Acepto

502 43 86
                                    

Advertencia: Este capítulo contiene narración explícita que puede ser inadecuada, etc, etc; ya se la saben. Que no lxs cachen leyendo. 🧐

Al final me echo un chismecito por si les gusta. 🤭

🌟¡No se pierdan el dibujito del final!🌟

Rin quedó a solas con Kanna y pensó que así podría por fin preguntarle algo que no se había atrevido hasta ahora; porque no podía evitarlo, aún tenía ganas de saber si Hakudoshi estaba bien. Eso esperaba, que pudiera vivir plena y felizmente, porque nunca pudo sacarse de la cabeza que lo de su pierna era culpa de ella; culpa de Sara más bien, pero suya también.

-Kanna... ¿Tu madre cómo está? –Inquirió discretamente acomodándose en su lugar.

-Hace tiempo tuvo una infección en la garganta, pero está bien, gracias por mantenerte al pendiente, Kohaku dice que le preguntas por ella cada tanto.

-Y... ¿También te cuenta que pregunto por tu hermano?




Rin sentía su cuerpo helado, pero no precisamente por el clima, sus mejillas ardían, pero no era porque el frío quemara en sus blancos pómulos, sus piernas temblaban, pero no era el por el inverno que se lucía en todo su esplendor, su pecho se sentía revolotear, pero no era a causa del miedo que sentía al estar sola en una estación de tren.

Todos esos y más maravillosos efectos en ella eran a causa de Sesshomaru, quien se incorporaba poco a poco, recuperándose de la desesperación.

¿Quieres ser mi novia? La mente de Rin repitió esa preciosa oración una y otra vez.

Ya estaban casados y salía tan de la nada que era extraño, pero parecía que podía entenderlo o al menos quería creer que era eso.

Sesshomaru le estaba pidiendo volver a su lado comenzando desde el principio.

-No te vayas. –Rogó doblegándose finalmente. –Lo entiendo, pero... -De repente las palabras se le fueron de la boca. –Sé por qué crees que es lo mejor para ti, pero... Una. –Jadeó. –Solo te pido una última oportunidad. Una y ya. Prometo hacer las cosas bien, prometo ser un buen hombre, un buen novio, un buen esposo y un buen padre... Te juro por todo el amor que te tengo que... Que voy a hacer las cosas bien.

-Sesshomaru... -Rin susurró incrédula y unas ganas horribles de llorar le inundaron el pecho.

-Rin. –Dijo su nombre con tanta dulzura como pudo. –Por favor no te vayas. –Susurró acariciando su cabello con la mano izquierda. –Quédate a mi lado. Aunque sea el idiota más grande de los idiotas, soy un idiota que te ama. –Decía acercándose a ella con lentos pasos.

Una lágrima consiguió salir de la mirada cobriza de la pequeña mujer frente a él.

Ella ya no necesitaba escuchar más, lo que quería era lanzarse a los brazos de ese hombre y decirle que se aceptaría ser su novia y luego casarse con él las veces que fueran necesarias. Pero estaba estática, no podía moverse.

Es que todos sus sentimientos se le vinieron encima. Sabía que no era correcto, que no podían estar juntos luego de haberse mentido, luego de haber sido infieles entre sí fuera como haya sido, sabía que los dos se habían hecho mucho daño... Pero, ¿y qué?

Al carajo con lo que era correcto o no, ella quería estar con él. Solo tenía una jodida vida y la mitad la había pasado sufriendo, quería ser feliz a toda costa, deseaba con desespero ser feliz al lado del hombre que amaba. Todo lo demás podía irse a la mierda si podía estar al lado de Sesshomaru.

Llegar a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora