49 | Yo Puedo

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Mil gracias por los 23k de lecturas y el 1k de estrellas, os amo <3

El siguiente capítulo será un capítulo especial por lo anteriormente comentado, será el doble de largo y un poquito más...intenso (upsss)

YO PUEDO

 Railey

Almudena, resultó ser una mujer de unos cuarenta y pocos años, de estatura media, pelo lacio y castaño, recogido de manera muy sutil y simple con una pinza azul verdosa conformando una coleta. Ojos claros y mirada intensa.

-Railey ¿verdad? – afirmo con un movimiento de cabeza, desde el asiento blanco donde me encuentro - Me llamó...

-Almudena – Termino por ella.

Sus finas cejas se arquean por la sorpresa, sonrío con vergüenza.

-De acuerdo, si mi paciente sabe más de mí que yo de ella supongo que debería replantearme hacer mejor mi trabajo.

Rio sutilmente.

-Oh – su mirada se concentra en mi expediente, mientras mis dedos se mueven con nerviosismo.

Almudena alza la vista hacia mi rostro, la baja por un segundo para fijarse en el temblor de mis dedos, me obligo a parar.

-Eres muy... Fuerte, ¿Lo sabes verdad Railey? – me dice con tal sinceridad que me sentido verdaderamente bien.

Es gratificante escuchara hablar bien sobre tu situación viniendo de una persona ajena y con estudios específicos sobre lo que te pasa, no sé quién es exactamente Almudena, pero es la experta, de manera involuntaria me creo todo lo que dice, ¿ese es su trabajo, ¿no? Decirme la verdad, ayudarme con mi problema.

- ¿Porque no empezamos con lo que crees que te pasa? – me anima a hablar.

Suspiro.

-Ahm yo... Yo no sé, a mi... bueno como abras leído hace... Bueno hace tiempo me pasó una serie de cosas. Y ahora siento... Pienso que me está sucediendo algo parecido otra vez – logro decir.

- ¿Una recaída? – pregunto, confirmo con la cabeza - ¿Qué eso que sientes, que te hace pensar que has recaído?

Me animo a compartirlo. Vamos Railey, yo puedo.

-Yo creo que... Haber no sé, primero están las pesadillas, el no poder dormir y el pensar siempre en eso, pero creo que lo que más me atormenta es la sensación, el sentimiento de... No se es como... Desolación... Es raro es... No se - meneo la cabeza insegura.

-De acuerdo – dice como si me entendiese, siento que realmente lo entiende - Me podrías decir que es ¿Eso?, ¿son tus pesadillas?

-No, si, bueno son sucesos, unas serie de sucesos, son los mismos que están en mis pesadillas, y en mis pensamientos cada vez que me distraigo.

- ¿Tienes miedo? A los esos sucesos - pregunta con cautela.

-No es miedo, es peor, es... Terror a...

- ¿A qué exactamente? – Sus preguntas no parecen un interrogatorio, me cuestiona sin juzgarme, con apreció, como si estuviera hablando con alguien que me conoce de toda la vida y se preocupa por mí.

Me siento cada vez más libre, más amina de contarle todo.

- A qué vuelva a suceder – confieso.

-Entendió - me sonríe y teclea en su ordenador - ¿Dices que no puedes dormir? - aparta la mirada del aparato para centrase en mi - Supongo que has encontrado un método de poder hacerlo una par de horas al menos, sino no creo que te tendría aquí – suena muy amena.

Por que mierda me enamoré de Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora