Te anhelo

407 46 150
                                    

***AVERTENCIA***

Este capítulo contiene narración explícita de escenas que pueden resultar inadecuadas para algunxs lectorxs. Por favor, sean responsables y discretxs con la lectura. 

✨No se pierdan los dibujitos del final✨

Aaaa ya van varias veces que trato de subir el capítulo porque se me olvidó cargar las imágenes por estúpida y ahora mi internet anda tonto. unu

Jjaja disfruten :)


-Rin. –Nombró a su cuñada. –Sabes que... ser una Taisho no es lo único que te hace parte de nuestra familia, ¿verdad? –Habló sin apartar su vista del frente. Rin inclinó su cabeza de lado, sin comprender por qué InuYasha sacaba ese tema. –Te volviste parte de la familia desde que llegaste a la casa, te convertiste en lo más cercano a una hermanita para mí, los cuatro crecimos juntos, compartimos todo de niños y lo haremos ahora que crecimos y... sabes que cuentas conmigo y con Kagome para todo, siempre estaremos para ti.



La mirada de Sesshomaru estaba fija en un punto en específico, perfectamente concentrado en lo que que hacía; su mano derecha se movía a toda velocidad. Para él era tan fácil, tanto tiempo de práctica no había sido en vano, todas las cosas que había aprendido gracias a su maginífica esposa habían rendido frutos y justo ahora las estaba poniendo en práctica para cumplir al pie de la letra lo que en un adorable susurro le pidió. Y claro que no iba a negarle algo como eso.

-No... no tan rápido, sea delicado, por favor. –Le pidió un poco temerosa.

-No me digas cómo hacerlo, sé perfectamente bien lo que hago.

En sus manos ya escurría el espeso y paliducho líquido, no había sido lo suficientemente cuidadoso para que no se derramara, pero ya no había más remedio; aunque sí, le estaba costando más trabajo del que creía, pero no podía echarse para atrás, si ya había comenzado, tenía que terminarlo, todo con tal de complacer a su mujer.

-Pero querido, si lo bates muy fuerte vas a volver a derramarlo, mira cómo tienes las manos cubiertas de masa. –Replicó acercándose a él con una toalla absorbente para limpiar sus manos cubiertas de la mezcla para preparar okonomiyaki. –Mira, hasta tienes harina en la nariz. –Rio divertida sacudiendo la punta de la fina y escultural nariz de su hombre.

Rin le había pedido prepararle su platillo favorito en el mundo, y Sesshomaru, quien en el tiempo que llevaba de casado había sido obligado a aprender a cumplir con las labores del hogar por órdenes de su esposa, ya se creía lo suficientemente capaz como preparar okonomiyaki.

El resultado pudo haber sido peor, aunque la tortilla se pegó un poco al sartén, pudo rescatarse un bien, además, si le agregaba la col fresca encima, tal como le gustaba a su esposa, la presentación ya no quedaba tan mal.

Rin se sintió orgullosa por su esposo, sabía lo mucho que se había esforzado para aprender a cocinar y hacer las tareas domésticas; para alguien acostumbrado a que le hicieran todo, fue un fantástico avance, incluso ahora sabía distinguir entre el jabón de los trastes y la ropa.

-Sabe bien. –Exclamó en cuanto probó el primer bocado, aprobando la catastrófica gastronomía de su esposo.

-Claro que sabe bien, yo lo hice. –Se jactó imitando a Rin, comiendo un bocado de su obra maestra.

-Qué presumido. –Sonrió por lo bajo. –Por cierto, hay algo importante que debo decirle. –Sesshomaru la miró especialmente para hacerle saber que estaba prestándole atención, toda la atención del mundo, toda su vida giraba en torno a la dulce castaña en ese momento. –¿Recuerda que la otra vez me dijo que podía hacer lo que quisiera? Pues... el siguiente sábado comenzaré un curso de arte floral. Intentaré ser florista. –Le contó con los ojos tupidos de una ilusión que incluso de podía saborear junto con la col fresca. Sesshomaru asintió complacido, feliz de que su esposa se decidiera a hacer lo que tanto le gustaba. –Claro que puedo seguir ayudando en la empresa. Debo apoyar a mi familia en todo. –Exclamó formando puños con sus manos y creando un mohín de determinación encantador.

Llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora