Por que mierda me enamoré de Ti ©

27 | Primera promesa rota (p.t 1)

PRIMERA PROMESA ROTA

PARTE 1/3

Railey

El helicóptero aterrizó, el conductor estaba a lado de mi puerta rogándome salir para llevarme con mi familia.

Pero lo único que quería era volver con Alex.

El único que necesitaba mi ayuda y yo no sé lo podía proporcionar.

Mis pensamientos estaban congelados, sus lágrimas recorrían mi mente, su piel sobre la mía como la porcelana más suave, su rostro se anclaba en mis recuerdos impidiéndome ver nada, pensar en nada, nada que no fuese el.

En ese instante varias figuras lejanas corrían hacia la pista de aterrizaje en la que me encontraba, que daba a la parte trasera de lugar.

-Mama- grite como la persona más feliz del mundo al verla cerca de mi.

Ella me abrazo tan fuerte que no pude mantener en pie.

-Oh dios Railey - comentó con una gran sonrisa y un mar de lágrimas.

-Mama te quiero - conseguí pronunciar.

Al rato se despejó de mí permitiéndome ver la figura de dos hombres a su espalda, mi hermano y padre.

Edward me abrazo antes de que mi padre parpadease, este último parecía perplejo, en otro mundo.

-Gracias a dios que estas bien - las palabras de mi hermano poseían ese tono preocupado de siempre, pero ahora multiplicado por cien.

El repitió la acción de mi madre, mientas mi padre en vez de abrazarme me cogió entre sus brazos.

Rodee mis manos en su cuello y mi cabeza en su pecho.

-Papa - dije con la respiración agitada.

-No hables cariño tienes que descansar - contestó de lo más cariñoso, acompañado con un beso en mi frío cabello.

Necesitaba esto, le necesitaba a él después de tanto tiempo sin verle, sin sentir sus abrazos, sus besos sobre mi cabello.

Cuando levante en rostro me encontraba en el enorme recibidor del hotel.

Mi padre me quería llevar a mi cuarto mientras mi madre y Edward caminaban tras nosotros.

De repente un ardor recorrió la zona de pecho, tentando a paralizarlo.

-No - grite de repente, mientras me soltaba de mí padre.

Me sentí fatal por gritar, era la forma en la que me dirigía a Alex, se me había inpregnado, quedado adherido.

-¿Que pasa Railey estas bien? - Pregunto preocupada mi madre.

-Railey ahora subiremos a un doctor para que te vea - aseguró mi padre.

-No yo no voy a ningún sitio - chille, porque no me podía controlar, mientras notaba como mi cuerpo se calentaba y mi pulso lo acompañaba.

-¿Pero qué pasa no entiendo? - Pregunto Edward acercándose a mi.

-Yo yo yo yo... - Mi boca solo podía pronunciar ese monosílabo, impidiendo continuar.

Empecé a temblar en cantidades más que visible y mi cuerpo me amenazaba con caer. Mi madre se cerco y me envolvió en otro abrazo, este fue tan delicado como la amapola más frágil.

No sólo me calmo y mantuvo en pie, sino que hizo que cualquier temblor desapareciera.

-Estas preocupada por el verdad - me dijo en susurro un poco elevado.