Llegar a ti

Abogado

-¿En dónde estoy? –Inquirió asustada, con el corazón sintiéndose estrujar por la pena de haberlo perdido.

-Estás en Kagoshima.

Una vez que entró al restaurante pudo darse un tiempo para recuperar el aire. Puso su mano en su pecho para sentir lo rápido que latía su corazón, jadeaba de cansancio, pero también estaba aliviada, pues había conseguido llegar a tiempo.

-Aquí, Rin. –La llamó levantando su mano.

La chica sonrió y se encaminó a la mesa donde Kagura la esperaba. Había llegado a la cita con su nueva amiga estando un poco nerviosa, pues además de Kagome y la directora Hoshi, no podría decir que tenía más amigas, y la idea de que la señorita Kagura quisiera comer con ella la ponía muy emocionada.

-Lamento si te hice esperar.

-Para nada, soy yo quien llegó demasiado temprano, no debiste correr. ¿Algo en el trabajo te mantuvo ocupada?

-Algo así, tuve que ocuparme de algunos asuntos de mi esposo, él está fuera por unos días y tengo que encargarme en su lugar.

Tu esposo. Se jactó para sí misma. En unos días no querrá ni verte.

-Debes tener hambre, ordenemos algo.

El restaurante en donde se reunieron había sido escogido por Kagura. Era lujoso y elegante, Sesshomaru la había llevado ahí un par de veces, pero debía fingir estar ahí por primera vez, eso si quería ser lo más discreta posible para acercarse a ella. Kagura esperaba que Sesshomaru le hubiese contado a Rin de ella, pero por la forma en que la castaña se comportaba, parecía que no sabía nada.

Pobre tonto, Kagura lo había lastimado tanto que no se atrevía a hablar de ella, ni siquiera a su esposa.

-¿Estuviste mucho tiempo fuera de Japón?

-Sí, como cinco años más o menos. –Mintió. –Ya extrañaba mi hogar. Pero dime, ¿cuánto tiempo llevas con tu esposo? ¿La vida de casada es difícil?

-Aún no lo sé. –Rio. –Ya vivíamos juntos desde antes, pero apenas llevamos algunos días casados.

-¿Hace cuánto tiempo? Me imagino que hace algunos años.

-De hecho, solo tiene poco más de un par de meses.

¡¿Un par de meses?! ¿Y ya están casados? ¿Tan rápido me olvidó ese idiota? ¿O es que ese desgraciado ya me engañaba con ella desde hace tiempo?

-Aunque en realidad, llevamos juntos mucho tiempo.

¡Sí me engañaba! Y se atrevió a ofenderse por lo que le hice.

-Pero fue hace mucho, crecimos juntos y nos separamos por varios años, y cuando nos reencontramos comenzamos a salir... algo así.

Confuso. Eso era. Es confuso para Kagura, esa niña contaba las cosas a medias, seguro disfrazaba todo lo que le contaba. Un par de meses, eso era más o menos el tiempo que tenían de haber terminado. ¿Realmente Sesshomaru se desposó con alguien más solo días después de haberla dejado? ¿Entonces cuál fue el drama? Ni siquiera la quería como el idiota tanto decía.

No... no era eso. Kagura sabía que Sesshomaru estaba encantado con ella; ya que el amor hacía estúpidas a las personas, y él sí que había sido un estúpido por estar comiendo de la palma de su mano todo este tiempo. Entonces había algo más...

La cena de Kagura y Rin terminó justo a tiempo para que el chofer pasara por ella, Rin insistió en despacharla a su casa, Kagura se reusaba, no podía arriesgarse a que alguien de la mansión Taisho la viera con Rin, ya que tal vez le aconsejarían que no se vieran más y eso interferiría con sus planes de acercarse a ella, pero en cuanto se dio cuenta de que el chofer era nuevo y no se había topado con ella antes, terminó accediendo.