65 | 23 DE AGOSTO

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Con todo el orgullo del mundo os presento mi capítulo favorito de toda la historia, os amo, preparar los clínex, vais a llorar <3

23 DE AGOSTO

Railey

El día de los "relatos del pasado" fue extendido para el día siguiente. Básicamente porque Pedro y yo pensamos que eran suficientes lloriqueos para un día, así que la mañana siguiente me presente en su casa con una tarima de helado XXL.

- ¿Qué ese monstruo? – cuestiona señalando a mi tarima de helado de multi sabores, que acabo de dejar sobre la alfombra de su habitación.

-Es mi bebe – digo mientras lo abrazo.

- ¿Bebe? ¿Ves el tamaño verdad?

Pongo los ojos en blanco, mientras me acomodo en mi sitio.

- ¿Preparado? – ahora soy yo la que pregunto.

- ¿Para qué?

- Para lloriquear hasta la saciedad y zamparte la mitad de esto.

-Dudo que vaya a pasar eso – asegura

-Ya lo veremos – reto.

La historia de mi pasado se retoma a un día soleado por Canadá, Toronto, de esos poco frecuentes. Yo tenía once años, mi mejor amigo tuvo y siempre tendrá once años.

Mis padre se llevaban muy bien con los de él, eran una pareja de la edad de mis padres con un hijo de mi edad. Sonaba perfecto. Mi padre conoció al padre de mi amigo, Michel, en una reunión del vecindario. Eran muy típicas en Canadá. Y nuestras madres se conocieron gracias a nosotros, éramos inseparable en el colegio.

Nos empezamos a hablar en una situación... peliaguda:

Yo salía llorando del aula porque Stela y su escuadrón de amigas se burlaban de mi pelo rizado. "Railey no tiene pelo, tiene una escoba en la cabeza" canturreaban una y otra vez todas ellas frente a toda la clases, todos se reirán con ellas.

(Pocos días después surgió el apodo de "ricitos de oro" inventando por mi padre, me decía "tus rizos brillan y son tan bonitos como el de ella" me lo repetía todos los días, eso hizo que una niña de nueve años empezará a amar con perdición algo de que todos la obligaban a odiar) ( Edward tiro a un niño de mi edad a la piscina en el campamento de verano, cuando le escucho canturrear eso, por esas fechas a mí ya me daba igual, pero me hizo mucha gracias y me reí de el en su cara, finalmente se puso a llorar y mama nos hizo disculparnos. Pero la sensación de satisfacción no me la arrebato nadie)

Las lágrimas corrían tan rápido como mis pequeñas piernas, huyendo, de la burla de los demás. Pero frene en seco al escuchar a más niños de mi edad.

-Empujarle - ordeno uno. No me atrevía a mirar. Solo me quede escuchando.

- ¡No dejarme! – gritaba otro – Por favor – estaba llorando. Rogando.

Escuchaba risas. Y de repente un golpe. Me borrar el rastro de lágrimas y me atreví a mirar. 

- ¡Tienes piel caca! – se burlaban un coro de niños, rodeando a uno en el suelo, que no dejaba de llorar e intentar protegerse de las patas que le lanzaban.

- ¡YA BASTA! – grite llena de furia, mientras las lágrimas aún me resbalaban por el rostro.

Todos eso niños se empezaron a reír de lo patética que parecía. Pero por lo menos no pegaban a aquel niño.

- ¿Qué vas a hacer tu niñita? – preguntaba el cabecilla - ¿O debería decir pelo escoba? – sus amigos estallaron de la risa.

Aprete los dientes hasta que me empezaron a doler, mis palmas formaron puños a los lados de mi cuerpecillo.

Por que mierda me enamoré de Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora