***Advertencia***
Éste capítulo contiene narración de escenas que pueden ser inapropiadas para algunxs lectorxs, por favor, sean responsables con la lectura.
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Y si la perdía de nuevo... Perdía su vida entera.
Sesshomaru se abalanzó sobre Rin, quien lo recibió rodeándolo del cuello con los brazos, abriendo la boca para que él pudiera introducir su lengua tan profundo como quisiera. Rin entrometiendo sus dedos entre los largos cabellos de su esposo, tirando de ellos, atrayéndolo así hacia ella, demostrando su necesidad de él, obligándolo a no detener el beso, no hasta que Sesshomaru bajó su boca para encajar sus dientes en el cuello de la castaña al mismo tiempo en que prácticamente le rompía la blusa, sacándole los botones agresivamente, uno a uno, hasta que sus pechos quedaron casi al descubierto.
-Sesshomaru. –Jadeó abriendo las piernas para que Sesshomaru pudiera acomodarse entre ellas. –Quiero... Quiero...
-¿Qué quieres? –Gruñó escondiendo su rostro entre el cuello y el cabello de Rin. –Te condederé lo que quieras.
-Quiero que te des prisa en llegar a la casa. –Jadeó desabrochándose a sí misma el pantalón que llevaba consigo. –Si alguien nos ve... Tendremos problemas.
-Seré yo quien te de problemas. –Profirió apoderándose de los pechos de su esposa, estrujándolos con cruel posesividad, haciéndola gritar.
-Por favor... Solo quiero ir a casa y hacértelo muy duro. –Clamó inmiscuyendo sus manos por debajo hasta encontrar el cinturón de su esposo para comenzar a desabrocharlo. –Y tal vez... Tal vez te azote con esto. –Agregó habiéndole quitado por completo el cinturón.
La piel de Sesshomaru se erizó de solo pensarlo, pues hacía tanto tiempo que no podía pedirle algo así a su esposa a causa de su falta de tiempo y privacidad, hacia mucho que se contenían y eran discretos a la hora de tener sexo para no ser escuchados por sus hijas, de quienes nunca se apartaban ni un solo día. Pero esa noche sería diferente, esa noche estarían solos.
-¿Vas a azotarme? –Ronroneó bajando su lengua por todo el contorno del cuello de su esposa. –¿Tú? –Inquirió burlón bajando a morderle en la clavícula.
-Ah... Sí. –Suspiró. –Yo voy a azotarte, Sesshomaru.
-Entonces debo darme prisa y parar de hacer esto. –Sin perder tiempo, retiró el sujetador de su esposa dejando al fin sus pechos descubiertos para tomar uno de ellos con la boca, enfocándose frenéticamente en el pezón, succionándolo con fuerza y jugueteando con su lengua creando círuclos alrededor de éste.
-¡Oh, Sesshomaru! –Sin darse cuenta del todo, Rin jalaba con fuerza el cabello de Sesshomaru, lo cual era un potente insentivo para él. –No, no pares. –Rogó.
Sin perder tiempo, Sesshomaru encajó levemente sus dientes en el seno de su mujer, degustando la facilidad con la que podía sumirse en su carne. Rin arqueó la espalda soltándo un pesado jadeo.
Sin dejar de consetir sus pechos, Sesshomaru fue bajando su mano derecha por todo el abdomen de Rin, palpando cada centímetro disponible hasta topar con sus bragas, pasándolas por alto sin problema alguno para introducir dos de sus largos dedos en el interior de su mujer, apreciando la humedad y la textura cálida, comenzando a moverlos sobre su clítoris para hacerla escurrir.
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Llegar a ti
Fanfiction¿Cuántas veces tienes que ser golpeado en la cara por el amor para saber que estas frente a tu destino? Al parecer, a Sesshomaru Taisho todavía no le queda claro. Rin y Sesshomaru se conocen desde la infancia, al crecer juntos, cuando son adolescent...