Verdad

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🌟Antes de leer, recuerden que actualizo los sábados y los martes, ya que últimamente, el pinche Wattpad no manda notificación. Y también recuerden que si no me despido de ustedes, no ha terminado el capítulo; si no aparece mi "Nos leemos luego 💖", intenten recargar el capítulo o abrirlo de nuevo, ya que también Wattpad anda cortando los capítulos de repente. U.U🌟

🤍ADVERTENCIA🤍

Este capítulo contiene una pequeñita narración de escenas que pueden ser inapropiadas para algunxs lectores. Ya se la saben, cochinones. ;)

🌟No se pierdan el dibujito del final🌟



-¿La conozco? –Rin preguntó acercándose a su marido para limpiar un rastro de maquillaje que había quedado en su mentón. –¿Qué digo? Lo más probable es que no y no debería meterme en tus asuntos, ¿verdad?

Rin tenía la boca tan seca que incluso amargaba, Kagura estaba a punto de llorar, Sesshomaru hervía en cólera, Yue solo podía mirar sorprendido cubriendo su boca con amabas manos, se mantenía a un margen prudente de la situación, pero atento a las reacciones de la señora Rin.

-Lo lamento, Rin. –Kagura susurró con la voz trémula.

-Entonces ese día en que peleamos... –Sesshomaru recordó la vez en que le gritó a Rin por pensar que su nueva amiga se trataba de la misma Kagura. Ahora podía comprobar que era así. –¿De todos modos te estabas burlando de mí, Rin?

-¡No! –La castaña sintió una punzada en el pecho. –Yo... realmente no sabía...

-Déjala, Sesshomaru. –Intervino Kagura. –Ya te dije que engañé a Rin, me cambié el apellido, le dije que había regresado luego de cinco años.

-¿Por qué? –Inquirió Rin. –Aunque hubieses sido la exnovia de mi esposo no tenías que mentirme, pudimos ser amigas de todos modos porque su pasado antes de mí no importa, tú y yo pudimos llevarnos bien si...

-Que te calles, Rin, ¿no entiendes? –Sesshomaru trataba de mantenerse cuerdo aunque la ira lo estuviera carcomiendo desde dentro. –No hables si no sabes nada de esto.

-No, no sé nada. –Rin acusó apretando sus puños y sus labios para no llorar y pasó un nudo que se le formó en la garganta. –No sé qué diablos pasó entre ustedes porque nunca fuiste capaz de decirme nada. ¿Cómo voy a saber por qué le temes a Kagura si siempre lo evitaste cuando toqué el tema?

-No le tengo miedo. –Replicó casi en un gruñido, clavando sus orbes iracundos sobre los angustiados de su esposa. Queriendo refutarle algo, pero ella tenía razón. –Ella...

-Lo engañé. –Se acusó Kagura. –Yo... le hice cosas horribles. –Se abrazó a sí misma para frotar sus brazos y tratar de darse valor. –Lo siento tantísimo, Rin... Sesshomaru... Per-perdón.

-Kagura. –Rin susurró su nombre con dolor. –¿Cómo pudiste?

-Le quité casi todo. –Siguió confesando sus pecados. –Con ayuda de Sara creamos un desfalco en la empresa y en sus cuentas. –Si todo terminaba ahí, al menos debía echarla de cabeza a ella también. Solo estuve con él por interés y regresé para quitártelo, Rin. –Las lágrimas ya corrían por sus mejillas, sus ojos simularon enrojecer más, la vergüenza que sentía al declarar todo la hacían incluso bajar la mirada ante ellos. –Me acerqué a ti para llegar a Sesshomaru más fácilmente, pero no conté con que fueras una persona... verdaderamente linda. Sé que no merezco ser tu amiga, pero si te digo que te quiero... es verdad. Perdóname.

-Maldita. –Sesshomaru apretó los dientes y frunció el entrecejo, no podía creer que lo dijera todo así nada más, todo de un solo golpe sin piedad ni filtros. De un par de zancadas se posicionó frente a ella para tomarla del hombro, enterrando sus dedos sobre la ropa de la mujer. -¿Y cómo es que estás aquí? ¿Por qué te paseas tan libremente? ¿Para qué querías regresar conmigo si ya me habías quitado casi todo?

Llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora