🌟Hoy tendremos dos capítulos. No se los pierdan . 🌟
-Vamos a casa, hace frío. –Rin soltó a Sesshomaru de la mano.
-Vamos. –Sesshomaru caminó tras ella.
A veces, hasta el más pequeño e insignificante guijarro puede ser el máximo detonante en una mente inquieta e inestable y el que sea un buen resultado siempre depende de la motivación: gloria, venganza, amor, olvido, triunfo, muerte; la voluntad humana casi nunca conoce los límites cuando se usa de verdad.
Y la voluntad de Asano Sara era fuerte. Y su detonador fue aquel roce que tuvo con la muerte; no su propia muerte, sino la de la persona que más odiaba, con un odio irracional, un odio estúpido y vacío, pero peligroso.
Nunca pensó en matar a alguien, jamás le había pasado por la mente cometer algo tan atroz. Era cruel, sí, mala y frívola, pero jamás se hubiese atrevido a algo como eso; sin embargo, al ver a Taisho Rin en su camino en la carretera, con esa maldita cara de falsa inocencia y sus horribles ojos cafés, un hirviente impulso le recorrió cada centímetro de su cuerpo en menos de medio segundo, convirtiéndose en un estimulante que la hizo acelerar a todo lo que daba. Escuchó un golpe y aun así siguió acelerando hasta perderse en el asfalto.
La había matado, había acabado con ella... Y se sentía satisfactoriamente bien.
Cortó su problema de raíz, su muerte le sabía exquisita en el orgullo, el calambre de sus manos era placentero, ni siquiera se sentía culpable.
Estaba contenta, tan, tan feliz que incluso llegando a su casa le dio el día libre a su ama de llaves, se sirvió una copa del vino más fino que tenía y se metió a la tina con agua caliente y sus sales favoritas; podía relajarse al fin.
Su desubicada cabeza recordó a Hakudoshi; para ese entonces ya estaba tan perturbada que seguía viéndolo como un aliado con el mismo objetivo, su locura la hacía creer que él también odiaba a Rin, así que debía comunicarle aquel magistral logro.
Lo llamó una vez, pero no atendió, así que insistió una vez más. Nada. E intentó e intentó, llamó un montón de veces hasta que el abogado se molestó en atender.
-¿Qué quieres? –Respondió de mala gana.
-Creo... creo que la maté. –La voz de la mujer sonaba nerviosa, trémula, inestable, como toda una desquiciada, incluso su respiración chocaba violentamente con la bocina del celular, causando un ruido desagradable del oído de Hakudoshi.
-¿De qué mierda hablas? –Inquirió completamente confundido.
-Maté a Rin. –Rio agudamente. –Le pasé mi auto... Ganamos.
-¿Q-qué? Tú... Estás loca.
Loca... Sí. Loca de la felicidad.
-Ahora ya no estorbará. Lo hice. Rin desapareció. –Le informó victoriosa.
-Entonces dime, Sara... ¿Tu intención era matar a Taisho Rin? ¿Tú arremetiste tu auto contra ella el día de hoy?
-Sí. –Soltó entre débiles risitas. –Me deshice de ella. –Estaba tan orgullosa.
-Ella no está muerta, Sara. –Informó a propósito. –¿Aun así piensas ir tras ella? ¿Quieres hacerle daño?
-¿C-cómo que no está muerta? Yo la arrollé con mi auto. –Su maléfica sonrisa se deshizo, formando al instante una mueca iracunda, tan desubicada como su estado mental.
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Llegar a ti
Fanfiction¿Cuántas veces tienes que ser golpeado en la cara por el amor para saber que estas frente a tu destino? Al parecer, a Sesshomaru Taisho todavía no le queda claro. Rin y Sesshomaru se conocen desde la infancia, al crecer juntos, cuando son adolescent...