***¡Hey!... Ps, ps. Hay un dibujo todo malhecho y gracioso al final, no se lo pierdan
Recuerden que si no ven mi despedida de hoy, es que no ha terminado el capítulo, no olviden volver a cargar la página o el capítulo para que puedan leerlo completo
Disfruten :) ***
-Esa directora... ¿Qué se trae con tu esposo? ¿Eh? –Inqirió intrigado, no le gustaba que ninguno de sus dos amigos le contara qué diantres había pasado.
-¡Oye! –Kohaku lo nombró para rependerlo. –Deberías preguntar eso con más tacto.
-A ella le gusta mi epsoso. –Rin exclamó con desdén. –Es una pesada. Pero... no importa. –Sí que importaba. –Ella jamás... jamás podría meterse entre nosotros. –Declaró con voz trémula. –De lo único que debes preocuparte, es de tu billetera, porque voy a comer bolitas de masa como no tienes idea. –Rio con energía.
El tiempo que Sesshomaru designó para la planeación de la boda fueron dos semanas, dos semanas para que pudiera cobrar la herencia cuanto antes. Pero por voluntad de Irasue y Kagome, el plazo se había extendido a un mes, del cual ya habían transcurrido quince días.
Sin darse cuenta ya se habían acostumbrado a dormir en la compañía del otro; algo tan íntimo como compartir la cama parecería agobiante al principio, pero ambos habían aprendido en solo unos días que las pesadillas solían irse si sostenían sus manos al dormir.
Rin abrió los ojos poco a poco, la luz del sol la hacía despertarse de manera natural y al pasar sus manos alrededor de la cama para buscar a su amo, se topó con que este no estaba.
Otra vez.
Qué remedio, el día no podía detenerse solo por eso. Así que se alistó para irse al trabajo escogiendo usar una linda falda roja de tablones y una blusa blanca con holanes en las mangas y bajó a desayunar.
-Chamaca necia, ¿qué no ves que hace frío? Ponte algo más abrigado. –Su abuelo la reprendió en cuanto la vio entrar a la cocina de servicio usando una enorme chaqueta gris encima de su corta falda.
-Llevo una gran chaqueta muy calientita, abuelo.
-Ay, pero si tú no entiendes. –Renegó poniendo sobre la mesa un vaso de leche junto a dos panqueques con mucha miel, tal como le gustaban a su adorada nieta. –Ahora ponte a desayunar que mi amo ya te volvió a dejar. No sé por qué no te vas con él a trabajar, va a pensar que eres una floja o una irresponsable.
-Es que él entra muy temprano. –Se excusó. Ella tampoco entendía, había veces en las que se portaba amable de sobre manera y la miraba con cariño y otras en las que no parecía querer verla ni en pintura. Los hombres son confusos.
-Mi señora. –La nombró una de las cocineras. –Usted no debería estar desayunando aquí, siempre le ponemos un plato en la mesa principal y termina desayunando después de los señores. Vamos, les pondremos su lugar en el gran comedor.
Todo el personal de la casa ya consideraba a Rin como la nueva señora y aunque ella se sentía algo extraña al ser tratada como ama y a pesar de que pidió montones de veces ser tratada como siempre, los sirvientes estaban de lo más contentos con la noticia.
-Ya te he dicho que no me digas así, Iori. Soy solo Rin. –La corrigió con una sonrisa.
-Pero... está a unos días de ser la esposa de nuestro Sesshomaru. Ahora es nuestra señora. –Le contaba emocionada. –Todos estamos ansiosos por la boda. Siempre supimos que ustedes iban a terminar juntos, todavía recuerdo cómo se la pasaban uno al lado del otro de chiquitos como si hubiera sido ayer. –Recordaba poniendo una boba sonrisa y llevando su mano derecha a su rostro.
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Llegar a ti
Fanfiction¿Cuántas veces tienes que ser golpeado en la cara por el amor para saber que estas frente a tu destino? Al parecer, a Sesshomaru Taisho todavía no le queda claro. Rin y Sesshomaru se conocen desde la infancia, al crecer juntos, cuando son adolescent...