26 | Octavo

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Don't forget the music please, jejej

Mil gracias por las 10 K
Lecturas

- INFIERNO HELADOR -

Alex

Ella no se alejaba, y nuestro labios casi, solamente casi, se rozaban, sentí un inmediato hormigueo, solo tenía que impulsarme un santiamén de nada, solo eso, acote la distancia, y sus labios rozaron con los mios.

- No quiero que me beses - admitió en un suspiró entre mis brazos, un suspiro desarrollador.

No pude evitar sentirme decepcionado.

Sabía que me odiaba, pero fui un estúpido al pensar que ella había cambiado la imagen que tenía de mi.

Que chica prefería morir sin dar un beso, aunque fuese conmigo, solo Railey, Railey Meyer.

Después de todo solo soy el malcriado al que tuvo que confiar para sobrevivir.

Pero no me lo terminada de tragar.

Por mucho que sus labios hablaron, sus ojos delataban lo contario.

Ella no se apartó y yo tampoco tenía intención de hacerlo.

Solo pesaba en la sensación de morder esos labios tan cremosos, hinchado por el frio y rojos por la misma razón.

La sensación de humedecerle y envolverlos contra los míos, de manera irrefrenable y apasionada.

Me mataba.

Joder solo de pensarlo mi cuerpo se calentaba.

Pero no lo iba ha hacer, no le iba a robar un beso por mucho que me apeteciera.

No sin su permiso, sobre todo sabiendo que sería el primero, y el último, que diese.

Ella me miraba apasionada, con brillos en los ojos y una respiración entré cortada, y yo a ella desperado, mordiendo los labios hasta hacerme daño.

- Railey me estas matando - confesé.

- Lo siento - expreso.

No quería su pesamén, la deseaba a ella, a ella junto a mi, más de lo que estábamos, juntos, pegados, inseparables, par no fuéramos nosotros los que temesemo al gelico frío, para que la ventisca nos temiese a nosotros, para ser lo sufiente como para poder evadirla, ser suficiente para no tener nada que envidiarla.

Se elevo, yo me quede muy quieto, observándola atentamente.

No tenía ni idea de que lo que intentaba hacer.

Railey Meyer, me sorprendió como siempre desde el instante en la que la conocí.

Me dio un beso.

Uno muy frio pero que termino calentándome.

Muy corto.

Muy suave como la porcelana.

De lo mas reconfortante.

Un beso sobre mi nariz.

Quisiera decir que me decepcionó, pero no fue así. Porque eso es imposible, imposible con ella.

Era adorable, ella y su beso.

Yo como un gilipollas ñoñó me ruboricé.

Y ella sonrió como una tonta, una adorable y tonta niña.

Creo que esta chica me ha embrujado.

- Alex - dijo con un tono que activo todas mis alarmas.

Su voz se estaba apagando, pero de la manera más literal de la palabra.

Por que mierda me enamoré de Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora