Último capítulo de "Llegar a ti"
La música clásica acompañada del tenue y suave aroma de las flores que habían sido elegidas expresamente por Rin amenizaban todo el salón que ya solo esperaba por recibir a los novios. El evento era muy privado y sofisticado; debido a los deseos de Yue no era algo extravagante como a lo que la familia estaba acostumbrada, pero con la intervención de Sesshomaru, la recepción tendría la más fina selección de comida, bebida y decoración, esta última siendo supervisada por la misma Rin.
La boda de su hijo debía ser perfecta.
Rin, Towa y Setsuna aún se alistaban en una de las habitaciones de la mansión, mientras Sesshomaru estaba con Yue y el señor Kamada en otra, en la que ellos también terminaban de dar los toques finales al atuendo de Yue.
Ambos hombres a los que Yue llamaba padre le acomodaban hasta el más mínimo detalle de su apariencia, mientras el padre biológico le arreglaba el cabello, Sesshomaru procuraba eliminar hasta la más mínima mota de pelusa sobre su traje negro, los dos lo trataban con sumo cuidado.
-Dime, Yue. –Lo llamó Sesshomaru. –¿Si te doy tu regalo de bodas ahora prometes no llorar?
-Padre, sabe que no es necesario.
-Bueno, creo que no cuenta como regalo porque ya es tuyo, así que te lo daré ahora y después otro más que preparamos tu madre y yo, ¿bien?
-Hablar con usted es como hablarle a la pared. –Murmuró resignado.
Sesshomaru hizo caso omiso y volvió a entregarle aquella joya que hace años estaba destinada a usarla el día de su boda, el pétalo que él mismo usó cuando se casó con Rin, la flor dividida en cuatro piezas. Debido a las circunstancias, Yue no pudo usarlo hace años, pero esta vez nada le impediría hacerlo.
-Está demás decirte que a pesar de todo, a pesar del camino que tomes y de lo que decidas, esta va a ser tu casa siempre, tu hogar aquí en la mansión y en casa con mamá Rin y tus hermanas siempre habrá un lugar para ti.
-Gracias, papá. –Con mucho cuidado, tomó el discreto ornamento que su padre le entregó. –Esta vez lo portaré con orgullo, esperando que mi matrimonio sea la mitad de feliz que el suyo con el de mamá Rin... Cuando las cosas se arreglaron. –Añadió luego de unos segundos.
Sesshomaru soltó una risa nasal y extendió su mano hacia Yue para que le devolviera el pétalo y pudiera ponerlo en el lugar que correspondía.
-Te deseo toda la felicidad del mundo, hijo mío. –Decía colocando el prendedor con mucho cuidado. -Sé un buen hombre con tu esposo y si él, por alguna razón no es buen hombre contigo, papá se encargará de rescatarte, ¿de acuerdo?
-No tenga cuidado, le prometo que Hiro me cuidará bien. –Le aseguró sosteniéndole la mirada.
Sesshomaru le dio un par de palmadas en los hombros y luego se hizo a un lado para darle paso al padre biológico.
-Mi Yue, te ves tan hermoso. –Con todo el cariño del mundo, el señor Kamada tomó las mejillas de su hijo. –Esta vez por fin puedo sentir el momento más cerca, la hora en que partas está a la vuelta de la esquina, a solo un par de horas, en realidad. –Decía tratando de no llorar. –Creciste mucho, mi pequeño, aún recuerdo cuando yo mismo te preparaba para tu primer día en el jardín de niños; era casi igual a ahora, pero esta vez da mucho miedo.
-No hay que temer, papá, Hiro me cuidará bien.
-De eso ya hablé con él. –Añadió divertido. –Hijo, tal vez yo no pueda darte reliquias valiosas para usar en tu boda o dos casas a las que acudir cuando algo no vaya bien, pero sí te prometo que nunca, pero nunca, así formes tu propia familia, papá nunca te dejará solo, siempre me tendrás a mí, a tu madre y a los señores que te han cuidado tanto. Eres tan brillante, mi sol, que hay mucha gente que te quiere y te va a cuidar, siempre recuerda eso.
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Llegar a ti
Fanfiction¿Cuántas veces tienes que ser golpeado en la cara por el amor para saber que estas frente a tu destino? Al parecer, a Sesshomaru Taisho todavía no le queda claro. Rin y Sesshomaru se conocen desde la infancia, al crecer juntos, cuando son adolescent...