Culpa

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Hoy estamos de fiesta, estamos cumpliendo un año con esta historia. 🥳

Gracias por estar aquí. 💖







-Acaso... ¿Está tratando de seducirme, señor Taisho? –Pregunto discretamente, forzándose a ocultar una risita pícara.

-Y si así fuera... ¿Qué? –La retó dando un paso más al frente, amenazando con acorralarla contra su cuerpo y la pared.

-No es correcto. –Susurró tratando de mover sus manos, pero no sabía dónde ponerlas, aunque el pecho del presidente parecía una buena opción. –Soy su empleada.








Amaneció, pero la casa estaba en total silencio. El sol comenzaba a salir y su alarma de los lunes se hizo presente, pero fue extinguida de inmediato cuando Sesshomaru arrojó el celular con fuerza contra la pared destrozándole la pantalla; no quería despertarse, no cuando hace apenas veinte minutos habían conseguido parar para dormir, luego de que Rin apaciguara el ardor de su piel con un poco de alcohol y besos, luego de que tomaran un relajante baño de sales juntos después de una ruda y extenuante sesión de sexo bien merecido.

Estaban agotados, definitivamente llegarían tarde al trabajo.









En la cede los Hoteles Taisho, la cadena más importante a nivel nacional, el vicepresidente terminaba de revisar la lista de la nueva generación de internos que llegaría a hacer sus prácticas a la cede, sabiendo que su hermano y su cuñada llegarían tarde al dejar a sus hijas en la mansión, él sabía perfectamente lo que ese par haría teniendo la casa sola, pues era justo lo mismo que él y Kagome hacían cuando tenían sus ocasionales escapadas dejando a su hija al cuidado de Irasue.

-Vicepresidente. –Yue, el recientemente nombrado director del equipo de abogados luego de tres años de impecable servicio, llegó a su oficina tocando la puerta abierta. –El presidente no está en su oficina, necesito su firma. –Informó mostrándole una carpeta.

-Pasa. –Exhaló dejando la lista en el escritorio.

-¿Cree que mis padres estén bien? –Preguntó pensativo observando a InuYasha poner su firma al final del documento. –No llegaron esta mañana.

-Están más que bien, no te preocupes por eso. –Respondió como si nada entregándole la carpeta. –Hoy hay ensayo de la boda, solo espero que no se entretegan tanto para llegar tarde a eso.

-Sí. –Exhaló denotando sus ansias.

-¿Nerviso? –Inquirió atento.

-Solo un poco. Uno no se casa todos los días. –Exhaló frotando sus manos contra su pantalón para eliminar un ligero sudor.

-Sé que puede ser abrumador, Yue. Pero cuando veas a Hiro parado frente a ti en el altar, dispuesto a compartir su vida contigo, dispuesto a juararte amor eterno ante los dioses y la gente que aman, gente que se reúne contigo y con él a celebrar su amor... Todo vale la pena. Y al terminar la ceremonia será tu esposo, tú serás su esposo, al día siguiente se despertarán siendo esposos, su cotidianeidad comenzará, serán esposos para toda la vida. –Suspiró. –Estarán juntos para siempre, ¿no es eso hermoso?

Llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora