ROBIN HOOD
Railey
No se cuanto tiempo había pasado, solo sabía que era mucho, pero me daba igual.
-¿Entonces juegas al baloncesto? me preguntó el chico.
-Supongo, mi padre me enseño cuando era pequeña porque a el le fascina, y su hijo mayor era más de futbol.
-Yo también juego, me confesó.
¿Por qué no me sorprende? así porque le vi con una maldita pelota de baloncesto en la mano.
Sudado y ...
Railey concéntrate te está hablando.
-¿Practicas algún otro deporte? me volvió a preguntar.
El que tu quieras
Joder cállate subconsciente perverso, ¿pero que mierda me pasaba?
-He practicado varios pero he llegado a la conclusión que el deporte no es lo mío, supongo que en eso he salido a mi madre.
Lucas no levantó la vista en ningún instante de mi, y lo curioso es que no me incomodo.
Él sonrió ante mi conclusión:
- Hablas bastante de tu madre.
¿Se estaba quejando de que no estuviese hablando de mi lo suficiente?
-Si supongo, me encogí de hombros - Mi madre es un gran ejemplo ha seguir.
-¿Y tu padre.. ?¿Patrick verdad?
Primero: ¿Porque se interesaba en mi familia.?
Segundo: Soy yo o la intriga no le cabía en el cuerpo.
Y tercero :
- yuuu, Patrick.
El rio al ver mi cara de asco.
-Lo siento creí...
-No.
-¿Entonces tu padre?
-Se ha quedado en Canadá por trabajo, sin darme cuenta mi tono se entorno a uno apenado.
El ladeo la cabeza asintiendo, como en plan "ya entiendo"
Nos adentramos en un agradable silenció interrumpido por el sonido de las aves.
-¿Entonces si no haces deporte que haces? preguntó casi con desprecio.
Como si no existieran otras cosas.
-Muchas otras cosas, le asegure un poco enfurruñada no se porque.
Me cruce de manos como una niñata de cinco años, y su reacción me enamoró.
-¿Como que? son todos oídos, no sé si fue sus palabra o su carita curiosa y divertida, pero me entraron ganas de hablar y nunca callar.
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Por que mierda me enamoré de Ti ©
Teen FictionRailey es una chica de dieciséis años con un pasado que creyó haber afrontado. Se muda junto a su familia de Canadá a España con la esperanza de empezar de nuevo. Pero tan solo en su primera semana debe intentar no derretirse frente a su nuevo vecin...