-También te extrañé querida. –Respondió con una sonrisa hipócrita sin levantarse del sofá. Sara tomó asiento frente a ella. –Es normal que te extrañe verme, después de adjudicarme todo a mí.
-Era lo que se suponía, después de todo, tú te quedaste con todo.
-Pero el desfalco no lo hice yo, lo hiciste tú.
Sesshomaru arqueó una ceja y miró a su esposa desconociéndola por un segundo, un tic nervioso se apoderó de su ojo; estaba arrepentido por haberle dicho todo eso, pero... al verla así, pidiéndole eso...
-Amárreme y tómeme como le gusta. –Rogó bajando la voz. –Si quiere que grite, gritaré, si quiere que calle, guardaré silencio. Puede morderme y azotarme como quiera, castígueme si lo desea, tráteme mal, úseme. Recuerde que... yo soy suya, soy de su propiedad y puede hacerme lo que quiera, mi señor. –Le rogó con sus enormes ojos cafés clavándose en él, tentándolo con sus labios rosados y húmedos, poniéndose completamente a su merced.
-Rin. –La nombró embelesado. Era verdad que se moría por hacer esas cosas, pero, nunca podría hacerle nada de eso, no porque no la deseara, es más, nunca había deseado tanto a una mujer en su vida; sin embargo, nunca podría hacerle algo como eso a Rin, ella no merecía más que delicadeza y sutileza de su parte. –Yo... yo no podría...
Pero... si realmente quiere que le haga eso. Pensaba tímidamente. Espera... Recordó pesimista. Sigue ebria.
Rin soltó una risotada que inundó el auto de inmediato.
-Solo bromeo. –Rio. –Ni en sueños podría soportar algo así, es demasiado para mí. Soy una chica independiente que no le pertenece a nadie; bueno, a ti solo cuando quiero... Además, mi cuerpo es débil, apenas y puedo soportar entrando su en mí tu enorme...
-Ya entendí. –Se apresuró a interrumpirla. –Ahora vamos a casa. –Exhaló cansado retomando el camino.
Rin quería seguir molestando a su esposo con el tema, pero al ver que este la ignoraba olímpicamente, sin siquiera preguntarle encendió la radio buscando una canción que se supiera para poder cantarla, pero solo encontraba noticias aburridas de estación en estación. Hasta que al fin, una estación dio en el clavo.
-¡I got my peaches out in Georgia. Oh, yeah, shit!* –Gritó de repente a punto de dejar sordo a su esposo, quien ya hacía gestos de desagrado ante los despiadados cánticos de su esposa. Y sin dudarlo, cambió de estación para que se callara, sin mucho éxito. –¡Esa es mi canción! –Exclamó emocionada. –¡Let's kill this love! ¡Yeah, yeah, yeah! ¡Ropo pom, pom, pom, pom, pom! ¡We all commit to love, that makes you cry, oh!* –Gritaba con despecho, como si de verdad estuviera con un mal de amor.
Sesshomaru jaló aire tratando de calmarse y cambió de estación con el mismo resultado.
-¡Esa canción me encanta! ¡Tomodachi ni sura modorenaikara watashi sora wo mite imashita!* –Sesshomaru hizo un cambio rogando porque la siguiente fuera una estación de noticias. –No me lo va a creer... ¡Esa también es mi canción! ¡Ah! ¡Soo yo itsudemo onna wa joyuu yo! ¡Kitsune ja nai, kitsune ja nai! ¡Otome na Megitsune!* –Una, solo una vez más mantendría su esperanza en la programación de la radio; volvió a cambiar de estación. –¡Esta te la dedico a ti, mi vida! ¡That you, you, you give me the feels! ¡You have stolen my heart, oh, yeah! ¡Never let it go, oh, oh!*
Sesshomaru estuvo a punto de apagar la radio, pero, al detenerse para mirar lo feliz que Rin se veía cantando tan desafinadamente y tratando de hacer malogradamente las coreografías de las canciones, sintió una enorme y brillante alegría pegándole en la cara como brisa fresca. Se preguntaba cuánto tiempo habría pasado para que Rin pudiera divertirse así, si ella tuvo que contener sus escandalosos cánticos estando con Aoi, o si acaso cantaba en voz baja para no ser castigada. Así que alejó su mano de la radio y la concentró en el volante, se decidió por seguir escuchando los efusivos y desafinados gritos de su esposa, tratando de no burlarse de lo arrítmicos que eran sus pasos en ese momento; verla así de feliz, lo ponía feliz a él también.
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Llegar a ti
Fanfiction¿Cuántas veces tienes que ser golpeado en la cara por el amor para saber que estas frente a tu destino? Al parecer, a Sesshomaru Taisho todavía no le queda claro. Rin y Sesshomaru se conocen desde la infancia, al crecer juntos, cuando son adolescent...