver su rostro demacrado era tan doloroso.

-No... -Susurró dolido. –No me hagas esto Rin.

-Es eso o me voy cuando menos te des cuenta. –Decía siguiendo su camino al baño. –Tienes diez minutos para pensarlo. –Entró al baño cerrando la puerta tras ella.

Sesshomaru se dejó caer en el colchón sentándose en la orilla de la cama aun tratando de comprender las condiciones de Rin. Iba a dejarlo estar a su lado sin estarlo realmente, iba a negarle su amor, iba a negarle la libertad de amarla, era como negarle el oxígeno o el agua.

Llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora