82 | Quiero ser Tuyo

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Hola amores, después de este capitulo solo habrá uno u dos más :( que subiré lo antes posible)

Así que disfrutarlo al máximo :)

QUIERO SER TUYO

Railey

Pero así no termino aquel día en la playa, ni mucho menos nuestro viaje a Nápoles:

- ¿Vamos a quedarnos aquí toda la noche? – pregunto sobre su pecho. Seguimos abrazados, medio esparcidos por la arena, las lágrimas han dejado paso de una sensación de tranquilidad placentera, del silencio más acogedor, gracias a su compañía.

- ¿Hay algún problema? – pregunta ofendido. Me rio sobre él.

-No hay ningún problema – aseguro sonriendo – pero estoy empezando a tener mucho frio.

-Entonces te abrazara más fuerte – sugiere.

-Creo que eso es practicante imposible – ahora es él quien sonríe.

Me encanta, no quiero que deje de sonreír nunca.

-Vale pues vayamos a un lugar más calentito y acogedor que mi pecho – irradia falso pesar.

Me planteo si complacerle con mis palabras o seguirle el juego, cuando las marea sube de repente, no nos damos cuenta hasta que nos moja los culos, abrimos la boca y empezamos a levantarnos de golpe.

- ¡Mierda que frio! – salto helada. Madre mía, es como si me tirasen cubitos de hielo.

Nos miramos fijamente con esa expresión de miedo, para empezar a reírnos en voz alta.

- ¿Tienes el culo mojado? – me pregunto.

-Míralo tú mismo – me giro y estoy segura de que parece que me he meado, además puede que se me trasparente la marca de las bragas. Pero en ese preciso momento no me doy cuenta o no me importa los suficiente.

El se lleva la mano a la boca para tapar sus carcajada, mis pómulos se alzan.

- ¡Tu seguro que estas igual! Déjame ver – intento girarle, pero me atrapa las manos, me sonríe con autosuficiencia cuando me pregunta:

- ¿Estas intentando verme el culo? – abro la boca y empieza a reírse otra vez.

- ¡Tú me has visto a mí! – repongo.

-Pero porque tú te has ofrecido a mostrarme tu precioso culo mojado – se me subo el calor a las mejillas – yo no podría hacer eso, porque sería un acto muy íntimo para dos personas que no quieren tener nada.

Cierro la boca de golpe y lo empujo con fuerza, él retrocede hacía la orilla con un paso, y eso es suficiente para que se moje los tobillos de los pantalones.

-Que rastrera amor – niega con la cabeza seguidamente, y me mira como si tuviera pensado en devolvérmela.

Echo a correr hacía la arena, pero de espaldas, para que no tenga el placer de volver a verme el culo.

El se ríe con fuerza cerrando los ojos, al entender que estoy haciendo. Mientras tanto yo intento mirara para atrás para no matarme y remango mi vestido.

Pero me alcanza, era prácticamente imposible que no lo hiciera corriendo yo así, de manera tan patética.

Se ciñe sobre mí.

- ¿Me has echado de menos? -eleva la comisura de su labio.

Al intentar retroceder, caigo sobre la arena, pero sus manos posadas a mis laterales lo impiden a un palmo de la propia arena, para dejarme con delicadeza.

Por que mierda me enamoré de Ti ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora