Por que mierda me enamoré de Ti ©

36 | Serás mi TIRITA y yo seré la tuya

SERAS MI CURA Y YO SERÉ LA TUYA

Mama nos ha echo ir a bañarnos mientras mi padre y hermano realizaban la misma prueba, tras esta volveríamos, Patrick y yo seríamos contrincantes.

Me encontraba en la ducha, hacía ya veinte minutos que todo el pringue se deslizó por mi cuerpo y cabello para terminar el suelo blanco.

No podía cerar los ojos, mas que nada porque los visualizaba otra vez, ambos alejándose, sus sonrisas, atuendos, la forma en la caminaban.

Es una sensación tan doliente que apenas podria describir.

Todo volvió solo con un poco de oscuridad, por este motivo había limitado a toda costa el estar sola.

Pero no podré estar cada minutos de mi día con alguien, todos tienen prioridades, al igual que yo y no debo depender de la compiania otros para vivir.

Es lo más absurdo y cierto que he pensado en toda mi vida.

Salí del cuarto de baño y me puse ropa cómoda, tras esto reze y me encamine hacia las escaleras.

-Díez segundo - escuché la voz de mama.

Me senté en el sofá al lado de Patrick, aunque no le dirigí ni la palabra.

Mi madre estaba a su vez en el salón pero un poco más lejos de mi y más cerca de los hombres que ocupaban la cocina.

-Mama - la llame en un susurro alto.

Se giro de lleno hacia mi.

-¿Si?

-Puedo habar contigo - señale el pasillo con mi cabeza.

-Por supuesto.

Me acerqué hacia este, y cada vez que pestañeaba un cabello naranja muy oscuro, como de un rojo otoñal, invadía mi mente.

Me sentía mal porque sabía que solo era yo pensando en él, incapaz de controlar mis recuerdos.

-¿Que pasa Railey? - Su voz es tan cálida me invitaba a hablar y nunca callar.

Respire hondo y la mire directamente.

-¿Estas bien? - Colocó sus muñecas en mis brazos preocupada.

-Mamá yo quiero...

Volví a apagar mi vista como si quiera comprobar de que seguía trastornadome, y abrí los ojos.

No pasa nada, me dije a mi misma. Es lo correcto, no pare de decirme.

-Mama quiero retomar mis visitas al ... Psicólogo.

Cinco palabras, un abrazo, una llamada, y un silencio cómodo.

Tras esto mi madre nos reunió a todo en la cocina aún con el directo en marcha.

-Bueno espero que os haya gustado, la segunda ronda se hará en otro momento, o quizás hagamos otra cosa, vosotros elegís.

Espero un par de segundos para que los seguidores empezaran a comentar.

Yo me encontraba encima de la encimera del fondo al lado mi hermano.

-¿Quieres? - Me pregunto cortando un trozo de su pastel.

Mejor no pregunto por el mío, o los restos acuosos de el.

-Vale - le respondí sin ganas.

Me encontraba agotada pero incapaz de si quiera plantarme dormir, o mejor dicho cerrar los ojos.

El corto un trozo en forma triangular de manera impecable.

-¿Puedo? - Me pregunto con una calidad sonrisas. Con razón sonreí y acepte con la cabeza.