19 | Pareja En La OSCURIDAD

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PAREJA EN LA OSCURIDAD

Railey

Nos encontrábamos ahí parados, tan cerca un del otros, como si el hecho de que cualquiera se moviera, supondría el fin del mundo.

No se que esperábamos, supongo que cada uno esperaba a que el otro se apartara.

Pero yo no quería moverme y al parecer el tampoco.

A su vez no quería nada, como rozar eso tercos labios, si suena raro babeaba por el pero no quería besarlo, pero era cierto.

Y el a su vez también.

No se si toda esta situación me agradaba o torturaba, pero así estuvimos hasta que una tercera persona intervino.

Un chirrido proveniente de la puerta nos atropello los tímpanos. Ambos nos giramos a esa dirección, con cara de haber visto al fantasma del holandés errante, ese que daba realmente miedo, no el que salía en Bob-Esponja.

El ojo azules se calmo al ver el rostro de hombre con delantal blanco y gorro de chef. Yo me fie de mis sentimientos y mande a mi tonto corazón a tranquilizarse.

En muchas ocasiones no me importaría fallecer al instante, pero este era uno de esos pocos es lo que quería permanecer. Porque quería saber que pasaría ahora, conmigo, con Lucas. Y bueno, también ese obeso hombre con sonrisa del GRICH.

-No te preocupes de -dijo al instante Lucas - esta conmigo.

¡Esta conmigo y eso que suponía!, que el chef de sonrisa malévola iba a sacer el cuchillo mientras el deportivo de mi vecino me sujetaba. Pesarlo bien, aquí en la cocina donde nadie me escuchara con solo la frágil luz de la virgen luna. Dios ahora si que estaba cagada.

Maldita imaginación y subconsciente, estos se aliaban para volverme más loca de lo que estaba.

-Soy Gonzalo -me estrecha la mano el hombre.

Os juro que me lo pensé dos veces, se que son ideas mías, pero todo esto me ponía los pelos de punta, y no del buen sentido como cuándo Lucas clava sus ojos en mi o roza mi piel.

-Encantada -logré fingir seguridad.

El retiro la mano tras estrechársela, y se dio la vuelta hacia la puerta. Yo mire perdida a Lucas, que me sonreía como si nada malo estuviera pasando.

Vale creo nada malo esta pasando.

No he visto muchas películas de psicópata, pero me apostaría un riñón que no miraban a sus víctima como Lucas me miraba. Supongo que lo hacía con obsesión, lujuria y posesión, sin embargo la de mi pareja en la oscuridad, era amigable, pura como la luna e incluso tierna.

Respire hondo y mandé a tomar aires todos mis teorías.

-¿A donde va? -Pregunté a Lucas.

- A dónde vamos a ir nosotros.

Acto seguido me sujetó de la palma sin previo aviso, y me guio para mover las piernas y poder seguirle.

Salíamos por la entrada de la cocina y pasamos los comedores hasta traspasar la cafetería. Una vez en aquel pasillo, en vez de ir al lado donde había luz y por donde venimos, giramos a la izquierda, donde no había apenas luz, ni si quiera la tenue de la luna.

El me hizo un gesto con la mano indicándome por donde tenía intención de adéntrame. Yo simplemente moví la cabeza aceptando.

¿Yo soy tonta o que mierda me pasaba?, mi autocontrol era increíble, como por fuerza esperanzada, tan segura y neutral, mientras que por dentro me temblaban hasta los pensamientos.

Por que mierda me enamoré de Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora