Llanto dulce

271 20 44
                                    

El siguiente capítulo será el capítulo final de "Llegar a ti"




-Voy a ser abuelo. –Sesshomaru repitió para asimilarlo. –Soy demasiado joven para ser abuelo.

-Pues no tan joven. –Kagura se encogió de hombros.







Ese aterrador eco de sus lentos pasos la volvía loca, el leve zumbido del tren que se aproximaba, sus piernas temblorosas, sus manos aferradas a su vientre como si así pudiera proteger a sus hijas, la desesperación que hervía dentro de su cuerpo... No podía soportarlo más.

-Buenas noches, señora Taisho. –La voz de Sara estaba descolocada.

-Largo. –Estaba tan asustada, pero trataba de hacerse la valiente.

-¿Eh? ¿Qué es esa actitud altanera? ¿Acaso no aprendes, Rin?

-Por favor, vete y déjame sola... Me iré, ganaste, desapareceré de aquí y podrás librarte de mí. ¿Contenta? Era lo que querías, ¿no? Así que déjame ya.

-Lo que quería... Hump. –Hipó una risa despreocupada. –Ya ni me acuerdo de lo que quería en un inicio... ¿Qué era?

El sonido del seguro del arma siendo liberado le caló hasta los huesos.

-Sara. –Y luego Hakudoshi apareció... Hakudoshi... Shiro.

-Director Nakano.

-Dame eso, Sara. –Hakudoshi parecía querer salvarla de Sara.

-Lo siento, abogado. Quiero hacerlo yo. –Dijo apuntando directo a Rin.

-Antes de eso... Espere. Creo que... Será mejor si la contempla un rato así, sin que pueda moverse por el miedo... ¿No le parece entretenido? –Sí... Hakudoshi sabía muy bien lo que estaba pasando. -¿Y si llamamos a Sesshomaru? Que vea cómo acabas con ella.

Hakudoshi... Aquel que convirtió el recuerdo de un amor tan hermoso en una enfermiza obsesión...

-Él ya no me importa, solo quiero que esto sea rápido. –Titubeó.

-Qué falta de ambición, directora. –Dijo con prudente sarcasmo. –Hace un corto tiempo creaba planes meticulosamente organizados para apartarlos y ahora quiere terminar con un final de mal gusto. Creí que era un poco más refinada, directora Asano.

-¡Rin! –Y Sesshomaru apareció.

Y Kagura... Su amiga Kagura también estaba ahí. Esa encantadora mentirosa que jugó con su amistad y sus sentimientos y que después estuvo dispuesta a dar hasta su propia vida por ella.

-Sesshomaru. –Sara apuntó a él. –Qué oportuno... ¿Fuiste tú, Hakudoshi? ¿Por eso estabas ganado tiempo? Qué considerado. Y tú, pequeña zorra. –Le dijo a Kagura. –¿A qué vienes? ¿Estás a favor o en contra de ellos?

-¿Qué diablos te pasa, maldita loca? –Musitó Kagura, su querida Kagura. –Baja eso.

-Silencio. –Ordenó Sara y disparó.

El grito de Kagura le partió el corazón.

-Sara. –Intervino Hakudoshi. –Hagamos algo. Déjame usar eso a mí primero contra Sesshomaru y luego te encargas de Rin. –Propuso buscando una oportunidad para desarmarla.

Llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora